El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, se ha puesto como meta en esta legislatura hacer todo lo que esté a su alcance para evitar que la criminalización de los Menores Extranjeros No Acompañados (menas) tutelados por la Ciudad Autónoma.
Hay que reconocer que lo tiene difícil porque no sólo encontrará prejuicios en la ciudadanía sino también en las instituciones.
Basta con revisar la Memoria de la Fiscalía General del Estado correspondiente al año pasado. En el informe, como publicó El Faro, se recogen declaraciones de la delegada de Menores de Melilla que apuntan a que el incremento de los robos en la ciudad registrado en el ejercicio anterior (2013) se debe “a la gran cantidad de menores extranjeros no acompañados (menas) que cruzan ilegalmente la frontera y deambulan por la Ciudad Autónoma”.
Sin embargo, ayer el consejero de Bienestar Social nos presentó a un adolescente marroquí de 18 años, que se llama Abde-Ghafor El-Alami y que ha inaugurado una exposición en el Club Marítimo.
La muestra recoge 17 cuadros, que estarán a la venta hasta el próximo domingo con un precio de salida de 50 euros. No es una subasta, pero todo el que quiera pagar más por una de las obras de Abde-Ghafor El-Alami será bienvenido en la sala de exposiciones.
El joven artista marroquí, melillense de adopción, contó ayer a la prensa que llegó a Melilla hace dos años con una única prioridad: subir a uno de los barcos que salen hacia la península como polizón.
Pero quiso el destino que los tutores de La Purísima, donde estuvo internado, se dieran cuenta de su talento y le invitaran a pintar un mural en el centro.
Una cosa llevó a la otra y ayer Abde-Ghafor El-Alami terminó exponiendo su obra en la principal sala cultural de Melilla.
Allí, junto a él, estaban sus tutores y también sus compañeros de La Purísima que no quisieron dejarlo solo ante la prensa.
El joven artista se maneja bien con los micrófonos delante y mirando a los periodistas invitó a los menores que deambulan por la ciudad a buscar una oportunidad no en el puerto, sino bajo la tutela de la Ciudad. Él sabe de chicos que han ido a parar al hospital persiguiendo el sueño de los polizones.