Ascienden a 28 las atendidas por Bienestar Social que han tenido que salir de sus casas tras los dos seísmos sufridos en un mes
Cuatro familias desalojadas de sus viviendas en la calle General Prim y Sidi Abdelkader y caída de cascotes y elementos decorativos de las fachadas de algunos edificios, como el Casino Militar, son los efectos del seísmo que en la madrugada de ayer sobresaltó de nuevo a los melillenses. Un terremoto de 5.1 en la escala de Richter que, por fortuna, fue más leve que el sufrido el 25 de enero de 6.3 en la escala de Richter. Así lo explicó ayer el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, en una entrevista en Onda Cero.
González explicó que las familias que han tenido que salir de sus hogares vivían en edificios que ya estaban afectados por el terremoto del pasado 25 de enero.
Tras el movimiento de tierra de ayer, los Bomberos revisaron de nuevo un inmueble situado en General Prim y los técnicos de la Ciudad aconsejaron desalojar a sus habitantes. El consejero señaló que las dos familias tienen niños pequeños.
Por la tarde, el número de desalojados aumentó con otras dos familias más, que suman doce personas. En este caso, de la calle Sidi Abdelkader, los Bomberos aconsejaron que pasaran la noche fuera del edificio hasta que se terminara de apuntalar la escalera. Se fueron a casas de familiares, según explicaron los propios vecinos a El Faro.
28 familias sin sus hogares
Además, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, explicó ayer a este diario que con las dos familias de General Prim se suman ya 28 las alojadas en hoteles porque sus viviendas están afectadas tras los terremotos que han sacudido la ciudad desde el 25-E.
Ventura destacó que continúa la búsqueda de casas para estos ciudadanos. Aseveró que la Ciudad ayudará a cada una de estas familias “en la medida que corresponda” en cada caso.
Otros daños
Por otro lado, el consejero de Seguridad Ciudadana señaló que también se había tenido que intervenir en la calle Acera Negrete para evitar que un balcón cayera al suelo y en la parte interior de los patios de los edificios en Averroes y en una guardería de Alfonso XIII por la caída de cascotes, aunque sin importancia.
Asimismo, los Bomberos actuaron en los inmuebles Arcos de la calle Álvaro de Bazán. González aseveró que son edificios muy antiguos y que serán revisados por los técnicos de la Ciudad.
En cuanto a las llamadas del 112, el consejero señaló que no fueron demasiadas y en la mayoría de los casos se pedía información o eran personas que estaban teniendo una crisis de ansiedad.
En relación a este tema, González afirmó que los Bomberos y el 112 estaban preparados desde el primer momento que se sintió el terremoto y por fortuna no tuvieron que realizar intervenciones inmediatas. Subrayó que las salidas de Bomberos se produjeron a lo largo de la mañana.
Un lunes normal
Por otro lado, el consejero subrayó la buena actitud de los melillenses, una vez más, ante el seísmo. Afirmó que no hubo un incremento de coches en las calles y que el comportamiento fue excelente. En este sentido, González aseveró que se ha vuelto al trabajo con normalidad y sin ninguna incidencia reseñable.
Imbroda espera que la Ciudad pueda gestionar las ayudas
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, ofreció ayer una entrevista a Radio Nacional desde su despacho en el Palacio de la Asamblea dando buena cuenta de que, a pesar de haber sufrido otro terremoto en menos de un mes, este edificio estaba bien y el trabajo continuaba como cualquier lunes.
En cuanto a los daños, indicó que eran pocos y subrayó que aún está a la espera de que el Ministerio de Hacienda responda al borrador que envió la Ciudad la semana pasada. Imbroda esperaba hablar con el ministro Cristóbal Montoro para poder contar con las ayudas lo antes posible. Así, manifestó su deseo de que el Gobierno local pueda gestionar de forma directa los 12 millones de euros comprometidos por el Ejecutivo local el pasado enero.
Conesa dice que los arreglos de los daños no subirán “sustancialmente” el presupuesto
El portavoz del Gobierno, Daniel Conesa, aseguró ayer que el terremoto de 5.1 en la escala de Richter que Melilla vivió ayer a las 4:45 horas no había causado daños “destacables”. Indicó que algunos edificios que ya estaban afectados por el seísmo del pasado 25 de enero sí tendrían que volver a reformarse, por ejemplo, la sede la Consejería de Hacienda, el antiguo Hospital de la Cruz Roja, porque algunas grietas se habían abierto. Conesa aseveró que estos arreglos supondrán un aumento del presupuesto destinado a este tema, sin embargo, subrayó que no será un incremento “sustancial”.
Por otro lado, el consejero indicó que por fortuna se había podido terminar de instalar la estructura que sujeta los dos torreones del Palacio de la Asamblea. Explicó que el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, temía que se produjera una nueva réplica fuerte o un terremoto antes de que estuvieran finalizados estos trabajos.
Conesa resaltó que las dos torres están reforzadas y a la espera de que se decida si se reforman ambos o uno de ellos tiene que ser derribado. No obstante, indicó que sin esta sujeción, la situación de las torres podría haber pasado de delicada a irreversible. En esta semana, se hará una nueva inspección, añadió el consejero.
Asimismo, Conesa insistió en mandar un mensaje de tranquilidad a los melillenses, que por “desgracia, ya que a nadie le agrada este tipo de circunstancias”, están cogiendo experiencia en este tipo de situaciones. Por último, subrayó que los expertos indican que el incremento de movimientos sísmicos es normal y que la intensidad y la frecuencia disminuirán.