Las investigaciones policiales buscan a los autores intelectuales de los altercados que indujeron a un grupo de jóvenes a protagonizar las violentas protestas del martes.
La jornada de violentos disturbios sucedidos en el barrio de la Cañada de Hidum el pasado martes se saldaron con la detención de ocho personas supuestamente implicadas en estos hechos, ninguna de ellas menor de edad, según confirmó ayer el delegado del Gobierno en la ciudad, Gregorio Escobar, quien aseguró que ahora las pesquisas policiales van encaminadas a determinar a los “autores intelectuales” de esta protesta. “Los indicios y tras las conversaciones mantenidas entre el Cuerpo Nacional de Policía con los manifestantes, había confusión en cuanto a los motivos de la protesta y muy probablemente los Planes de Empleo fueron el catalizador de la protesta”, subrayó.
“Sólo sabemos que la manifestación no fue espontánea”, reiteró Escobar al ser preguntado por las acusaciones del PSOE que apuntaban como “instigador” al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda. El delegado explicó que desde la mañana del martes tenían conocimiento de ciertos “elementos” que estaban organizando una protesta por lo que inmediatamente se puso en marcha el dispositivo policial.
Escobar reconoció la existencia de “malestar en la zona” a causa de los altos índices de desempleo, la pobreza y la falta de puestos de trabajo, factores que calificó como “internos del barrio” y que, aprovechando la situación, “alguien ha utilizado los Planes de Empleo para fomentar ese malestar”, pero, en todo caso, “no existe una causa-efecto directa”.
Heridos
El saldo de la oleada de protestas que también se dieron, en menor intensidad, en Reina Regente y Monte María Cristina, fue de ocho detenidos por supuesta implicación en los altercados violentos y la lesión a un agente del Cuerpo Nacional de Policía en la cara a causa de una pedrada. Escobar ofreció más datos al tratarse de un subinspector de la UPR que en la misma noche del martes recibió el alta médica y volvió a su domicilio.
El comisario de la Jefatura Superior de Policía, José Manuel Calleja, reseñó que varios agentes también sufrieron heridas aunque leves que no han requerido la baja del servicio. En este sentido, Calleja dijo estar en coordinación con los centros de salud de la ciudad para contabilizar los casos en los que algún manifestante haya acudido.
En este sentido, el delegado del Gobierno en Melilla aseguró que, a pesar del malestar existente, las virulencia de las protestas eran “injustificables” dado el carácter no espontáneo de la misma. Además, aseguró no tener conocimiento de que se haya realizado una petición formal en relación a una manifestación organizada.
Nuevas protestas
Sobre la posibilidad de que las protestas volvieran a repetirse en días sucesivos, Escobar aseguró que este extremo “no es descartable” aunque reiteró que la calma había vuelto a los barrios conflictivos gracias al trabajo de las autoridades policiales para reconducir la situación durante los disturbios.
Aprovechando su comparecencia de prensa, quiso enviar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía pues “no hay razón para usar la violencia”. No obstante, durante la jornada de ayer aseguró que se han mantenido diversos dispositivos de seguridad en la zona a modo preventivo.
Menores de edad
Durante el relato de los hechos del martes, Escobar señaló que frente al “grupo reducido de personas, en comparación con el número de vecinos del barrio”, la labor de la Policía Nacional, en colaboración con el cuerpo municipal, se centró en evitar que los altercados se extendieran por las calles de la ciudad y que esta circunstancia pusiera en serio peligro a otros ciudadanos ajenos a la protesta así como bienes públicos y privados. En este sentido, reconoció que entre los manifestantes se encontraban “un número significativo de menores de edad”, aunque de los detenidos ninguno de ellos lo era.
En las tres horas que duró la batalla campal en la carretera de acceso al barrio de la Cañada, las autoridades se vieron obligadas a utilizar material antidisturbio hasta el cese de las protestas. Posteriormente, Escobar señaló que “grupos aislados” intentaron manifestarse en los mismos términos que en la Cañada pero que fueron disuadidos rápidamente por la presencia policial.
No ocurrió lo mismo en el acceso al Monte María Cristina donde los manifestantes cortaron el tráfico rodado impidiendo la entrada de camiones del servicio de limpieza de la ciudad. Volvieron a repetirse los incendios en contenedores de basuras y las agresiones con piedras a los agentes de la policía que permanecían a las puertas del Cementerio de la Purísima, donde un vehículo fue calcinado.
Los manifestantes manipularon el alumbrado público de la zona y una vez reestablecido, dijo, el grupo se disolvió y el servicio de limpieza y el tráfico rodado volvió a operar con normalidad.
Por último, el delegado del Gobierno negó que las protestas correspondan a un sentir general del barrio de la Cañada. De hecho, en la mañana de ayer los representantes de las asociaciones vecinales de la Cañada y Reina Regente acudieron a la Delegación para reunirse con él.
Aunque este encuentro no se produjo directamente, Escobar sí emplazó a ambos representantes vecinales a conversar con el director territorial del SPEE, Joaquín Arana, para aclarar las dudas en torno a los Planes de Empleo. En este sentido, apuntó que los criterios de baremación “son públicos y conocidos”, por lo que, la transparencia prima en todo el proceso. Aún así, “las listas publicadas son provisionales y ahora están en la fase de reclamaciones”.