La terna de candidatos del PP, arropada por García-Escudero, coincide en que las próximas elecciones constituyen los comicios más importantes desde la Transición española. La presentación ayer de la candidatura del Partido Popular para el 20N en Melilla, ante la Junta Directiva del mismo partido y sus colaboradores, se convirtió en una proclama convencida a favor de la futura presidencia de Mariano Rajoy, ”un hombre sensato, solvente intelectualmente y patriota”, en palabras de Juan José Imbroda. Asimismo, fue una reiteración del compromiso que los populares están dispuestos a contraer con nuestra ciudad desde el Gobierno nacional para el caso de que lleguen a la Moncloa.
La primera en abrir el turno de palabras fue la candidata al Senado, María del Carmen Dueñas, quien agradeció su reelección como parte de la terna que de nuevo apuesta por representar a Melilla en las Cortes.
Tanto ella, como el resto de los intervinientes, coincidieron en señalar que los próximos comicios constituyen “las elecciones más importantes desde la Transición”, por la situación de crisis económica en la que se encuentra el país y el renovado índice de paro, que alcanza como en el año 96, cuando Aznar llegó al poder, al 22% de la población activa.
No obstante, Dueñas advirtió que el PP, en las reformas que deberá emprender, no mermará el Estado de Bienestar. “Hay que priorizarlo -dijo- como lo estamos haciendo ya en las comunidades autónomas donde gobiernan los populares”.
La candidata al Senado criticó, al igual que sus compañeros de candidatura, que el PSOE haya hecho que “Melilla no avance”, con sus progresivos recortes en las partidas estatales para nuestra ciudad.
En el mismo contexto, censuró especialmente que los socialistas anden divulgando que “el país estaría roto” si no fuera el PSOE quien lo hubiera gobernado en la actual situación de crisis económica. “Es una hipocresía sin precedentes que digan eso, con 5 millones de parados, un millón de familias sin ingresos, y un millón de jóvenes sin empleo ni perspectivas de encontrarlo”.
También afeó a la candidata socialista por Melilla al Congreso, Gloria Rojas, la frase: “la juventud melillense es socialista pero aún no lo sabe”, porque, según Dueñas, es un “menosprecio” a los jóvenes de la ciudad, a los que pidió que el día 20 de noviembre desmientan “tan absurda afirmación”, “como mejor pueden hacerlo democráticamente”.
Por su parte, Gutiérrez pidió al resto de dirigentes y más activos colaboradores del PP que trabajen, como él, porque Rajoy llegue a la Presidencia de España. “Tenemos que devolver la confianza en nuestra dignidad, en nuestras instituciones y poner fin a este Gobierno incapaz e inepto. Debemos -añadió- ser altavoces de nuestro proyecto, unitario, sólido. Lanzar un mensaje de unidad en esta España rota y desde luego irreconocible por causa de Zapatero respecto de la que dejó Aznar en el año 2004”.
Todo lo anterior fue ratificado por García-Escudero, quien abiertamente se declaró “a gusto” en una ciudad a la que se siente especialmente vinculado por su determinante participación cuando la crisis política que llevó a Imbroda a la Presidencia de la Ciudad en el año 2000. “Es satisfactorio ver que cada vez Melilla está más bonita y cuenta con un Gobierno que le ha dado estabilidad”. “Cuando se han vivido momentos difíciles -añadió refiriéndose a aquella época- se establece una relación de afecto, de compañerismo y de satisfacción por haber hecho las cosas bien”.
El PP. “una referencia para la mayoría de los españoles”
Para García-Escudero, es preciso el cambio en el Gobierno central porque el saldo de Zapatero no da opción a otra alternativa. “Somos hoy en día una referencia para un mayoría de españoles y aunque esto nos llena de ilusión también nos reviste de una gran responsabilidad”.
En tal sentido, incidió en que el PP puede volver a hacer lo que ya hizo el Gobierno de Aznar en 1996 cuando sacó a España de la crisis de los 90.
Frente a ello, expuso la realidad del Gobierno socialista desde su punto de vista: “Zapatero se encontró un país con superávit, con una situación inmejorable para hacer reformas y seguir creciendo, pero en lugar de hacer eso se dedicó a recuperar fantasmas, a enfrentar a unos españoles con otros o a meterse en aventuras muy arriesgadas como reformar el Estatuto de Cataluña. Cosas para las que nadie le votó. En un año pasó de un superávit del 3% a un déficit de 12 puntos: Es y ha sido el ejemplo de lo que no se debe hacer”.
Tras incidir en que su sucesor, Rubalcaba, no puede gozar de crédito alguno, por su participación en el Gobierno Zapatero y en anteriores gobiernos socialistas que acabaron igualmente con un saldo de 5 millones de parados, García-Escudero abogó por un futuro Gobierno de Rajoy lleno de fortaleza, “sin necesidad de concesiones a otros partidos” y capaz de hacer que España vuelva a estar “donde estaba hace diez años”.