Amnistía Internacional denunció ayer que España, lejos de ocultar las ‘devoluciones en caliente’ en la valla de Melilla, las hace a plena luz del día porque “intenta convencer al mundo de que son legales y no vulneran la legislación española ni las obligaciones internacionales contraídas por el país”. Así lo recoge el informe ‘Miedo y vallas. Los planteamientos de Europa para contener a las personas refugiadas”.
En opinión de Amnistía Internacional, las autoridades españolas están dispuestas a redefinir dónde empieza el territorio español caso por caso, tratando de eludir sus obligaciones internacionales”.
Para argumentar esta acusación, la ONG se remite a la defensa encendida que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hizo el 6 de febrero de 2014 cuando la opinión pública se le echó encima por la ‘devolución en caliente’ de 23 inmigrantes que habían llegado a nado a Ceuta.
También sirve como argumento a esta redefinición de fronteras ‘ad hoc’ las afirmaciones del Gobierno español “cuando ha afirmado en reiteradas ocasiones que la zona situada entre la triple valla de Melilla con Marruecos no es territorio español, para así justificar las devoluciones sumarias que se realizan desde este enclave a Marruecos, a pesar de que un tribunal español declaró que la zona situada entre las vallas sí es España”.
Testimonios que dan fe
Para Amnistía Internacional, “España es responsable” de haber practicado devoluciones ilegales a Marruecos entre 2012 y 2014.
La ONG lo demuestra citando 15 entrevistas realizadas a inmigrantes que habían intentado, al menos en una ocasión, saltar la valla de Melilla.
“Nueve de estas personas explicaron que los guardias civiles españoles las aprehendieron dentro de las vallas fronterizas españolas o justo después de pasarlas y las devolvieron de inmediato a Marruecos sin identificarlas y sin darles ninguna oportunidad de solicitar asilo, al menos una vez”, señala el informe de Amnistía Internacional hecho público ayer.
Estos migrantes dijeron a la ONG que la Guardia Civil los habían atado con cuerdas blancas y los habían devuelto a las Fuerzas Auxiliares Marroquíes. Muchos de ellos aseguran haber sido golpeados por los agentes del país vecino.
Entre esos inmigrantes devueltos por España, Amnistía Internacional entrevistó a un menor de edad no acompañado, procedente de Mali, que contó a la ONG que intentó saltar la valla varias veces, pero que sólo lo consiguió en dos ocasiones. En una de ellas, la Guardia Civil lo “atrapó” y “golpeó con porras por todo el cuerpo”, para luego entregarlo a los ‘Alit’ (Fuerzas Auxiliares de Marruecos). Según este menor de edad, los ‘mejanis’ pidieron a la Benemérita que abriera las puertas de las vallas para que los inmigrantes pudieran regresar andando a Marruecos. Cuando salió de la verja recibió una paliza.
“Yo sentía mucho dolor. Mis heridas no eran graves. Había otros con la cabeza sangrando. La Policía se llevó a los que estábamos heridos a la Comisaría de Nador, donde pasé unas cuatro horas. Allí dieron ropa y zapatos a quienes los habíamos perdido. También algo de comer. Luego nos llevaron a Rabat y nos dejaron allí. Yo no tenía nada encima y me tuve que quedar en la estación de autobuses hasta que pude regresar al Gurugú”.
Por ejemplos como éste, el informe de Amnistía Internacional acusa a la UE de eludir su responsabilidad con los refugiados.