En su segunda visita a Melilla, este docente de la universidad belga de Namur investiga las peculiaridades sociales que se dan en la frontera con Marruecos.
El profesor Robert Scarpa, procedente de la universidad belga de Namur, ofreció ayer en rueda de prensa algunas de las impresiones extraídas de su segunda visita a Melilla para investigar los fenómenos migratorias en la frontera con Marruecos.
En palabras a los medios de comunicación, recordó que su primera visita se produjo en el año 2007, momento en el que quedó “profundamente impresionado” por la ciudad y sus peculiaridades geográficas y sociales.
“Creo que Melilla es el laboratorio de Europa”, afirmó Scarpa, al tiempo que resaltó la rica variedad de religiones y culturas que conviven en la Ciudad Autónoma.
De igual modo, recalcó que se había interesado especialmente por los movimientos migratorios de personas procedentes de países africanos, pues se mostró conocedor de los acontecimientos ocurridos en el puesto fronterizo de la ciudad en el año 2005, cuando se sucedieron varias oleadas de inmigrantes subsaharianos que intentaron entrar en la ciudad.
Por otro lado, señaló que se encontraba investigando cómo había influido la crisis económica que atraviesa europa en los flujos migratorios.
Las conclusiones obtenidas durante esta semana –ya que lleva en la ciudad desde el pasado lunes y se marcha mañana– tendrán que esperar, aunque es muy probable que los datos se utilicen para realizar investigaciones conjuntas con la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Granada.
Para finalizar, consideró que los problemas fronterizos que se dan en Melilla son poco conocidos por el resto de países de la Unión Europea, ya que afirmó que se habla “muy poco” de lo que ocurre al otro lado de la frontera, así como de lo que pasa con los inmigrantes que logran llegar a la ciudad.