El bailaor flamenco Antonio Canales se subirá a las tablas del Kursaal los días 17 y 18 de este mes.
El viernes 17 y el sábado18 de abril, las tablas de Teatro Kursaal vibrarán con el baile del veterano y experimentado bailaor flamenco Antonio Canales. A Melilla viene a presentar su propio espectáculo, ‘Una moneda de dos caras’, que describe como un “autorretrato descarnado”, en el que se muestra como realmente él quería hacerlo.
–¿Qué podremos ver en la obra 'Una moneda de dos caras', que se estrena en Melilla el próximo día 10 de abril?
–En este último trabajo que ahora voy a presentar en Melilla, he volcado toda le experiencia acumulada durante mis 30 años sobre los escenarios. He intentado ser fiel a mi vida personal y artística, en un monólogo descarnado y lleno de acentos de humor, dolor y amor.
–¿Qué aspectos destacaría del espectáculo? ¿Qué tiene de diferente con respecto a otros de los que ha formado parte?
–Es novedoso en todo los efectos y Concepción. Jamás había abierto mi corazón de una forma tan sincera. Además, la puesta en escena utiliza el Video Maping y está llena de magia y técnicas actuales para dar al espectáculo ese toque irónico y na if con el que está concebido.
–¿Por qué el título de su obra es 'Una moneda de dos caras'?
–En el caso de mi vida es algo obvio y evidente. Soy Antonio Gómez de los Reyes según el DNI, y también Antonio Canales, nombre artístico que siempre me ha acompañado. Una moneda, además, tiene su cara y su cruz, y en las vidas normalmente el ser humano debe hacer frente, constantemente, a esas dos formas que se van presentando durante su existencia.
–¿Qué le ha llevado a lanzarse a hacer su propia obra? ¿Qué le ventajas e inconvenientes le ha aportado ser el creador del espectáculo?
–Bueno, es algo que no está tramado a la ligera. Llevo muchísimo tiempo esperando el momento adecuado y el tramo de mi vida en el cual yo me sintiera con las ganas y el valor de mirarme en el espejo del alma. Ése al que tanto intentamos ignorar. Creo que he elegido el mejor de los momentos para ello. Las ventajas son múltiples, ya que esta vez me lanzo en solitario como guionista, director, intérprete y coreógrafo. O sea, hecho a mi justa medida.
– En su obra dice que se muestra tal y como quería, ¿cómo quería usted mostrarse ante el público?
–Pues en esta ocasión, sobre todo, sin estar filtrado por ningún personaje. Con el alma abierta de par en par.
– ¿Considera que ha llegado a un punto álgido y bueno de su carrera?
– Creo que, en estos momentos, estoy viviendo el tránsito de mayor plenitud y la etapa mas maravillosa de mi carrera artística.
– ¿Cómo ve la situación actual del flamenco?
– El flamenco hoy en día tiene una salud fantástica. Hay grandes intérpretes en todas sus disciplinas y modalidades, grandes maestros, Escuelas maravillosas y un alumnado entregado a la causa. Claro esta: Eso en cuanto a disciplina artística se refiere. En el apartado de ayudas y facilidades por parte de los organismos oficiales nunca estuvimos mas huérfanos y desprotegidos que ahora.
– ¿Está lo suficientemente valorado en España o lo está más fuera de nuestras fronteras?
– No, eso fueron épocas pasadas. Hoy en día el Flamenco está valorado en todos los sitios en igual maneras y formas. Somos Patrimonio de la Humanidad. Que se ayude en todos los lugares mucho mas que en nuestras propias fronteras, es un hecho aunque triste pero evidente.
– ¿Cómo ve el mundo del espectáculo? ¿Tiene margen para mantenerse y crecer?
– El arte es algo imposible de frenar, ya que no es un oficio como otros tantos que tengan un horario preciso, y dependa de un tipo de demanda. La expresión artística no es un oficio, es el misterio del ser humano, su respiración interior. La humanidad necesita expresarse en todos los momentos de su existencia. Sea en la guerra o en la paz, en la humildad o en la opulencia. El arte es un deber para que el ser pueda vivir. Lo de mantenerse y crecer ya no depende del artista o el creador, y en esto no puedo ser objetivo y denuncio a nuestros dirigentes y, como consecuencia de ello, a nuestro país, porque su apuesta es ínfima.
– ¿Qué opinión le merecen iniciativas como el Plan Platea del Ministerio de Cultura, gracias al cual viene su espectáculo?
– Eso sí es un regalo del cielo. Yo lo estaba esperando, para que esta obra mía no fuese objeto de mercadería consumista y fácil, y sus precios fueran una quimera inalcanzable para la mayoría del público que en estos momentos no pasa por el mejor momento. De esta forma es en la que se debe actuar, poniendo el corazón y las ganas sobre la platea. Fomentar las artes desde nuestro Ministerio de Cultura es un deber para con el pueblo y un producto de primera necesidad para el alma. Y de esta forma nos facilita a todos la maravillosa labor de la expresión artística.
– ¿Cree que deberían llevarse a cabo más planes de este tipo para fomentar el sector artístico y cultural?
– No es que solo lo crea, es que sueño con ello, y lo exijo.
– ¿Ha venido con anterioridad a Melilla? ¿Qué conoce de la ciudad?
– Melilla es una tierra especial. Tengo muy buenos amigos allí, y en otras tantas ocasiones he ido de vacaciones o a escribir y descansar. También he acudido a inaugurar nuevos espacios para el flamenco y, además, he tenido el placer de hacer televisiones en directo y bailar en el teatro. Melilla es la bella peineta de marfil y coral que España lleva incrustada en la punta en su pelo. Bella, diferente, étnicamente una frontera de amor.
– ¿Qué impresión tiene de Melilla y qué espera descubrir en su visita?
– Melilla nunca es la misma. Siempre que vengo acaban sorprendiéndome sus formas, su clima y su gente. Ella se mira al mar constantemente, y el mar nunca es el mismo. Espero ver a mis amigos y entregarme a mi público con todo el corazón. También salir de compras, mirar su cielo estrellado, sentir el olor de su sal, disfrutar de su hospitalidad y su gastronomía y, sobre todo, pasarlo bomba.