En una mano el ratón del ordenador. En la otra, un abanico. Hay quien tiene en su mesa un pequeño ventilador.
El termómetro en una de las oficinas del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) marcaba 32 grados a primera hora de la mañana, pero conforme avanza el día el calor aumenta. Los funcionarios critican que no pueden trabajar en estas condiciones.
“Hace ya por lo menos cuatro años que el aire acondicionado está estropeado. No funciona ni para enfriar ni para calentar. En verano estamos con nuestro sudor cayendo y en invierno trabajamos con los abrigos”, explicó a El Faro Mohamed (nombre ficticio) uno de los trabajadores de estas dependencias. Actualmente no disponen de climatización en sus oficinas y, sobre todo estos días de altas temperaturas, les resulta “desagradable” trabajar en esta situación.
Este funcionario asegura que el problema afecta tanto a los trabajadores “que pasan toda la jornada” en las oficinas, como a los usuarios. “Te afecta al humor y al ánimo. La gente que acude al paro, que ya de por sí viene de perder un empleo o buscando un trabajo, que viene ya angustiada encima se encuentra con el calor desagradable de aquí. La situación se vuelve más tensa”, aseguró.
Calor, dentro y fuera
En este sentido, Nasser, uno de los usuarios que acudió ayer a la oficina donde se sella el paro, afirmó que hace “mucho calor”. “Salimos fuera a tomar el aire, porque no puede ser. El año pasado estaba mejor”, señaló. Aseguró que no había colas y no tardó mucho en ser atendido, pero “hace mucho calor dentro”. Otra de las usuarias que acudió a la oficina de prestaciones comentó que hacía “muchísima calor”. “Ahí no se podía estar. No sé cómo los trabajadores pueden estar ahí”, agregó.
El pasado jueves funcionarios y usuarios se quejaron mediante una “carta sarcástica” de esta situación que denominaron como “colas de calor” con la que pretendieron hacerse oír e intentar llegar a una solución.
El problema, según Mohamed, es que la instalación que hizo en su momento, en 2012, la empresa encargada fue “deficiente”. “El aire acondicionado no podía cubrir todos los espacios de las oficinas y se estropeó. La empresa quebró”, aseguró. El problema, según destacó, es que no hay ninguna empresa que se haga responsable de la situación y, mientras tanto, para poder dar una solución “hay que sacar a concurso la contratación y eso lleva su procedimiento”. Desde la Dirección Provincial del SEPE les comunicaron que el año pasado se pidió presupuesto para contratar a una empresa que arreglara el problema de la climatización de las oficinas, según aclaró, pero hasta el momento no se ha conseguido.
Esperando solución
Mientras llega o no el arreglo del sistema de aire acondicionado, los trabajadores continúan con sus labores abanico en mano. “No nos queda otra. No podemos abandonar nuestro puesto de trabajo, porque al fin y al cabo es un servicio público. Dentro de lo que cabe y en la mejor medida que podemos, intentamos prestar un buen servicio”, explicó.