Hace unas semanas muy pocos hubieran apostado un euro a que la UD Melilla acabaría la primera vuelta justo en mitad de la tabla clasificatoria. La fe del técnico y de los integrantes del plantel unionista en relación a que las cosas irían a mejor se ha visto recompensada con los resultados de las últimas jornada. Sobre todo de las dos más cercanas en las que el conjunto melillense ha sumado todos los puntos en juego.
Los azulinos despidieron el año con un triunfo en tierras sevillanas frente al filial del Sevilla FC, el primero del curso lejos de casa; y han empezado el nuevo año con una victoria más sufrida de lo esperado frente a otro rival directo en la pelea por la permanencia como es el San Roque de Lepe. Un equipo que llegaba al Álvarez Claro tras encadenar cuatro jornadas sin perder y habiendo conseguido un valioso empate (2-2) en su visita a casa de un líder, el UCAM Murcia, que ha acabado el primer tramo de la competición sin conocer la derrota.
La primera vuelta de la escuadra melillense puede catalogarse de irregular. Un primer tramo de competición en el que han primado los empates (hasta diez) y han escaseado las victorias (cuatro), pero si algo hay que destacar es que, a pesar de todo, el equipo unionista es el séptimo conjunto del Grupo IV que menos partidos ha perdido (cinco), menos que algunos de las escuadras que han acabado en la zona de playoff o muy cerca de ellas: el Betis B con siete partidos perdidos, y la Balompédica Linense, con seis, son claro ejemplo de la importancia de sumar de tres en tres.
La situación no es para lanzar las campanas al vuelo, puesto que los puestos de descenso se encuentran a solo dos puntos de diferencia, pero ahora empieza un nuevo tramo liguero en el que la UD Melilla deberá demostrar su potencial y el por qué es uno de los equipos con mejor presupuesto del Grupo.
De inicio, el equipo que dirige Fernando Currás comenzará la segunda vuelta en casa frente a uno de los equipos que ha perdido los mismos partidos que el azulino: el Almería B. La diferencia estriba en el balance de partidos ganados en el que el filial rojiblanco supera en tres victorias a los norteafricanos.
El próximo rival del Melilla, que dirige el que fuera técnico azulino Miguel Rivera, está demostrando que es uno de los equipos más incómodos de la competición. El cuadro almeriense, que ocupa la séptima posición en la clasificación, afronta el partido después de ganar con claridad (1-3) en su visita al feudo del La Hoya Lorca. El del Rivera es el tercer equipo menos goleado del campeonato y será una buena prueba de fuego para prever qué futuro inmediato depara la competición para el conjunto de Currás.
Los azulinos encadenan ocho jornadas sin conocer la derrota en un balance en el que las victorias empiezan a acercarse a los empates, por lo que de seguir en la dinámica positiva en la que se encuentran más pronto que tarde sabrán por qué objetivo pelearán. De momento los números indican que el Melilla va bien encaminado para conseguir la permanencia, aunque la distancia tan corta con el descenso hace que no pueda descuidarse. De ganar el domingo al Almería B el panorama podría aclararse, todo lo contrario de no hacerlo.
En cuanto a la jornada en sí, llama la atención que en esta ocasión el número de empates haya sido escaso: tan solo dos. Si esperado fue el cosechado por la Balona en su visita al Nuevo Los Cármenes frente al Granada B, menos lo fue el conseguido por el Córdoba B en su visita al Nuevo La Victoria ante el Real Jaén.
Todos los resultados que cosecharon los equipos de la zona baja favorecieron en gran medida a la UD Melilla, de ahí el salto cualitativo que el equipo azulino ha dado en la tabla clasificatoria en la que ahora aparecen nueve rivales por detrás.
El Marbella consiguió la primera victoria en liga de la “era Alfaro”, mientras que La Roda dio buena cuenta del FC Cartagena, un equipo venido a menos en las últimas jornadas. El UCAM Murcia sigue al frente de la clasificación gracias a una primera vuelta impoluta en la que nadie ha sido capaz de hacerle hincar las rodillas. El Cádiz se repuso del tropezón en Villanueva de la Serena y volvió a la senda del triunfo a costa de un Arroyo al que las numerosas bajas siguen mermando. La Hoya Lorca de José Miguel Campos sigue de capa caída a la espera del partido aplazado ante el San Roque y que disputará mañana en el Ciudad de Lepe.