El colegio necesita más personal laboral y maestros específicos, además de muebles nuevos
El centro con alumnado más ‘especial’ de Melilla es el Reina Sofía. Allí imparten clases a estudiantes con todo tipo de discapacidad y ofrecen una atención específica para cada uno de ellos con el objetivo de que avancen según sus propias capacidades. Pero a este centro le ha pasado como al resto de colegios de la ciudad: Se ha ido incrementado la ratio y está a punto de llegar a máximo de capacidad. Fue construido hace once años para 100 escolares y superan los 90 en la actualidad. Además, tiene un déficit de personal laboral, como aseguran fuentes del colegio a El Faro. En este centro son necesarios profesionales que en otros no hacen tanta falta, como cuidadoras, enfermeras o fisioterapeutas y no tienen el número suficiente para ofrecer una atención de calidad sin tener que sobrecargar de trabajo al personal que ya ocupa esos puestos de trabajo. En concreto, cuentan con seis cuidadoras para trece clases, con dos fisioterapeutas y con una enfermera cuando hay cerca de 100 alumnos.
Fuentes del Reina Sofía señalan que tan sólo hay seis cuidadoras en plantilla. Según la legislación, debería haber al menos una de estas profesionales por aula. El centro no exige tantas, pero al menos solicita que se incremente “un poco” esta plantilla.
Pero este tema ya lo denunció en 2011 la Asociación de Madres y Padres del Reina Sofía, y parece que cuatro años más tarde, la falta de cuidadores y de sanitarios en el centro sigue igual.
Planes de empleo, provisional
También reconocen estas mismas fuentes del centro que ahora cuentan con nueve cuidadores más que proceden de los planes de empleo y trabajan de forma conjunta con las otras seis cuidadoras. Sin embargo, ésta es una solución provisional. Aseveran que el centro no puede esperar durante meses a que lleguen los cuidadores de los planes de empleo porque lo que precisan es una plantilla estable con la que contar desde septiembre hasta junio y con la que se pueda diseñar el programa del centro desde el inicio de curso.
Como este año, el personal de refuerzo de cuidadores ha llegado en febrero, estarán trabajando hasta junio. Pero, ¿qué pasará en septiembre? ¿Volverán a contar con tantos cuidadores como este curso? Esa dependencia de los planes de empleo es lo que no convence a los profesionales que trabajan en el centro y que precisan de los cuidadores para atender a los escolares del Reina Sofía.
Otra de las demandas del centro es la contratación de otra enfermera. En el colegio hay un gran porcentaje de alumnos que padece ataques epilépticos, algunos de ellos son graves, y por lo tanto, precisan de la atención de una sanitaria. Una enfermera para atender a casi 100 alumnos es sobrecargar a esta persona de trabajo. Pero los problemas vienen realmente cuando un grupo de estudiantes sale de excursión y otro se queda en el colegio. ¿Qué hace la enfermera? ¿Se va con el grupo de excusión por si alguno de ellos sufre un ataque o se queda en el centro para atender a los que no participan en esta salida? Esto no pasaría si el Reina Sofía contara con dos enfermeras.
Además, el colegio precisa de más horas de fisioterapia para que los alumnos que necesitan este tratamiento, un porcentaje muy elevado, puedan contar con él de forma frecuente. Fuentes del centro explican que muchos alumnos son derivados al Reina Sofía porque se garantiza a sus padres que allí van a tener una atención más especializada y en cambio, por falta de fisioterapeutas, tienen menos horas en este centro que en un colegio ordinario.
Fuentes del Reina Sofía explican que en Ceuta, donde tienen un colegio similar al de Melilla, se ha completado al plantilla de personal laboral del Ministerio con otras contrataciones que ha hecho el Gobierno local ceutí. En Melilla se planteó esta misma solución a la Ciudad, sin embargo, este tema lleva parado más de año y medio y no hay noticias de nuevas contrataciones por parte del Ejecutivo local melillense, señalan estas fuentes del colegio.
Faltan especialistas
Cuando se creó el colegio, se abrieron seis aulas y se contaba con un maestro de Música y otro de Educación Física. Once años más tarde, la plantilla de profesores especialistas sigue igual, firman fuentes del centro. No ha cambiado a pesar de que hay actualmente trece clases. Claro, esto implica que estos dos profesores deben repartirse entre todas las aulas y por lo tanto, se reduce el número de sesiones por clase. Aseguran estas mismas fuentes que todos los estímulos que reciben los escolares del Reina Sofía en estas asignaturas son positivos y por ello, piden más especialistas para aumentar las horas de estas dos materias.
Necesitan muebles
Es cierto que han llegado tablets al colegio con el Plan de Cultura Digital, unas herramientas que vienen muy bien a estos escolares. Están a la espera de que lleguen las pizarras digitales, pero desde el centro se demanda nuevos ordenadores. Son los mismos que cuando se abrió el centro.
Además, el Reina Sofía precisa de muebles, desde sillas a bancas para el salón de audiovisuales, resaltan fuentes del colegio que insisten en que este curso no les ha tocado “casi nada” del reparto de muebles que se realizó hace unos meses.
Niños ‘integrables’ que podían estar en colegios ordinarios
Fuentes del centro aseguran que hay un porcentaje elevado de niños que podrían integrarse en un colegio ordinario y allí estuvieran en clases con menos ratio y contaran con apoyos de especialistas. Señalan que hay un grupo de escolares que debido a sus capacidades podrían estar matriculados en un colegio ordinario donde les sería más fácil la integración social y además, avanzar en su aprendizaje porque allí tendrían sus modelos de comportamiento. Sin embargo, como los colegios ordinarios de Melilla tienen una elevada ratio y es complicado ofrecer una atención individualizada en esos centros, se envía a estos alumnos al Reina Sofía, aseveran fuentes de ese colegio. Además, como ocurre en otros colegios, durante el curso llegan nuevos estudiantes cuyas familias han emigrado.