En primer término deseo manifestarle mi sorpresa, y la de todos los integrantes de esta Federación, por la decisión tomada por la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes en relación con el Reglamento Electoral de la RFEF.
Como miembros de la RFEF y como ciudadanos todos que sentimos el fútbol y venimos trabajando por él desde hace muchos años, nos causa una gran tristeza el proceder de ese Consejo, que usted preside, por cuanto más parece que trata de dar forma a supuestos intereses espurios que a respetar lo que desde hace muchos años está plasmado en el Reglamento Electoral que rige nuestros procedimientos. Como usted debe conocer perfectamente desde siempre hemos contado con nuestra representación, la que usted y su Comisión nos quieren quitar ahora, siendo tal representación histórica, tan legal, como pacífica y perfectamente funcional.
La Junta Directiva en reunión celebrada con fecha 28 de septiembre y la Asamblea General reunida con fecha 30 de septiembre de 2016, acuerdan por unanimidad trasladarle nuestro más profundo rechazo a los motivos esgrimidos por la ya aludida Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes para no aprobar el Reglamento Electoral de la R.F.E.F. publicado en su informe de 26 de septiembre de 2016. Estaremos en contacto con la RFEF para argumentar jurídicamente, en tiempo y forma, contra lo acordado por la reiterada Comisión del CSD. Nos parece un agravio querer modificar la distribución de clubes que participan en competición no profesional asignando un tercer representante a la Federación Andaluza de Fútbol en detrimento de los asignados a Ceuta y Melilla. ¿Cabe alguna razón objetiva para proponer tal asignación? ¿Es proporcionada y respetuosa con la tradición reglamentaria que viene estando asentada desde hace muchos años y que ha tenido hasta la fecha un desarrollo y aplicación plenamente eficaz y democrática? ¿Qué se pretende? ¿Se trata de castigar a los débiles y dar más poder a quien ya ostenta el que le corresponde? ¿Por qué motivo? Es lamentable que ni si quiera venga motivada. A nuestro juicio es un disparate que viene a enturbiar las correctas y constructivas relaciones que siempre hemos mantenido con las Federaciones, máxime cuando lo que se busca, supuestamente, es otra finalidad que para todos es diáfana y que, a usted, y al CSD, parece delatarles.
También estamos totalmente en contra de establecer la circunscripción electoral de deportistas que participan en competición no profesional de forma estatal y no autonómica.
Resulta ciertamente extraño y sorprendente que las tachas que ahora se aducen por el CSD para no aprobar el Reglamento electoral de la RFEF, no fueron manifestadas ni por el CSD ni por el TAD en los informes que han emitido desde enero de 2016. Es más, según hemos tenido conocimiento, el TAD informó favorablemente sobre la distribución de las circunscripciones electorales por estamentos y especialidades.
Queremos mostrarle mediante este escrito nuestra profunda indignación por privar la representación que ha tenido Ceuta y Melilla durante muchos años.
Consideramos que, como Federación dentro de una Ciudad Autónoma, debemos ostentar también la representación dentro de la Asamblea General de la RFEF, siendo proporcionada y ajustada la distribución que se ha mantenido durante los últimos procesos electorales siendo arbitraria la decisión adoptada por el CSD.
Desconocemos la intención del CSD, pero lo que es indubitado es que la actitud de ese organismo está causando un daño, que puede ser irreparable, al conjunto del fútbol español.
Por último, la Junta Directiva y la Asamblea General autorizan al Presidente de la Federación Melillense de Fútbol a defender los derechos de esta Federación, en la medida de nuestras posibilidades, contra la decisión tomada por la Comisión Directiva del CSD rechazando el Reglamento Electoral de la RFEF. Como antes le señalábamos, estaremos al lado de la RFEF para apoyarla en todo momento y nos reservamos cuantas acciones están a nuestra disposición para luchar contra tal decisión que consideramos tan supuestamente arbitraria, como supuestamente premeditada e injusta.