Pese a que no entraba en sus planes, el empresario de la ciudad repetirá dos años más al frente de la Asociación de Hosteleros l El principal objetivo: Terminar de sacar al gremio de la crisis en la que está.
Tras un proceso electoral carente de candidatos y después de idas y venidas acerca de si repetir como presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla, Amaruch Hassan ha sucumbido a las peticiones de sus compañeros de organización que, desde que se anunciara el fin de su mandato, pedían su revalidación al frente de la asociación que defiende los intereses de estos empresarios en la ciudad. De hecho, los hosteleros llegaron a recoger firmas para mostrar a Hassan su voluntad de que siguiera al frente de la asociación. Así pues, tras una decisión que podría calificarse de medias tintas, puesto que en un principio el presidente seguiría al mando hasta septiembre, ayer mismo, la Junta Directiva optó ayer, con la aprobación del propio presidente, por revalidar a Hassan en al frente de la entidad durante los dos próximos años. En su nuevo mandato, Hassan pretende terminar de sacar a los hosteleros de la crisis y aboga por potenciar el turismo y los grandes eventos, sobre los que considera que deberían organizarse previa consulta de este gremio.
–¿Por dónde habría que empezar a actuar para que el sector salga de la crisis? –Hay tantas opciones no sabría elegir una en concreto. Los eventos que se organizan en la ciudad, por ejemplo, son muy importantes para nuestro sector porque muchas veces traen a personas de fuera de la ciudad que vienen a nuestros locales. Todos los eventos son importantes, porque si no favorecen al sector de la hostelería, repercuten en otros sectores que a su vez nos favorecen a nosotros. La Semana Náutica, la Carrera Africana, el Desfile Militar o la Feria de Melilla son iniciativas que siempre ayudan a nuestro sector. Es muy importante ponernos de acuerdo con la Ciudad Autónoma para hacer algún evento y, sobre todo, dialogar con ellos. Es esencial que todos los eventos que haga la Ciudad se consulten con la Asociación de Hosteleros. Queremos que nos tengan en cuenta, que nos pregunten nuestra opinión ante cualquier evento, porque nos puede beneficiar y además podemos aconsejar, que es lo que pretendemos. Cualquier evento que se haga es muy positivo para nosotros, porque tal y como estamos, nos puede beneficiar y mucho. –¿Baraja algún proyecto concreto, como la Jornada Gastronómica o la Ruta de las Tapas? –La Jornada Gastronómica es un evento que hacíamos hace años, que empezó antes del V Centenario y que siempre nos dio muy buen resultado. Nos gustaría retomar este evento. –¿Han hablado de este asunto con la Administración? –De momento no, porque hemos estado muy atareados con la presidencia y las elecciones. A partir de ahora podemos proponerlo y dialogar. Además de la Jornada Gastronómica considero que podríamos hacer la Ruta del Tapeo, la Ruta del Café o la Ruta de las Copas. Ese tipo de iniciativas nos beneficia a todos. La idea es hacer eventos alrededor de la gastronomía de Melilla para que la gente salga a la calle. –¿Sienten que la Administración les tiene en cuenta y les escucha? –Escuchar sí que nos escuchan, pero no nos tienen en cuenta en algunas ocasiones. Nosotros intentamos hacer llegar nuestros proyectos, pensamientos y necesidades, pero a veces no se llevan a cabo. Queremos es que nos escuchen, pero también que se nos consulte antes de tomar decisiones que podrían ayudarnos a levantar el sector. –¿Nota que la situación ha mejorado económicamente? –Mejora no ha habido. Este año se está moviendo algo que todavía no ha terminado de cuajar. Estamos sintiendo algo que no acaba de llegar. En Melilla empezó la crisis tarde y la recuperación también llegará tarde. –¿Qué cree que hace falta para que el sector termine de remontar? –Hacen falta muchas cosas, pero lo principal son clientes. Es muy importante potenciar el turismo, para que venga gente a Melilla que le dé alegría a las calles. Para ello es necesario que