Unos 160 alumnos de Centros D2 se examinaron este domingo en el Colegio del Buen Consejo para obtener el A1 y A2 de inglés y conseguir así los títulos certificados por Cambridge. La prueba comenzó cerca de las diez de la mañana, aunque los estudiantes llegasen mucho antes a las instalaciones. Muchos lo hicieron acompañados de sus padres, que, conscientes de la importancia de los idiomas, llevan tiempo procurándoles la mejor educación en esta materia.
Los estudiantes esperaban a ser llamados para comenzar sus exámenes, algunos con más nervios que otros compañeros. Ante un tribunal tendrían que demostrar su destreza mediante su oratoria, su oído y también con la redacción en ingles. Pero llevaban la lección aprendida, solo tenían que ponerla en práctica.
Precisamente, uno de los miembros del tribunal, Paddy Woods, aseguró a El Faro que el hecho de que los niños se enfrenten a este tipo de pruebas desde edades tan tempranas sólo puede ser positivo para ellos. “Es muy importante porque fomenta el crecimiento académico y así se acostumbran desde pequeños a perderle el miedo a los exámenes con tribunales”, explicaba.
Según sostenía, él comprueba a menudo que la actitud con la que niños y adultos afrontan este tipo de pruebas es muy distinta. “Los pequeños lo hacen con mucha más naturalidad, mientras que los mayores lo hacen con más ansiedad porque no están acostumbrados a examinarse con un tribunal”, mantenía Woods.
Este sábado también se presentaron a los exámenes para obtener la certificación de Cambridge un total de 77 alumnos de Centros D2 que aspiraban a conseguir las titulaciones B2 y C1.
En total, son más de 350 alumnos los que se han presentado entre este fin de semana y el anterior a las pruebas con el fin de obtener el título acreditativo más prestigioso. Algo que siempre es positivo si se piensa en el futuro, de cara al ámbito laboral.
Examinarse con tribunal desde edades tempranas, la antipedagogia. Y es titular de periódico y parece ser que del método en cuestión. Lamentable.