Las ciudades cada vez son más responsables con el medioambiente, con diseños pensados para el disfrute de los ciudadanos y menos para los transportes contaminantes. Pero, ¿es este el caso de Melilla? ¿Es nuestra ciudad ‘eco-friendly’?
“Melilla es la ciudad menos eco-friendly que conozco”, afirma Marina, una joven melillense a la que le sorprende que en una ciudad de 12 kilómetros cuadrados la gente utilice tanto el coche para moverse de un lado a otro.
“No he visto nunca a nadie que vaya a trabajar o que se mueva en bicicleta. Se coge el coche para absolutamente todo”, comenta que el “deporte regional” de Melilla es “dar vueltas con el coche” y, para más inri, “con coches de 30 años que contaminan más”.
En ese sentido, opina que en la ciudad no hay mucha gente que use coches eléctricos, que son una opción más amable con el medioambiente, y que, sin embargo, lo que más abunda son automóviles antiguos, “algunos no sé ni cómo han pasado la ITV” y que contaminan el doble.
Además de los transportes, Marina ha hecho hincapié que en Melilla no hay costumbre de reciclar. “Los bares tiran el aceite por ahí, cuando se podía hacer jabón. Vas a un bar y sigue habiendo pajitas de plástico cuando está prohibido venderlas”, señala. También resalta la suciedad en los entornos verdes y en la calle, porque a la gente le da igual tirar basura al suelo.
También afirma que mientras que en otras ciudades las tiendas de ropa de segunda mano están cada vez más demandadas para reciclar la ropa, aquí en Melilla no ha visto ninguna. En ese sentido, como pasa con otras formas de reciclar, cree que es muy importante que las prendas de vestir tengan una segunda vida.
Transporte sostenible
Que la cantidad de automóviles que circulan diariamente contribuyen enormemente a la contaminación. Para contrarrestar este efecto, hay muchos ciudadanos que abogan por los transportes sostenibles –una tendencia cada vez más en alza en el país, pero que todavía parece resistirse en Melilla– como la bicicleta, los patinetes y coches eléctricos, el transporte público. Una de las mejores alternativas y el transporte ecológico que se sigue usando desde hace siglos es la bicicleta, que parece tener cada vez más auge, al igual que los patinetes eléctricos.
La mayoría de habitantes en las ciudades del norte de Europa usan la bicicleta como medio de transporte, ya que es la opción de movilidad más sostenible y saludable (haces ejercicio al mismo tiempo que contribuyes a cuidar del medioambiente). A las bicicletas tradicionales también se le ha unido desde hace un tiempo las bicicletas eléctricas, que han permitido abrir más el abanico del transporte sostenible.
Los datos del Barómetro de la Bicicleta, la gran encuesta que se realiza sobre este medio de transporte, muestran que el número de personas que usan la bicicleta en España aumentó de 8,1 millones en 2019 a 11 millones en 2022, casi el 40% de la población. Pero la cifra aumenta hasta casi el 60% si se le añaden los ciclistas esporádicos. Un crecimiento que, según los expertos, se debe principalmente a la pandemia del Covid durante 2020.
En línea con las declaraciones de Marina, Javier, otro ciudadano encuestado, cree que la bicicleta como medio de transporte no está tan extendida en Melilla como en otras ciudades españolas. Asegura que sí que hay gente que la utiliza para ir al trabajo, además de hacer deporte, pero son las que menos.
Como ejemplo pone el carril bici, que en la ciudad autónoma tan solo está como tal en el paseo marítimo y tiene un nulo mantenimiento, a diferencia de otras partes del país que el carril bici se extiende por todas las calles y avenidas.
La calzada especial para los ciclistas va desde la Hípica hasta la rotonda del Real Club Marítimo, un recorrido pequeño y limitado en comparación con el de otras ciudades. Además, “está hecho polvo, lleno de boquetes y socavones”, y que está en sintonía con muchas de las carreteras de la ciudad.
Considera que esto es “un peligro” para todos, pero también para la gente que va en patinete eléctrico, por ejemplo, además de los que van en bicicleta.
Yo no tuve bici cuando era pequeña y a mi edad ya no voy a utilizar la bici, pero tengo dos piernas y caminar es sano. Y por supuesto el deporte preferido de los melillenses es dar vueltas con el coche y cuando caen tres gotas, más. Se utiliza el coche hasta para ir a por el pan y no se aparca dentro de la tienda porque no se puede. La zona de bajas emisiones no se sabe que es. Eso si, coches cuánto más grandes mejor y diésel para gastar menos en combustible y contaminar más. Y los ciclistas a ver si circulan en fila. unos detrás de otros y no en línea y con niños ocupando toda la vía.