se active una buena bonificación de transporte, porque lo que hay ahora es criminal, es algo que nos hunde. Actualmente es muy caro venir a Melilla. Los familiares de los residentes siguen pagando por unos billetes muy caros. Los familiares de los melillenses tendrían que poder venir a la ciudad a ver a sus hijos o primos y, de paso, a alegrar la ciudad y las calles. –¿Cómo nota la situación de los turistas marroquíes que llegan por los pasos fronterizos? –La hostelería siempre ha vivido de la entrada de ciudadanos marroquíes. Ahora no dejan pasar a casi nadie y esto afecta mucho al sector. Dicen que ha mejorado el tránsito, pero hay días que se dan atascos de tres y cuatro horas. Eso, a los hosteleros, nos mata. Además, yo insisto mucho en los fines de semana, cuando los melillenses se van de la ciudad. El que no se va a la península se va a Marruecos y Melilla se queda desierta. Deberían dejar entrar a la gente que viene a hacer turismo familiar desde el país vecino y quiere consumir. Aquí no sólo hay comercio, sino también hostelería. Lo lógico sería que los hosteleros tuviéramos esperanzas en los fines de semana. Si cierran la frontera nos ahogan. ¿Cuándo se ha visto un hostelero cerrar un fin de semana? Lamentamos que haya poca gente en la ciudad. En mi etapa de niño, en verano, nunca se veía un hostelero irse de vacaciones, pero ahora es lo que se está viendo. –¿Qué puede ofrecer al turista la gastronomía de Melilla? –Nosotros ofrecemos algo que no hay en ninguna ciudad. La gastronomía de Melilla no la hay en casi ningún sitio. Ya quisieran muchas ciudades tener la gastronomía que tenemos nosotros. Cuando una persona tiene interés de ir a comer a algún sitio, coge hasta un avión si hace falta. Aquí en Melilla tenemos cuatro o cinco culturas, contando la china, pues imagina la cantidad de gastronomías que tenemos. Además, en Melilla hay una materia prima que no hay en otros lugares, porque podemos tener pescado fresco, carne que la traemos de la península o frutas y verduras de Marruecos. Podemos traer cosas de la península y de Marruecos y esa es una ventaja que no tiene ninguna otra ciudad. Por eso la gastronomía de Melilla es diferente y creemos que se puede potenciar más si viniesen más personas a conocerla.
“No quería seguir como presidente, pero ahora tengo ilusión”
–¿Está contento de repetir como presidente aunque feuse por ausencia de candidatos? –Ahora sí que tengo ilusión. Al principio no quería continuar porque este puesto da mucho trabajo y muchos dolores de cabeza, pero los socios han insistido y yo lo he pensado bien y me he dado cuenta de que no había más remedio que seguir luchando por lo que queremos y tenemos. Espero estar contento a partir de ahora y hacerlo bien. El puesto seguro que me va a dar mucho trabajo, porque el sector lo requiere. –¿Qué nuevos retos tiene la Asociación de Hosteleros de Melilla? –Hay muchos retos por delante, lo que ocurre es que todavía tiene que reunirse la Junta Directiva para trazar una hoja de ruta de cara a seguir trabajando por el sector y abrir una nueva etapa para afrontar nuevos retos. –¿Qué logros considera que se han conseguido en los dos años que lleva como presidente? –Hemos conseguido varias cosas, pero queremos hacer hincapié en el asunto de las terrazas, que conseguimos reducir un 75% el coste. También destacamos la reducción en el precio del agua, la ampliación del horario de apertura y otras pequeñeces, como asuntos que resolver con Medio Ambiente, por ejemplo, que se han subsanado. –¿En estos dos años que lleva al frente de la asociación, ¿qué cambios ha apreciado en el sector? –Ahora hay más unión entre los hosteleros, hay un apoyo unánime hacia todas las gestiones que hemos llevado a cabo, que he sacado unas cuantas adelante. Estamos muy contentos con cómo se han desarrollado estos dos últimos años y de las gestiones que hemos hecho a través de la Asociación con la Ciudad Autónoma. Todas estas gestiones han sido positivas y constructivas. No ha habido ninguna que no haya salido adelante.