La Semana Santa ya ha terminado. Para muchos, las vacaciones han acabado, mientras que otros no han notado ninguna diferencia porque seguían con la misma rutina. Preguntamos a la gente cómo han pasado estos días.
La Semana Santa ya ha terminado. Para muchos, las vacaciones han acabado, mientras que otros no han notado ninguna diferencia porque seguían con la misma rutina. Preguntamos a la gente cómo han pasado estos días.
Estoy totalmente de acuerdo contigo JF, he podido conocer en dos ocasiones la ciudad de Melilla y hay antagonismos en cada uno de sus rincones. Considero que es necesario conocer las realidades de primera mano.
Claramente desde el gobierno español se defiende a "cuerpo y espada" que Ceuta y Melilla son territorios españoles, sin embargo, y como comentas, no se atiende a esta ciudad como al resto de la península y eso, es observable en las calles, en los recursos, en el incumplimiento de leyes y de derechos tan básicos como la sanidad o la educación.
Por supuesto, y como dicen "siempre ha habido clases" y hay melillenses que disfrutan incluso de campos de golf mientras 15.000-20.000 personas viven en barrios marginales como la Cañada, y no son nadie, no son nadie porque ni siquiera tienen un documento de identidad que los identifique y por esa misma razón no acceden al resto de derechos.
Ese clima de violencia estructural condiciona el futuro de los niños y de las niñas, que han nacido allí, en la misma Melilla, al igual que otras tantas personas.
Además, es una vergüenza que pueda haber jóvenes viviendo en las calles, sí, hay centros de acogida como "la Purísima", pero los chicos prefieren pasar frío, mendigar, escapar... precisamente porque las condiciones de dichos centros son lamentables. ¿Dónde están las inspecciones de sanidad en esta ciudad? ¿Y la responsabilidad estatal en cuanto a la tutela de los menores?
Por otra parte, dar las gracias a las poquitas personas que luchan día tras día junto a ellas, y lo hacen a contracorriente para cambiar ese ambiente, simplemente estando, apoyando, alimentando, sonriendo, jugando, traduciendo, transportando, luchando.
Es una cuestión de humanidad y de derechos humanos.
La ciudad de Melilla, todo un contraste. Como se dice en uno de los vídeos...un poquito de pobreza y desigualdad, aunque realmente yo diría un MUCHITO de pobreza y desigualdad...Las leyes están ahí para cumplirse, sin embargo, Melilla parece la ciudad sin ley:
- Chicos viviendo en la calle, jugándose la vida a cada instante, sin acceso a unas mínimas condiciones de educación, alimentarias... que faciliten su desarrollo dignamente.
- En el barrio de La Caña, mucha de la gente que vive allí es estupenda, aunque prácticamente el barrio es un gueto; la autoridad la imponen los jefes de cada bando y el ambiente no es nada propicio para que lxs niñxs que viven por allí puedan estudiar y formarse como personas a pesar del esfuerzo que muchas personas hacen a diario para conseguirlo.
Por otro lado, las instituciones se lavan las manos en cuanto a la atención de los menores, como en el centro de acogida de La Purísima, donde viven hacinados y en unas condiciones higiénicas deplorables desde hace mucho tiempo sin que nadie ponga remedio.
Melilla es parte del Estado Español, pero parece que un poco menos que otros territorios...¡vergüenza de instituciones!