Intentó atracar armado con un cuchillo y un hacha a un marroquí el 26 de enero, después huyó a la vivienda familiar, de donde fue sacado por la Policía tras cuatro horas amenazando a los agentes.
El Juzgado de lo Penal 1 celebró ayer el juicio contra Mohamed Mohamed Mohamed, más conocido como ‘El Toro’, quien el pasado 26 de enero se atrincheró en la vivienda familiar en el Monte María Cristina tras haber intentado atracar armado con un cuchillo y un hacha a un ciudadano marroquí. En el domicilio familiar permaneció durante más de cuatro horas en las que no dejó de insultar y amenazar a los agentes y vecinos. Finalmente, la Policía Nacional entró en la vivienda y detuvo a ‘El Toro’, quien permanece en prisión por estos hechos desde entonces. Ayer en el juicio, el acusado aseguró no acordarse absolutamente de nada de lo ocurrido aquel día.
El Ministerio Fiscal pide para ‘El Toro’ cuatro años y tres meses de cárcel por un delito de atentado, un año y once meses de prisión por un delito de robo con violencia en grado de tentativa, una multa por las lesiones causadas a los agentes, una indemnización de 180 euros al policía que resultó herido durante la detención y 200 euros más en concepto de los desperfectos que sufrieron los uniformes de los agentes actuantes. Por su parte, la abogada de la defensa solicitó la absolución de ‘El Toro’.
El suceso ocurrido en el Monte María Cristina el pasado 26 de enero fue filmado por los medios de comunicación y las imágenes fueron una de las pruebas aportadas por el Ministerio Público durante el juicio. Mohamed Mohamed aseguró sentirse “muy avergonzado”. “Vi el vídeo del telediario. Ése no era yo. Estoy muy muy avergonzado”, reiteró.
‘El Toro’ dijo que el 26 de enero había subido a su casa y descubrió que se la habían quemado. A consecuencia de ello, dijo haber ingerido un bote de pastillas, posiblemente Trankimazín, que mezcló con alcohol. Desde ese momento, aseguró que no se acuerda de nada de lo que sucedió después hasta que se despertó en la Comisaría al día siguiente.
“No estaba en mis cabales”
El acusado explicó a la juez que es “toxicómano” desde los 10 años y que desde entonces está en tratamiento con tranquilizantes. Sin embargo, unos meses después de su última salida de la cárcel, el médico de cabecera le suspendió el tratamiento y se vio ‘obligado’ a comprar las pastillas “en la calle”.
Dijo no acordarse de haber ido a una asociación de vecinos cercana al domicilio familiar e intentar atracar armado con un cuchillo a un ciudadano marroquí. Tampoco recuerda que, de camino a la casa de sus padres, amenazó y golpeó puertas de viviendas y garajes en el Monte María Cristina, hasta atrincherarse en la azotea, desde donde lanzó numerosos objetos contra los agentes de Policía Nacional y Local que acudieron alertados por los vecinos.
“No estaba en mis cabales”, aseguró ‘El Toro’ al tribunal y así lo corroboraron varios policías locales y nacionales que estuvieron en la calle Río Ebro aquella tarde. “Estaba fuera de sí”, aseguraron algunos agentes, mientras que otro policía consideró que el acusado era “consciente de lo que hacía”.
La supuesta víctima del intento de robo dijo no acordarse de nada. Su hermano, que le auxilió cuando estaba siendo agredido por ‘El Toro’, dijo que estaba fuera del establecimiento y negó haber visto la agresión e incluso las armas que el acusado portaba. Los agentes de la Policía Local que vieron por primera vez al procesado, camino de la vivienda de sus padres, aseguraron que en un mano llevaba un cuchillo y un hacha en la otra “atados a las muñecas”.
“Una nueva vida”
El psiquiatra y el psicólogo del Centro Penitenciario de Melilla que atendieron a ‘El Toro’ tras su detención explicaron que se le puso un tratamiento de desintoxicación de las sustancias que tomaba porque, a consecuencia de este consumo, se agravaban sus “patologías”. Un perito independiente afirmó que Mohamed Mohamed sufre un trastorno de la personalidad “con rasgos narcisistas y paranoides”. En parte, la situación actual del acusado es consecuencia del consumo prolongado de “sustancias tóxicas”, aseguró.
“Ahora estoy muy bien”, explicó Mohamed Mohamed a la juez. Dos meses después de ingresar en el Centro Penitenciario de Melilla fue trasladado al Puerto de Santa María. “Allí me tratan bien. Estoy muy bien allí”, reiteró. Esta situación se vio reflejada en su aspecto, que ayer nada tenía que ver con el que mostraba el día que se atrincheró hace nueve meses en la azotea amenazando a los policías.
Antes de que el caso quedara visto para sentencia, Mohamed Mohamed pidió a la juez y a la fiscal una “segunda oportunidad” para encauzar su existencia. “Sólo quiero cambiar de vida. Seguir con mi trabajo, mi mujer y mis hijos, la casa. Tengo 30 años y quiero empezar una nueva vida si su señoría y la fiscal me dan una segunda oportunidad”.