El miembro de la Gestora del PSOE de Melilla, Francisco Vizcaíno, acusó ayer al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) de Melilla de realizar, sin las autorizaciones necesarias, remodelaciones en el centro de salud de la Zona Centro para integrar al equipo sanitario del ambulatorio en obras de Polavieja.
El socialista explicó que los médicos que pasan consulta en el centro de salud de la Zona Centro comparten ahora sus instalaciones con los trece facultativos de Polavieja. “Este centro de salud, pensado para siete médicos de familia y tres pediatras, tiene ahora que dar cabida a trece doctores más en el mismo espacio físico”, agregó.
Según Vizcaíno, para compartir el espacio “se han convertido los despachos en salas de consulta e incluso se han construidos salas improvisadas con carpintería metálica para pasar consulta”. Por este motivo, recordó que toda modificación de un centro de salud “precisa de la supervisión de la comisión de obras, constituida entre otros por el servicio de prevención de Riesgos Laborales”. “Estas modificaciones se han hecho a espaldas de esta comisión de obras”, afirmó.
Asimismo, el miembro de la Gestora denunció que estas adaptaciones, realizadas por el Ingesa, “tampoco cuentan con la autorización de la Consejería de Sanidad de la comunidad autónoma necesaria para toda modificación de un centro de salud”.
Además, estos espacios construidos “carecen de toma de agua, algo básico e imprescindible para cumplir con la normativa de higiene”, acusó Vizcaíno. “Imagínense que el médico tiene que realizar cualquier exploración a un paciente y, sin agua, no puede ni lavarse las manos antes de atender al siguiente paciente”, añadió.
Almacén de fármacos
Francisco Vizcaíno advirtió de que en el ambulatorio de Polavieja existía un almacén de farmacia donde se guardaban todos los medicamentos y vacunas, mientras que en el centro sanitario de la Zona Centro “no había espacio habilitado para tal fin”. En este sentido, el socialista deseó que el traslado de estos fármacos entre centros “se haya realizado tras habilitar y autorizar adecuadamente un espacio en la zona centro”, aunque “no espera gran cosa de Robles”, concluyó.
Ingesa defiende que actuó conforme a la normativa legal
La Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) de Melilla, defendió ayer que el proceso de reubicación de los servicios sanitarios que operaban en el edificio de General Astilleros se ha efectuado conforme a las normas establecidas.
A través de un comunicado, el instituto aclaró que las nuevas consultas médicas situadas en el centro de salud Zona Centro, “fueron expuestas en tres reuniones distintas a las que asistieron, entre otros, el director médico de Atención Primaria y el jefe del servicio de Prevención de Riesgo Laborales”. En estas reuniones, “se aportaron distintas ideas y recomendaciones para acomodar lo mejor posible al personal sanitario de Polavieja”, añadió Ingesa.
“Para paliar el problema del espacio, se acordó la creación de tres estancias modulares que cuentan con todos los elementos para poder prestar la consulta médica y la adecuada atención al paciente”, aclaró el comunicado. Además, el Ingesa afirma que estas modificaciones no alteran la construcción del edificio para que puedan ser desmontadas cuando el centro de Polavieja vuelva a funcionar. Respecto a las vacunas y fármacos, el Ingesa aclaró que actualmente se almacenan en el Hospital Comarcal hasta que se autorice una zona en el centro de salud de la Zona Oeste.