La Semana Santa ya se encuentra en todo su esplendor en Melilla. Un año más, los devotos y los amantes de las tradiciones están disfrutando de las procesiones que recorren el corazón de la ciudad. Y ayer, Domingo de Ramos, tuvo lugar una de las más representativas.
Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder hizo ayer su entrada triunfal en el Parque Hernández, donde fue recibido el paso de La Pollinica. Por fortuna, brillaba un sol radiante y multitud de melillenses acudieron a este recinto ajardinado, que por un día fue “la Jerusalén de Melilla”, para contemplar esta tradición tan fundamental en nuestra cultura.
Hablar de esta ciudad significa, entre otras muchas cosas, hablar de la Legión. Esta unidad militar no podía faltar en una celebración como la de ayer y, como es habitual, los caballeros legionarios acompañaron a la Cofradía de la Flagelación en este Domingo de Ramos. Las maniobras de los legionarios del Tercio Gran Capitán en su desfile despertaron la admiración del público presente.
Ayer también se celebró otro de los recorridos más tradicionales de la Semana Santa melillense, el traslado del Nazareno desde Melilla La Vieja hasta la plaza de toros, desde la cual saldrá esta tarde en la procesión de la Sentencia, la única que se celebra este Lunes Santo. Decenas de melillenses acompañaron a los tronos en su camino desde las murallas del Pueblo hacia la Mezquita del Toreo.
Los ciudadanos están disfrutando de la Semana Santa, una época en la que, todo hay que decirlo, muchos optan por irse de vacaciones fuera de Melilla. Sin embargo, como pudo comprobar ayer El Faro, la gente llenó las calles, para asistir a la procesión de La Pollinica, algo que, por cierto, agradecieron en el sector de la hostelería.
No en vano, la afluencia de ciudadanos por las calles permitió que muchos bares y restaurantes tuvieran llenos sus locales y terrazas. Así, el sector afronta esta Semana Santa con optimismo, lo que siempre es una buena noticia.