La escritora Elvira Menéndez presenta esta tarde a las 20:00 horas en el Salón Dorado una obra basada en un pasaje de la historia española, ‘El corazón del océano’.
La escritora Elvira Menéndez Gozález presenta esta noche a las 20:00 horas en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea su último libro, ‘El corazón del océano’. Su pri mera incursión en la novela para adultos, ya que esta actriz, guionista y directora de teatro, ha estado muchos años dedicando sus historias al público infantil y juvenil. Entre sus obras para los más jóvenes están ‘Caos en Carnaval’, ‘Tomás hace de papá’, ‘Caos en el super’ y ‘Al y Oli, dos vampiros sin dientes’.
Menéndez González comentó a El Faro cómo llegó a sus manos la historia de las mujeres que protagonizan ‘El corazón del océano’ y sus primeras impresiones sobre la adaptación que está haciendo Antena 3 de esta novela, que se presentará en seis capítulos en forma de miniserie. La escritora recibió a El Faro, con amabilidad y una gran sonrisa, tras pasar sus primeras horas en la ciudad.
–¿Ha estado alguna vez en Melilla?
–No, es la primera vez que vengo a la ciudad. Pero me ha encantado. Hemos hecho un paseo delicioso y qué rico el pescado que hemos comido. Pensaba que era más pequeña y sí que tenía una idea romántica de cómo era la ciudad y eso se ha cumplido. En realidad, es más bonita de lo que imaginé. La ciudad me ha sorprendido. Las casas y las calles me han gustado.
–¿Qué destacará al público melillese en la conferencia de esta noche?
–Les comentaré los detalles de ‘El corazón del océano’. Esta obra habla de una historia cierta realizada en 1550 por un grupo de mujeres, que unos dicen que fueron 100 y otros 50, aunque yo en el libro puse 80. Ellas fueron llevadas a Asunción para casarse con los conquistadores, pero es que fue una expedición que al final terminó al mando de una mujer, algo insólito en aquella época.
Es una historia muy interesante porque más que ser sobre unos conquistadores fue más una colonización. Ellas llegan allí y se encuentran con un mundo completamente distinto. En el libro se habla sobre cómo era esa península en aquellos tiempos, el viaje hasta América y del viaje interior que ellas también tienen que hacer. Estas chicas eran muy jóvenes y las llevan para poblar, pero en ese viaje en el que adquieren todo el protagonismo van cambiando su mentalidad y de eso es lo que se trata en la novela.
Mecía de Calderón, que fue la que dirigió la expedición, existió y se había perdido esta historia a pesar de que hiciera cosas importantes. Ella era la mujer del adelantado, pero su marido se murió en Sevilla y se hizo cargo de esa expedición en tiempos muy duros. A esa tierra sólo iban los conquistadores, gente muy dura y ella mandó y lo llevó a término.
–¿Cómo conoció la historia de Mencía de Calderón?
–Pues no se lo va a creer. Escribo libros infantiles y juveniles y en el año 1988 me propusieron de cara al 1992, por el aniversario del descubrimiento de América, hacer un libro juvenil sobre este tema. Estuve mirando mucha documentación, tarea en la que me ayudó mi marido, y todos los temas eran muy sangrientos y de conquista para este tipo de literatura. Pero de pronto, encontró la historia de esta mujer y empecé a investigar. Escribí un libro juvenil de unas 70 páginas y cuando terminé pensé que la historia no quedaba completa, pero como el libro era de cara al 1992 y se publicó en 1989, pensé que me lo devolverían y podría escribir la historia tal y como me hubiera gustado. Sin embargo, tuvo mucho éxito y estuvo publicado unos quince años y una vez que se acabó el contrato de esta publicación, retomé la historia, aunque de forma diferente, y empecé a hacerla más larga, tal y como creía que tenía que hacerla. Años después la tenía ahí pendiente y dejé apartados unos guiones con los que tenía problemas y terminé el libro.
Estoy encantada porque ya han grabado una serie de televisión y es un hecho histórico cierto y es muy bonito que de cosas de nuestra historia se haga una serie. Estamos acostumbrados a ver la conquista del oeste y esto fue mucho más que este hecho, fue una azaña tremenda. El viaje fue complicadísimo y era más largo y tan sólo 50 años después del de Colón. A esta expedición le roban los piratas los instrumentos de navegación y tienen que atravesar el océano sin guía y lo hacen estas mujeres.
Además, hay que tener en cuenta lo que significaba ser mujer en aquella época, con esos vestidos que llevaban aros en la parte inferior impidiendo casi el movimiento. Nos podemos imaginar lo que tuvieron que pasar esas mujeres que no tenían agua dulce para lavar la ropa y con la ‘costumbre’, como llamaban ellos a la menstruación. Hacían sus necesidades en ‘los jardines’ unas tablas puesta en cubierta, pero que no era fácil para ellas. Y toda la investigación que hice para averiguar todas esas cosas resultó muy divertida y he aprendido mucho.
–¿Fue muy complicado encontrar documentos sobre esta historia?
–Sí, porque tuve que buscar mucho. Es más, se escribieron unas memorias que deben andar por Argentina y que todavía no he conseguido localizar. Es muy complicado encontrar documentación sobre los viajes por mar o sobre cómo vestían las mujeres de la época. Tampoco hay mucho sobre el maquillaje, que no tiene nada que ver con el mundo de ahora. Se maquillaban las palmas de las manos, los hombros, las mejillas y la punta de la nariz con colorete o las sienes. Era un mundo muy distinto y a mí me gustó ver cómo pensaban, caminaban o vestían. El mundo de estas mujeres me resultó muy curioso.
