Sin procesiones pero con los templos abiertos para que la feligresía visite a los sagrados titulares y eleve sus plegarias se celebra esta Semana Santa. Gregorio Castillo, hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli y María Santísima del Rocío, percibe que esta semana mayor se vive con más intensidad interior y espiritualmente. Las cofradías se han adaptado a las normas sanitarias producto de la pandemia. Confía y espera que el 2022 pueda ser mejor y asegura que de cara al futuro el trabajo de la cofradía no se detendrá.
–Para usted, ¿Cómo es esta Semana Santa?
–Para mi y para todas las cofradías ha sido una Semana Santa atípica. Donde nos hemos tenido que organizar. Este año, gracias a Dios lo hemos podido planificar y como todas las cofradías hermanas estamos haciendo una exposición de nuestros sagrados titulares, de nuestras sagradas imágenes para que la gente pueda visitarlas y venerarlas. Es un momento distinto pero es una forma de vivir la pasión, la muerte y la resurrección del señor.
–¿Cómo fue la organización de esta Semana Santa, tomando en cuenta que el año pasado estuvimos confinados?
–Este año ya estábamos inmersos dentro de la pandemia, pues no ha dado tiempo a poder programar y a poder ponernos de acuerdo las cofradías con los actos que podíamos hacer siempre pendientes de las medidas sanitarias y de seguridad que existiesen en el momento.
Por eso se ha ido avanzando y se han ido anunciando los actos tan próximos a la Semana Santa, porque no había seguridad exactamente ni de la hora del toque de queda, ni de las condiciones que había.
Pero hemos podido organizarnos y hemos podido organizar una serie de actos para que la gente y los hermanos puedan disfrutar de nuestros sagrados titulares.
–La Semana Santa es un tiempo de renovación de fe después de la cuaresma ¿Cómo sienten que ha sido la receptividad de la feligresía en este año?
–La verdad es que no puedo decir sorprendido porque esperábamos esto. Pero se nota que la gente y todos los vecinos de Melilla quieren la Semana Santa, necesitan la Semana Santa. Necesitan la proximidad de los titulares, necesitan la actividades de las cofradías y se nota, porque todos los actos que se están programando y se están llevando a acabo hay una asistencia masiva, fervorosa, respetuosa... Aprovecho para darle las gracias a toda la gente por su comportamiento, por su devoción y por su fe.
–¿Cómo ha vivido la cofradía este año?
–Lo más importante y siempre lo digo, respetando todas las medidas sanitarias y de seguridad existentes, hemos podido cumplir con todos los actos preliminares como son los Triduos, siempre son el máximo respeto. Ahora, una vez que estamos dentro de la Semana Mayor, lo mismo las cofradías lo sentimos, creo nos falta la calle, nos falta el contacto en la calle con la gente pero a las procesiones les hemos dado la vuelta, en vez de ir nosotros con nuestros titulares a la calle, la gente ha venido a verlos, es la procesión inversa. En definitiva de lo que se trata es de vivir nosotros interiormente con mucha fuerza, con mucha intensidad, y aprovechar para pedirle, bueno, ya deben estar cansados los pobres de tantas peticiones que le hacemos... Lo más importante es que velen por nosotros y que se termine pronto este tiempo tan penoso para muchas familias y para tantas personas que lo están padeciendo.
–Al ser distinta esta Semana Santa y la del año pasado ¿cree que puede provocar un desarraigo de la tradición o por el contrario, se refuerza ese espíritu de la Semana Santa?
–Ahí está la incógnita pero creemos y tenemos la esperanza, porque es lo más importante para nosotros, la esperanza, de que esto cuando podamos celebrarlo de una forma normal, esperamos que este parón le sirva a la gente para haber reflexionado y le sirva como acicate para el año que viene. Dios lo quiera, que sea el año que viene, que podamos salir y podamos disfrutar, celebrar lo que es la pasión, la muerte y la resurrección del Señor en la calle, con toda la gente de Melilla.
No cabe duda, que esta Semana Santa al ser de esta manera es mucho más intensa interior y espiritualmente. Se están celebrando unos actos con un verdadero sentido religioso y cristiano, que es lo que nosotros pretendemos.
–¿Qué es lo que más extraña de Semana Santa?
–La salida a la calle. Tuvimos nosotros el encendido de las velas que lo hacemos normalmente el miércoles Santo por la noche, antes de irnos a casa para descansar para el día siguiente, y todos teníamos en mente eso. Estamos delante de ellos, le estamos pidiendo y otros años hemos pedido que la estación de penitencia en la calle fuese lo más normal posible, que no ocurriese ningún tipo de incidencia y que podamos disfrutar de la calle. Es la salida a la calle lo que nos falta. Nos falta el contacto con la gente, que pueda acercarse, rezarle... Esa manifestación pública de nuestra fe.
–Confiando y esperanzado que el 2022 sea mejor, ¿cómo será el trabajo de la cofradía de cara a este año?
