En primer lugar, quiero dejar constancia que no me gusta – como a ningún otro melillense- que la central térmica se encuentre en la ubicación actual. Y, segundo, que no tengo ningún interés en defender a Endesa -aunque poseo la ingente cantidad de 566 acciones de los 1.059 millones que existen- a la que se la ha casi triplicado el canon que venía pagando hasta la fecha lo cual me perjudica directamente a mi bolsillo en unos 1,07 euros al año.
Creo que el Puerto ha gestionado bien la necesidad de ampliar la concesión que acabó el pasado 31 de marzo de este año. Primero, porque ha conseguido garantizarse unos ingresos anuales de unos 2 millones de euros frente a los 700 mil euros que venía percibiendo hasta ahora por el canon y que Endesa ha aceptado y renunciado a acudir a los tribunales. Segundo, porque el plazo de 35 años (habitual en este tipo de concesiones) se limita al 8 de enero de 2032 (algo menos de 10 años) si no se cumplen las obligaciones exigidas en el condicionante de la nueva concesión. Y, tercero, porque el Puerto no es el que ha concedido a Endesa la autorización necesaria para la generación de energía con los motores de combustión diesel ni el que puede o debe evitar que haya contaminación en la Ciudad.
¿Qué alternativa le cabía al Puerto de no haberse aprobado la nueva concesión? ¿Iniciar el lanzamiento de ENDESA de los terrenos ocupados? ¿Prohibirle que emita contaminación? Entiendo que no y que lo que ha conseguido el presidente del Puerto es que Endesa se comprometa a hacer inversiones en la construcción de un nuevo tanque de almacenamiento de combustible, el cambio de motorización de tres grupos diesel para consumo de GNL y la sustitución de combustible para la descarbonización de la Central Térmica de Melilla, además de la instalación para suministro de gas en el Puerto de Melilla y la construcción de una planta regasificadora de GNL. Y todo ello, se debe iniciar antes de los 9 años y pico fijados en la concesión. ¿Han hecho bien los siete miembros del Consejo de Administración que han votado a favor? Personalmente y en contra del criterio de mis compañeros de la Junta Directiva de la CEME pienso que el voto afirmativo era el único posible o- dicho de otra forma- el menos malo.
Por otra parte, se le achaca al Puerto que el mantenimiento de la concesión perjudica e “hipoteca” el desarrollo urbanístico del centro de Melilla. ¿De verdad que este desarrollo urbanístico depende de esta parcela de 17.000 m2? Entiendo que la Autoridad Portuaria como propietaria de esos terrenos podría tener más interés que nadie en desarrollar urbanísticamente la misma.
Por tanto, todos estamos de acuerdo -incluso el Puerto- en que la central de generación eléctrica debe “moverse” a otro lugar. Pero ¿de quién depende? Pues de muchos otros organismos públicos, pero no del Puerto. De no haberse paralizado por el partido socialista la ampliación exterior del Puerto en la que se había previsto el traslado de Endesa a esos terrenos ganados al mar seguramente ya se habría puesto la “primera piedra” para ello. Pero luego habría faltado que el Estado dotase de los fondos necesarios (bien de los PGE bien de los Fondos Europeos) para costear este traslado que por aquel entonces ya se estimaba en unos 159 millones de euros.
En el Plan Estratégico de Melilla se ha incluido una partida para ganar terrenos al mar por importe de 320 millones euros (pág. 230) y el Plan Integral establece -en el programa 06: MEJORAR LAS INFRAESTRUCTURAS ENERGÉTICAS- la actuación E2.M14: Actuaciones estatales para la conversión a gas natural de la Central Térmica de Melilla (págs. 92,93 y 94), pero sin dotar cantidad alguna para ello. El papel todo lo aguanta…
Por tanto, si no se le facilitan a Endesa las 4 Ha. que necesitaría en una nueva localización en los terrenos ganados al mar -como estaba previsto desde el acuerdo firmado el 10 de octubre de 2008 por la CAM, la AP de Melilla y la propia Endesa- o donde a la CAM o al Gobierno de turno en Madrid se le ocurra dentro de nuestros 12 km2, si no se dotan los fondos para pagar estas inversiones y finalmente se autorizan por el Ministerio correspondiente las nuevas instalaciones me temo que la concesión aprobada deberá decaer el 8 de enero de 2032 y entonces ¿dejará de operar ENDESA en esas fechas?. Entiendo que no, pero si no se ponen las pilas nuestros gobernantes no vamos a tener ni terrenos ganados al mar ni fondos para hacer posible este necesario traslado de la instalación de Endesa y su reconversión a energías menos contaminantes cuando llegue el plazo fijado por el Puerto. Por tanto, que la central térmica siga ahí no será culpa del Puerto.
Ya llevamos varios meses con el Plan Estratégico aprobado y algo menos con el Plan Integral publicitado a bombo y platillo, pero la realidad es que ni en los presupuestos de la CAM aparece nada para ganar los terrenos al mar ni en los PGE 2023 aparecen los 102 millones que según el Plan Integral deberían venir para Melilla y nada para las actuaciones estatales en el cambio de la generación energética anunciadas en el mismo. Y me temo que o cambian los gobiernos sus promesas por realidades o nos quedamos con la central de Endesa en el mismo sitio que está desde que dejó de venir el tren al cargadero de mineral y que, por cierto, también dejaba bastante polvo en suspensión a su paso y un cierto color rojizo en los edificios más próximos a la vía.
Como soy muy escéptico sobre las inversiones “pintadas” en un papel hasta no verlas en las páginas en el BOE y con la dotación correspondiente en los PGE me encomiendo a los Reyes Magos para que se hagan realidad nuestras ilusiones sobre el traslado de la central térmica de Endesa.
Feliz año.