El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) fallará este miércoles sobre la validez de los acuerdos de asociación y pesquero entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, impugnados por el Frente Polisario, que confía en que la Corte vuelva a darle la razón.
No obstante, la decisión del TGUE puede ser recurrida por cualquiera de las partes en un plazo de dos meses y diez días, recordaron a Efe fuentes de la Corte.
Los tres recursos de nulidad del Polisario se dirigen contra las decisiones del Consejo (países de la UE) de celebrar el acuerdo de asociación entre la UE y Marruecos, el acuerdo de pesca y contra el Reglamento sobre el reparto de las posibilidades de pesca, ya que el pacto incluye caladeros en aguas del Sáhara Occidental en donde tienen derecho a faenar unos 90 barcos españoles.
El Frente Polisario, que reclama la independencia del Sáhara, ha contestado históricamente la legitimidad de esos acuerdos, al principio sin éxito, pero poco a poco sus argumentos sobre la explotación de los recursos saharauis, pesqueros, agrícolas o mineros, se han ido abriendo paso en algunos tribunales.
Los acuerdos impugnados incluyen una declaración común de la UE y Marruecos, que dice que los productos originarios del Sáhara Occidental sometidos al control de las autoridades aduaneras marroquíes se benefician de las mismas preferencias comerciales acordadas a los productos cubiertos por el acuerdo de asociación.
En el informe de la vista sobre este asunto, celebrada el pasado marzo, se explicaba que el Frente Polisario denunció que estos acuerdos incurrían en distintas violaciones del derecho internacional, en particular del acuerdo de la liberalización del Sahara Occidental.
El Polisario mencionó, entre otras, la incompetencia del Consejo, la violación de la obligación de comprobar el respeto de los derechos fundamentales y del derecho internacional humanitario o la de la obligación de ejecutar las sentencias de la Corte europea.
Por su parte, el Consejo sostuvo que la situación en el Sáhara Occidental no permitía la consulta directa con las personas interesadas pero que, antes de dar el visto bueno a los acuerdos, hubo una consulta por parte de la Comisión y del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) para obtener el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental.
La consulta, según el Consejo, pretendió asegurar la mayor participación posible de órganos y organizaciones representantes de las poblaciones interesadas.
Marruecos habría consultado por su parte a los representantes regionales y la Comisión, por otro lado, a una amplia gama de organizaciones locales, representantes políticos y de la sociedad.
Ese proceso de consulta habría sido en gran medida favorable a la aplicación de preferencias arancelarias en el Sáhara Occidental, según argumentó el Consejo.
Europa es el principal socio comercial de Marruecos y a cuyo territorio ha enviado el 73% del total de sus exportaciones desde el acuerdo de libre comercio entre ambas partes que entró en vigor en 2012.
Según datos de la Delegación de la UE en el país magrebí, Marruecos es el primer exportador agrícola del Mediterráneo sur hacia la UE y el primer exportador de verduras al mundo a través de Europa.
Pero los intereses son mutuos, ya que la UE tiene en Marruecos a su principal socio al sur de ese mar y ha enviado desde 2012 al país magrebí el 24 % de sus exportaciones.