–Nosotros tenemos un dicho entre el equipo responsable de llevar esto, tenemos una máxima y es que ‘siempre pisamos el acelerador y nunca vamos a soltar el acelerador’, siempre va a haber que pisar un poquito más’ y, en ese sentido, fortalecernos espiritualmente, hacer y rendir los cultos que debemos a nuestros sagrados titulares, nuestra formación y muy importante el ejercicio de la caridad. Hay que tender la mano, hay que escuchar a la gente y hay que recibirlas dentro de nuestras posibilidades atenderlas lo mejor posible. En esto están y ese espíritu de servicio es lo que nos caracteriza a todas las cofradías.
–¿Cómo ha sido el trabajo de los cofrades este año?
–Los cofrades participan en todo, están informados de todas las actividades. Participan, se acercan, ofrecen sus manos y ayuda en momentos en que hay que trabajar y preparar cosas, en la campaña de Navidad, por ejemplo, en todo... Ellos están dispuestos a colaborar. Nosotros somos responsables de la cofradía, somos servidores de ellos, pero ellos nos transmiten esa devoción hacia Jesús Cautivo de Medinaceli, ese amor por su madre María Santísima del Rocío. Ellos nos lo transmiten y hace que nosotros tengamos que implicarnos todavía más.
–¿Cómo ve el futuro de la cofradía?
–Con mucho trabajo, pero el trabajo no nos asusta porque dignifica. Nosotros, en nuestra cofradía, en donde nos encontramos que tenemos un recorrido oficial, lo que es la procesión, nosotros sufrimos mucho en la calle por el tiempo, por la gran dimensión que tienen los tronos y la cantidad de personas que van. Pero cuando cerramos y pensamos en el año siguiente, nos encontramos satisfechos y la gente quiere eso y lo echamos en falta.
–Ustedes realizan actividades sociales a lo largo del año, ¿cuáles han tenido de pausar?
–Actividades sociales a grandes rasgos no hemos podido hacer porque estamos limitado por los aforos y aparte hay ciertas actividades que no se pueden hacer. Para nosotros, en nuestra cofradía es muy importante el pentecostés, la celebración de los cultos a María Santísima y la famosa y tradicional Romería, que no hemos podido desarrollar. También nuestra participación en la Feria de Melilla es importante porque tenemos una caseta que es medio de convivencia durante esa semana con todos los hermanos y simpatizantes de la cofradías y además una fuente de ingresos que este año se ha notado a la hora de poder ejercer esa acción social que tenemos prevista. Pero vamos inventando cosas, la juventud se está moviendo, trabaja mucho y vamos a salir hacia adelante.
–¿Cómo ha sido el trabajo de los jóvenes dentro de la cofradía este año?
–Impresionante. La verdad están totalmente implicados. Han llevado perfectamente todas las tareas, tienen una iniciativa extraordinaria y lo que más me gusta y lo vivo desde adentro es esa unión, esa peña, esa devoción que sienten todos por Jesús y por su madre, en su forma de vida, el cariño que se tienen entre ellos, la solidaridad. Todos pendientes de cada uno, de los demás para animarlos en los momentos difíciles y celebrar los éxitos también. Aquí un problema que tenga uno es un problema de todos y una alegría de uno es una alegría de todos. Con eso me quedo. De verdad, da gusto verlos.
–Se refuerza ese espíritu de solidaridad...
–Totalmente. Han hecho suyo el sentir de la cofradía que es primero refortalecernos nosotros interiormente para intentar conocer mejor a Jesús y a su madre y ser de esta manera mejores personas. Pero lo más importante es el ejercicio de la caridad, el ejercicio hacia los demás, esos son pilares fundamentales y esos valores estos chicos lo tienen perfectamente asumidos y además con mucha alegría.
-También como representante de la Agrupación de Cofradías de la ciudad, ¿cómo ha sido el trabajo este año?
–Ha sido un trabajo entre todos. Hay un buen ambiente, hay una gran unión entre todas y nos hemos puesto de acuerdo en lo que hay que hacer para no pisarnos unos con los otros en nuestros actos y poder también apoyarnos unos a otros. Nos hemos coordinado y hemos trabajado sobre ello. Hemos tenido momentos importantes en los que hemos tenido que tomar decisiones importantes, como es la suspensión del pregón, la forma de realizar la presentación del cartel, pero somos conscientes todos y navegamos en el mismo sentido y es fácil ponerse de acuerdo, es solamente tener un poco de sentido común.
Este año lo que primó fue el respeto a toda la normativa, la solidaridad y la responsabilidad.
–¿Qué mensaje le da a los melillenses y a los feligreses en esta Semana Santa?
–El mensaje de que vivan intensamente dentro de nuestras posibilidades todos los actos que la Agrupación de Cofradías pone a su alcance, que celebren el Triduo pascual, que celebremos también la resurrección del Señor y que tengamos la esperanza de que esto va a pasar pronto, con la ayuda de nuestros titulares esto va a pasar pronto y el año que viene, si Dios quiere podamos disfrutarlo en la calle como normalmente debe ser.