Lleva 27 años siendo el líder indiscutible e indiscutido de Coalición por Melilla y su cabeza de cartel electoral desde que se presentara a la Presidencia de la Ciudad Autónoma en 1995. Mustafa Aberchán a día de hoy es el político con más años al frente de un partido en la ciudad y vuelve a la carga de cara al Congreso, que se celebrará el próximo viernes. Del partido, del Congreso, de localismo y de temas de actualidad hemos hablado con él en esta entrevista
-¿Coalición por Melilla es Mustafa Aberchán?
-No, Coalición por Melilla son 27 años de estructura de partido, de elecciones, de muchas cicatrices, de muchas heridas, muchas bondades, muchos aciertos y algunos desaciertos. Todo esto constituye la historia de un proyecto político que nació desde la esencia de la necesidad, desde la esencia de políticas prioritarias y de conquistar un horizonte mejor para todos los melillenses. Hablamos de un proyecto que se vendía en su inicio con mucho contenido teórico y ahora podemos decir que, después del camino recorrido, tenemos mucho contenido práctico.
-El partido no conoce otro presidente desde que se creó en 1995, lo cual lo convierte en el único líder político con casi 30 años en el cargo en esta ciudad. ¿Qué tiene de positivo y de negativo estar tanto tiempo al frente de CpM?
-Hay una lectura positiva y es que en democracia, cuando se revalida un cargo, la responsabilidad ya no es del que se presenta sino del pueblo que lo vota. En ese sentido quizás humildemente sea uno de los personajes políticos que más se ha sometido a las urnas a lo largo de este cuarto de siglo, hablamos de 27 años y no sé cuántas convocatorias electorales locales y generales. La gran ventaja es conocer el camino recorrido y obviamente que las cicatrices hablen y hablen para ir hacia un camino más certero de cara al interés general. El inconveniente es que cuando se repite un candidato durante tantas citas electorales hay que hacer un gran esfuerzo de renovar ilusión, esperanza y proyección en cercanía. En este caso yo siempre me he mirado hacia adentro y solo acepto recorrer el camino cuando esto está garantizado por mi opinión o por mi sensación.
¿Qué va a significar el Congreso para el futuro de su partido?
-Tenemos una proyección histórica en el sentido de que pretendemos, más que nunca, que este Congreso sea de cercanía a la ciudadanía. Ya predicamos en el pasado los presupuestos participativos. Hicimos que con la Consejería de Distritos y Participación Ciudadana esa política que fuera real, lejos de valorar aciertos o desaciertos pero es una realidad que hay ya unos presupuestos participativos y una Consejería de Participación Ciudadana, que no es que se consulte cada cuatro años al ciudadano para saber qué piensa, sino constantemente tener una correa de transmisión y un latido que se mantiene al ciudadano gestor o en este caso político. Y ahora lo que pretendemos con este Congreso es abrir el partido a una reflexión conjunta de cercanía a la ciudadanía. Es decir, nosotros tenemos en cartera algunas promesas electorales que pueden producir un revulsivo muy positivo en una forma distinta de cómo ver la política en una ciudad de 13 kilómetros cuadrados, con unos problemas que son crónicos y que estamos sufriendo durante décadas. Creo que la ciudadanía está ya harta de escuchar discursos de solución y no hay soluciones. Me estoy refiriendo por ejemplo al transporte, al modelo económico, al modelo que haga de nuestra comunidad un comunidad sostenible, autosuficiente y realmente que no dependa del interés partidista de grandes organizaciones: PP-PSOE, PSOE-PP. Que sea la proyección localista la que marque a modo de brújula el camino hacia donde vamos.
-¿Y qué aporta ese Congreso a la ciudad?
-Lo que vamos a aportar es lo que otros partidos no van a hacer. Y no lo van a hacer no porque no lo sepan, sino porque no pueden hacerlo por disciplina con sus estructuras nacionales. Nosotros vamos a aportar un proyecto genuino, impregnado al cien por cien por el interés del pueblo melillense y que en ningún momento va a estar contaminado por ningún otro interés. Estamos llenos de ejemplos a lo largo de las últimas dos o tres décadas en los partidos nacionales. Queremos ser un ejemplo muy claro de cómo se pueden conseguir las soluciones que otros pueblos han conseguido en el Estado de las Autonomías. Estoy hablando de Coalición Canaria, de Mallorca, del País Vasco (tiene las mejores cifras de bienestar social), Teruel Existe… Estoy hablando de muchas conciencias que han surgido en los últimos años y que obviamente han beneficiado mucho al país y mucho a sus territorios. Mucho al país porque la verdadera política de cohesión se hace siempre desde la reivindicación de la igualdad y eso sí es política de Estado, porque mantiene un país bien unido y con conciencia de integración territorial. En cambio, nosotros hemos estado mucho tiempo con el discurso de lejanía. Creo que tenemos una oportunidad ahora de conseguirlo.
