Los consejeros de Economía y Hacienda de los Gobierno de Melilla y Ceuta volvieron a reunirse el jueves pasado para seguir aunando esfuerzos en su empeño de que el Ejecutivo central escuche y atienda sus peticiones. Fue una cita cordial, como no podía ser de otra forma, pero eso sí, con una carga importante de trabajo por la consecución de unas demandas que tanto uno como otro Gobierno consideran más que justas.
Sin embargo, el encuentro ya se inicio con el conocimiento de que deberían salvar grandes obstáculos para el logro de sus peticiones, pues Gaspar Zarrías anunció, previo a la cumbre, que la medida de rebajar las cuotas patronales en ambas ciudades debería, cuando menos, aplazarse.
Un anuncio que infundía más valor a las declaraciones que el consejero de Economía melillense realizaba durante las días previos a la cita y que ayer mismo repitió, respecto a la poca confianza que había de que algunas de sus demandas fueran atendidas por el Gobierno socialista.
A pesar de todo, los ánimos no decaen en hacer frente común, que volverán a consolidar a finales de marzo y primero de abril.