Este mes de noviembre, en la segunda quincena, se podrá en marcha la primera fase para la creación de la plaza pública en la actual dársena pesquera, según manifestó a El Faro, el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Ángel Quevedo. Estas obras previas supondrán la colocación de dos pantalanes flotantes, cada uno de 48 metros, que partirán desde el muelle Virgen del Carmen y cada uno tendrá su correspondiente puerta de acceso para que solo puedan entrar los propietarios de las embarcaciones.
Quevedo calcula que para primeros de diciembre próximo esos dos pantalanes estarán ya dispuestos para albergar los aproximadamente 70 barcos que atracan en la zona con el fin de iniciar otro proyecto, ya terminado, que consiste en la demolición de los dos pantalanes de hormigón, ambos ya en estado ruinoso.
Según explicó el presidente del organismo portuario, se trata de unas obras "complejas", que se harán a base de rellenos para que las máquinas puedan trabajar como si estuvieran en tierra. "Se han barajado varias opciones y esta alternativa era mucho más viable y más fácil, además de más económica, que hacerlo con medios marítimos", precisó.
Al mismo tiempo, se trasladará el pantalán flotante aledaño a la pérgola, que irá a la zona sur. "De ese modo vamos a contar con tres pantalanes flotantes en la dársena para reubicar esas aproximadamente 70 embarcaciones que tenemos allí. Y después de eso vendrá la demolición de los dos pantalanes ruinosos".
La Autoridad Portuaria se encuentra actualmente redactando el proyecto para la creación del nuevo muelle para dar paso a la quinta y última fase, que se centrará en la construcción de la plaza pública. No obstante, independientemente de todo eso, se están haciendo los estudios para el refuerzo de lo que es todo el muelle Virgen del Carmen, afectado por "algún tipo de movimiento, de hundimiento, que estamos analizando para proceder a su refuerzo y reparación".
Con la finalización de esas cinco fases y algunas actuaciones "más pequeñas", como la reubicación de la grúa al puerto deportivo o el concurso licitado ya para la zona comercial, Melilla contará en 2026 con una gran plaza pública, de 3.000 metros cuadrados, además de una ampliación de los puntos de atraque.
Respecto a la aportación económica de la Ciudad Autónoma para el desarrollo de ese planeamiento, consistente en 1,5 millones de euros, Manuel Ángel Quevedo quiso destacar que se trata de una "magnífica forma de colaboración entre administraciones". Ello, sin contar con que "se reorganiza mejor la zona náutica y de atraques, y se acerca el puerto a la ciudad".
"Cuando esté operativa, esa plaza permitirá que una persona que llega a la Estación Marítima pueda cortar camino hacia el centro a través de este nuevo espacio, que va a resultar muy interesante desde el punto de vista comercial y de ocio".