-¿Cuáles van a ser los principales temas que se abordarán en el cónclave cepemista?
-Hay dos ejes de ponencias y una tercera que es abierta a la ciudadanía, en este caso a la militancia, para dar cuenta de la gestión realizada. Y esto también es innovar en los congresos. Es la primera vez que se hace abiertamente y cuando digo también digo que es un primer desafío a que los demás partidos lo hagan: el Congreso será abierto a los ciudadanos a través de los medios de comunicación desde el minuto 1 hasta el minuto final del Congreso. No va a ser como los congresos típicos y tradicionales donde se invita a la prensa a una primera parte de diez minutos y después tienen que salir para que sea una reflexión solo de la puerta hacia adentro. Nosotros pretendemos que la reflexión y lo que se trate en el Congreso sea de la casa para adentro pero con las puertas y las ventanas abiertas totalmente, ya que de lo que se trata es de ciudad y de ciudadanía. Y lo que pretendemos también en este Congreso es que los dos ejes fundamentales, que versan sobre la acción y la responsabilidad en nuestra gestión y el desafío de los próximos años, nos ocupe: el Plan Estratégico y todas las políticas que conlleva incluyendo el modelo económico y políticas transversales de las distintas consejerías, y después el otro eje, que es el eje de políticas sociales, que son tan necesarias también en la dirección de la cohesión.
-¿Su elección como presidente significa una línea continuista en el partido?
-No. Lo que estamos haciendo es innovar en todo menos en lo que a veces es tan importante: el candidato. Yo me he presentado en tiempo y forma según estatutos, abierto a que hubiera otras candidaturas. No las ha habido. Aún siendo el único candidato he querido someterme a la votación de aceptar o rechazar al candidato. Se está haciendo como nunca, por vía telemática, encargado a una empresa oficial el rigor del recuento de la votación, y se va a hacer con presencia física. Habrá un contenido y un formato totalmente diferente a lo que hemos hecho hasta ahora. Tanto la apertura como el compromiso de lo que salga del Congreso van a formar una impronta totalmente nueva en el proyecto de CpM, que busca tan solo identificarse con los ciudadanos a través de la cercanía.
-¿Es el localismo la solución a los problemas de Melilla?
-Sin ninguna duda, pero no porque lo diga Coalición por Melilla sino porque lo hemos visto en otras partes de territorio nacional. Por ejemplo, lo que está consiguiendo Teruel Existe, Soria Existe (en fase de reivindicación de localismo territorial) y ahora con el encuentro que hemos tenido en Mallorca también es una oportunidad para que, si el pueblo de Melilla lo quiere, podamos conformar una voz territorial dentro del Estado de las Autonomías. Eso no es más que fortalecer la cohesión que se plantea claramente como la piedra angular en nuestro texto constitucional, lejos de otras reflexiones que se hacen para contaminar algo que es bueno para nuestro pueblo y es bueno para nuestro país.
-¿Le preocupa que algunos aspectos de las políticas de los partidos de la Declaración de Mallorca, todos de izquierda, sean contrarios a los valores sobre la educación y la familia que defiende CpM?
-En absoluto porque si hay alguna frase que se dijo en ese encuentro es que lo que se pretende es converger y no amontonar siglas políticas. El grupo de Mallorca, ya en actividad parlamentaria sin estar nosotros, votaron en algunas cuestiones de forma distinta: abstención, a favor, en contra, respetando lo que cada formación política considere. En democracia eso debe ser tarjeta de presentación de algo tan importante en política como es respetar la idiosincrasia y la ideología de cada uno, buscando un común denominador que nos haga más grandes o que nos haga escuchar mejor la voz de los territorios.
-¿Qué apoyo piensa que puede recibir de esas organizaciones de cara a las elecciones de mayo?