–¿Cree que estas mujeres fueron enviadas a su suerte o que fueron valientes por embarcarse en esta aventura?
–En realidad, fueron enviadas. La protagonista sí es una mujer valiente, pero el resto eran unas niñas prácticamente. El problema era que en Asunción había un problema político, pues los conquistadores se estaban ‘amancebando’, como se decía entonces, con indias. A Asunción la llamaban el jardín de Mahoma porque cada conquistador tenía un harén. Los españoles, en general, reconocían a sus hijos, por lo que eran ‘decentes’. Pero la Corona teme esta situación y Portugal estaba avanzando hasta el río de la Plata y por ello necesitaban a gente que poblase y por eso mandan a estas mujeres. Se supone que tenían unos quince años, que iban para poblar, y a la vez, hablo del cambio que se produce en ellas porque son seres humanos.
En la península no eran mayor de edad nunca, pues del padre pasaban al marido y luego al hijo. A veces las viudas conseguían hacerse con el poder, pero no en muchas ocasiones. Así que me intento meter en el piel de ellas. También está la reforma de Trento de la Iglesia Católica que decidía si la mujer tenía alma o no. Por ello, hay una represión muy fuerte para las mujeres. Esa clase de mujeres salen de aquí y llegan a un mundo nuevo al que ellas llevan cosas y reciben otras.
–El libro cuenta con diferentes escenas de esta historia.
–Tiene tres partes. Intento mostrar a través de los protagonistas cómo era la vida en la península, luego el viaje, en un barco tan pequeño, amontonados y sin poder lavarse; y otra parte que es cuando llegan ellas a Asunción. Así, se cree que llegaron la mitad de las mujeres pues tuvieron peste y muchas otras calamidades.
–¿Recomendaría a las mujeres de hoy leer este tipo de historias para conocer la vida que otras tuvieron?
–Creo que sí. Esas mujeres van a América a lo mismo que iban los hombres, en busca de una vida mejor. Ellas van por razones diversas, y seguramente como expongo en el libro, la mayoría serían hidalgas sin dote y una mujer sin este dinero no podía si quiera entrar en un convento. La sociedad era muy complicada entonces porque los hidalgos no podían trabajar y estaba mal visto. Ellas eran hijas de hidalgo y aunque estuvieran muertos de hambre no podían trabajar. Además, para los conquistadores de Asunción, que eran gentes muy rudas, eso de casarse con una hidalga sería algo importante. Reflejar ese mundo es lo que intento en esta novela. Y aunque sólo sea para aprender, creo que es muy curiosa.
–¿Supuso muchos cambios en la forma de realizar su trabajo el dejar la literatura juvenil para pasar a la novela de adulto?
–No mucho, ya que he hecho guiones para adultos. No es más difícil porque escribir para niños te obliga a estar seleccionando mucho. Piensas que esta escena no la van a entender, recortas porque algo es demasiado largo, pero de pronto tener esa liberta de decir hago lo que me da la gana, también se agradece. Los niños si no les gusta te lo dicen, es lo malo que tienen, que son muy sinceros. Cuando escribes para ellos intentas que se enteren, que no sea un rollo, como ellos dicen, pero en este mundo tengo más libertad.
–¿Es difícil elegir qué temas tratar en sus obras juveniles e infantiles?
–Lo más complicado es elegir un tema que les guste a ellos. Los niños siempre dicen la verdad y si no les gusta te lo cuentan. Elegir los temas que les interese sí que es difícil y a mí me cuesta mucho trabajo.
–¿Qué le parece la adaptación de Antena 3 de su novela? ¿Le ha echado un vistazo al guión?
–No participé en el guión, pero sí que le eché un vistazo a algunos capítulos. Se han centrado más en el viaje, algo que era lógico. Pero las imágenes que he visto me han sorprendido para bien. He visto unas imágenes sobre la tempestad y son más espectaculares que el trailer. No he visto todos los capítulos, pero me he quedado muy sorprendida de las imágenes. Me han gustado y además, que hayan dedicado a una parte de nuestra historia un serie que ha costado tanto dinero... estoy encantada.
–¿Cree que conservarán en esta serie el protagonismo para las mujeres?
–Bueno, siendo el protagonista un sex simbol como Hugo Silva... Es un hombre muy atractivo y está muy bien en el papel. Hace del personaje que se pelea con la ‘adelantada’, con quien tiene una historia de amor y odio en la serie. Pero espero que sí se vea el viaje de estas mujeres, aunque para contestar con seguridad tendría que haber visto todas las horas de la serie.
–¿Cuáles son sus siguientes proyectos?
– A lo mejor hago una continuación de este libro, que sería contar que pasó 20 años después, cuando fundan por segunda vez Buenos Aires. Y además tengo otra novela para adultos que sería sobre una actriz del siglo XVII que tiene un hijo con el rey. Me gustaría recoger el mundo de los corrales de comedia y de los teatros que me gusta. Estoy en las dos cosas.
–¿Cree que su formación como actriz y sus trabajos como dirección en teatros ha influido en su escritura? ¿Que sea una forma de narrar más visual?
–Me imagino que sí. A veces me dicen esto, pero es de una forma inconsciente. No sé si por escribir guiones, por la literatura para niños o porque es mi forma de escribir. Uno nunca sabe cómo escribe o cómo definirse. No sé como es mi estilo, escribo lo que me sale. Me imagino que le pasa a todo el mundo. Lo que sí es que quito mucho texto y probablemente sea un vicio de los libros infantiles y juveniles, para que tenga más ritmo. Siempre estoy preocupada por el ritmo y a veces quito texto, aunque no debiera hacerlo. Limpio mucho para que la narración tenga más agilidad.