Sólo estará permitido el uso de un tercio de los 900 metros de zona de baño por seguridad.
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, visitará hoy Melilla para inaugurar la playa de Horcas Coloradas, la única a mar abierto que tendrá la ciudad autónoma, gracias a una inversión estatal superior a los 16 millones de euros y varios años de obras.
Este proyecto de regeneración del litoral ha permitido limpiar toda la zona de Horcas Coloradas, que antes era un vertedero incontrolado de escombros, para convertirla en una playa artificial de 900 metros de extensión, de los que sólo una tercera parte se dedicará a zona de baño por motivos de seguridad.
Además, este proyecto también ha permitido la construcción de un nuevo paseo marítimo y accesos desde la Alcazaba, que serán iluminados de forma temporal mediante generadores de electricidad por la falta de entendimiento entre la Delegación del Gobierno y la Ciudad Autónoma.
Esta obra ha suscitado numerosas polémicas entre las administraciones central y local, provocadas fundamentalmente por los desacuerdos sobre distintos aspectos del proyecto, que fue aprobado por el Gobierno de Aznar a principios de la década anterior.
En concreto, el compromiso era que la Ciudad Autónoma se encargaría de llevar a cabo la obra del nuevo vertedero controlado de residuos y la planta de machaqueo, y el Gobierno central realizaría el proyecto de regeneración del litoral, dado que la cuantía de ambas obras era muy similar.