-El compromiso que se ha alcanzado es que obviamente tanto Equo como Más Madrid y Compromís nos apoyarían a las formaciones localistas de los distintos territorios en elecciones autonómicas y en las generales nosotros estaríamos también caso de existir un grupo parlamentario en el Congreso con la idiosincrasia y la personalidad propia de cada formación política
-¿Cómo se ve el tema de las enmiendas de CpM a los presupuestos presentadas a través de Compromís? ¿Hay alguna esperanza de que se aprueben?
-Tenemos una esperanza condicionada a que en la vida política no se puede existir sin esperanza. Si me pregunta la sensación que tengo a día de hoy es que no van a ser aceptadas. Por eso nosotros, cuando las presentamos, lo hicimos en el contexto político de cerrar el capítulo de si interesan coaliciones o no. Yo creo que la manera en que hemos presentado localismo puro y sin contaminaciones a la hora de defender soluciones a los problemas de Melilla no puede esperar a los 15 días antes de unas elecciones para decir ahora toca si es conveniente una coalición o no. La coalición toca, y estoy hablando de localismo-progresismo, cuando hay reparto económico a través de los presupuestos. Es decir, si nosotros colocamos una serie de enmiendas y se nos dice que no, fortalece el discurso localista y nos aleja mucho más de la coalición de progresismo y localismo. Igual digo lo contrario: si se tuvieran en cuenta esas enmiendas pues estaríamos más cerca de la coalición que sería saludable para Melilla de localismo-progresismo.
-Siendo socios de Gobierno, lo más natural es que el PSOE incorporara esas enmiendas a los presupuestos generales tras negociarlas con usted. ¿Por qué no ha podido haber un acuerdo en ese sentido?
-Yo creo que en el PSOE hay dos sensibilidades muy distintas. Lo voy a decir con claridad. La sensibilidad del PSOE de Melilla obviamente no nos percibe como socios sino como enemigos, como adversarios si quiere un término más concreto y entonces en el día a día procura ser oposición a nuestro proyecto ideológico. Me parece que es una estrategia equivocada, en vez de buscar puntos de encuentro. Y hay otra sensibilidad nacional, lejana, que nos ve con buenos ojos. Hay coincidencia en el espacio de progresismo pero se respeta, como no podría ser de otra forma, lo que les dicen los responsables de la ciudad. En este caso hay dificultad y repito lo que dije antes. Es una dificultad que con toda naturalidad y elegancia hay que despejar cuanto antes. Nosotros hemos hecho la propuesta firme y elegante en el Congreso poniendo por delante los intereses del pueblo de Melilla y aquí, obviamente, en esa corresponsabilidad que tantas veces se ha visto dificultada
-Decía Gloria Rojas recientemente que quiere ser presidenta de Melilla, ¿quiere usted ser el presidente?
-Yo no puedo al día de hoy. Una de las cosas que aportamos es que el presidente de CpM se presenta al Congreso estando condenado. Y lo decimos con firmeza de estar sufriendo una injusticia. Yo no creo haber sido condenado justamente pero sí creo en el Estado de Derecho y por lo tanto, no me van a apartar de lo que me permite ese Estado de Derecho, que es presidir una formación política. Esa pregunta habrá que hacérsela en su momento al candidato que presente CpM. Le voy a adelantar, no obstante, que Gloria Rojas se ha enterado de que se presenta como candidata a la presidencia con el deseo de ser presidenta en estas elecciones porque en otras, cuando se rompió la mayoría, no quiso gobernar. Yo soy testigo de eso. Cuando uno se presenta debe hacerlo con la lealtad al pueblo de asumir la responsabilidad de Gobierno.
-¿Qué le parece que diga que está obsesionado con ella y con la delegada del Gobierno?
-Son cosas que se dicen. Lo acepto en respeto a la democracia. Me parecen declaraciones inmaduras que no vienen a decir nada.
-¿Cómo fue la reunión con los vecinos de Cabrerizas que, tras hablar con usted, desconvocaron sus movilizaciones?
-No fueron conversaciones. Acudí porque me solicitaron ser escuchados y yo nunca cierro puertas. Si algo me caracteriza es que siempre intento dedicar mi tiempo a la ciudadanía. Sus peticiones me parecieron razonables y, además, el Gobierno las tiene presentes pero claro, se precisa de un tiempo administrativo para la ejecución de las inquietudes que tienen. No hubo más problema que escuchar y expresar lo que uno piensa.
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