Ayer se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, necesario para concienciarnos de que nos estamos ‘cargando’ el planeta. Pero eso del calentamiento global y la desaparición de especies, por no decir de la escasez del agua, son abstracciones que no nos ocupan en el día a día, a pesar de lo mucho que nos afecta.
Por ello, y parece mentira, el Día del Medio Ambiente se dedica en muchas ciudades, como en Melilla, a concienciar sobre la importancia de, al menos, mantener limpio nuestro entorno.
Esto también es medio ambiente. Tirar los desperdicios a la papelera es algo habitual en nuestras casas, pero en la calle, ¿por qué cambia nuestro comportamiento? ¿Por qué ensuciar la calle si hay una papelera o un contenedor al lado? ¿Por qué dejar las bolsas de basura fuera de su sitio?
En muchas ocasiones nos quejamos de Melilla está sucia, pero, ¿hacemos algo por mantenerla limpia? Va siendo hora de que hagamos examen de conciencia medioambiental y nos preguntemos si de verdad hacemos algo por cuidar nuestro entorno.
No hay excusa. Aunque sintamos impotencia para solucionar el calentamiento global, en el día a día podemos adoptar nuevos hábitos para cuidar nuestro entorno, ¡ojo!, a coste cero.
No cuesta nada para nuestros bolsillos ni para las arcas públicas tirar los desperdicios a la papelera, separar los residuos entre orgánicos, plásticos, vidrio, papel y cartón y depositarlos en los contenedores correspondientes, cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes...
Son las pequeñas cosas las que van haciendo algo más grande.
Las campañas de concienciación y sensibilización sobre el cuidado del medio ambiente están dirigidas en la mayoría de los casos a los pequeños de la casa. Pero, ¿y los adultos? Precisamente, son los adultos los que más conciencia deben tener y dar ejemplo a sus hijos de la importancia de adoptar estos comportamientos más respetuosos con el medio ambiente empezando por uno mismo.
No ha lugar a la desesperanza, los niños podrán enseñar a sus padres a cuidar el entorno, sí, nuestra Melilla para hacer de nuestra ciudad un lugar más habitable y salubre. Una ciudad en la que en un futuro se pueda celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente presumiendo de una ciudad limpia, que cuida su entorno, que protege las especies, que ahorra y utiliza de una manera racional el agua y los recursos naturales. Una labor que solamente podemos realizar y lograr entre todos si hoy hacemos examen de conciencia medioambiental y corregimos lo que estamos haciendo mal.