En un país como el nuestro, una España democrática que es ejemplo en todo el escenario internacional por ser un Estado de Derecho garantista y por contar con unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad prestigiosos y valorados dentro y fuera de nuestras fronteras, solo los delincuentes viven con miedo permanente a ser detenidos.
La inmensa mayoría de los melillenses nos sentimos seguros cuando vemos a un agente velando por la seguridad en las calles, en un edificio institucional o en una jornada electoral. Lo hacemos porque sabemos que están ahí para garantizar nuestra seguridad, nuestros derechos y libertades.
A la Delegada del Gobierno, Sabrina Moh, le corresponde dirigir las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado en el territorio, para garantizar la seguridad ciudadana y el libre ejercicio de los derechos y libertades de los melillenses. Y nadie puede dudar de que, desde que accedió al cargo, ha cumplido y ha hecho cumplir con la legalidad y con sus deberes y obligaciones para con la ciudadanía.
Ante la sombra de duda que se había planteado en estas elecciones por la elevadísima petición de votos por correo, la Delegación del Gobierno, en estrecha coordinación con el Ministerio de Interior, junto con la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, la Junta Electora y el magnífico trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, han puesto un dispositivo en marcha que ha servido para echar por la borda cualquier intento de fraude del proceso electoral en Melilla que pudiera darse.
El Gobierno del PSOE ha actuado de forma rápida, eficaz y contundente y los mecanismos del Estado de Derecho han funcionado. Todo con un único objetivo, garantizar la normalidad democrática y un proceso electoral limpio.
Se ha llevado a cabo el mayor despliegue de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de toda la historia. Aquí hay que recordar que, tras la sustracción de documentación electoral a trabajadores de Correos, se puso un acompañamiento individualizado a todos los trabajadores de reparto de Correos para garantizar su seguridad. Y, en este punto, quiero agradecer, en nombre de todos los melillenses, el trabajo que ha llevado a cabo la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local.
Pero, además, a la dotación de Policía en las inmediaciones de Correos, este año, por primera vez, se han sumado agentes dentro de la propia oficina que, además de dotar de seguridad a los trabajadores y ciudadanos, tenían encomendado la identificación de personas que pretendiesen entregar más de 5 votos así como de la relación de votos que intentasen entregar.
Para evitar que, a través del Puerto, Aeropuerto o vía Marruecos, se llevasen votos a la península de forma masiva y adulterar así el proceso electoral, se han implementado controles en estos puntos. Como ven, ha sido un esfuerzo ingente, con un único fin, garantizar el derecho de los ciudadanos a un proceso limpio y democrático, que es lo que los melillenses nos merecemos.
La sombra de la sospecha sobre posible compra de votos ha existido en otros comicios, pero el Gobierno del PSOE es el único que ha llevado este enorme dispositivo para evitar que esa posibilidad se materializase. Y lo ha hecho porque, ante todo, los socialistas somos demócratas y auténticos patriotas, ya que lo primero para nosotros es la defensa de las instituciones de nuestra ciudad y de nuestro país.
La Junta Electoral Local, con el voto particular en contra del representante de CpM, acordaba el pasado miércoles exigir al elector que entregaba su voto en Correos identificarse con DNI o pasaporte. Y, a petición del Ministerio de Interior, la Junta Electoral Central ratificaba, este mismo jueves, esta decisión y la extendía a todas las oficinas de correos del territorio nacional cuando se trate de documentación electoral dirigida a Melilla.
Una magnífica noticia que ofrece más garantías y que, de facto, cierra la puerta a quien pretenda entregar sacas de votos en oficinas postales de otros puntos de nuestro país. Nadie que defienda unas elecciones libres y sin sombra de sospecha puede ponerle ni un pero u objeción a esta decisión.
Lo que los socialistas queremos es que los melillenses elijan este 28 de mayo a sus representantes en base a sus convicciones, de forma libre, sin coacción y, por supuesto, sin la sombra de la venta y compra de votos.
Yo, como bien saben, aspiro a ser la presidenta de Melilla porque quiero lo mejor para mi ciudad y para la ciudadanía, porque quiero seguir trabajando por el presente y el futuro de mi querida Melilla, y convertirla en la ciudad que todos soñamos, un lugar de progreso, de concordia, una ciudad amable y con buenos servicios, bien conectada y con una oferta cultural al gusto de todos. Quiero una Melilla igualitaria, de todos y para todos, referente de la formación y con nombre propio en el turismo nacional e internacional.
Quiero serlo porque cuente con el apoyo de los ciudadanos, en unas elecciones libres y limpias. Por ello quiero agradecer públicamente al Gobierno de Pedro Sánchez y a la Delegada del Gobierno en nuestra ciudad que hayan puesto todos los medios para garantizar un proceso electoral limpio, porque los melillenses somos gente honrada y no nos merecemos que manchen el buen nombre de Melilla.
Quiero terminar haciendo un llamamiento a la ciudadanía para que acuda masivamente el próximo día 28 de mayo a su colegio electoral y vote en urna. Que los melillenses, en libertad expresen su voluntad de cómo quieren que sea la composición de la próxima Asamblea, será un éxito de todos los que creemos y defendemos la democracia. Y deben saber que, si depositan su confianza en mí, seré a Presidenta de todas y todos y no les voy a defraudar, porque los socialistas ni compramos votos ni vendemos humo.