La UFP y SUP instan a la Delegación y Seguridad Ciudadana a adoptar medidas urgentes para evitar los colapsos diarios que ponen ‘en jaque’ la seguridad.
Una carretera de dos carriles, uno para cada sentido de la circulación y decenas de coches haciendo cola para cruzar la frontera a Marruecos. Unos en doble fila, otros subidos en la acera. Los peatones tienen que esquivar los coches, pero también las motocicletas que circulan por la acera ante la imposibilidad de hacerlo por la saturada calzada. Es hora punta en el paso fronterizo de Farhana. La mayoría de los coches están pilotados por contrabandistas, es decir, ciudadanos marroquíes que se dedican al llamado comercio atípico. Esperan ‘su turno’ para cruzar la frontera en cuanto tienen conocimiento de que los responsables de la aduana marroquí ‘abren la mano’. Es cuando se produce el caos y el colapso, aseguran los responsables de los sindicatos policiales en Melilla, UFP y SUP.
Todos quieren cruzar la frontera a la vez para no perder la oportunidad de pasar al país vecino con sus mercancías compradas en Melilla. “Farhana es de los contrabandistas”, afirman desde la UFP. “La frontera está tomada por los contrabandistas”, aseguran desde el SUP.
Ambas formaciones sindicales coinciden en que la situación que se registra a diario en este puesto fronterizo no solamente impide a los efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado cumplir con eficacia su labor sino que además, lo deben hacer en condiciones de peligro.
Los colapsos en la frontera, la consecuente falta de fluidez y las altas temperaturas ‘caldean’ rápido los ánimos de los contrabandistas. Es por ello que es habitual que se produzcan duros enfrentamientos entre los propios contrabandistas, incluso con lanzamiento de piedras incluidos.
Bordillos “chapuceros”
A la frontera de Farhana le falta una reordenación severa y una mejor infraestructura. Pero no solamente la actuación de la Delegación del Gobierno y de la Ciudad Autónoma deben ir en este sentido. UFP y el SUP exigen medios humanos para atender y regular el tránsito de peatones y vehículos en el paso fronterizo de Farhana.
Los bordillos que se instalaron hace unos meses para, supuestamente, regular mejor el tráfico, no han sido de utilidad. En este punto, también coinciden ambas organizaciones sindicales.
“Los bordillos han sido una chapuza. Nadie los respeta. Ha sido una metedura de pata porque se meten de golpe sin respetar”, asegura la UFP.
“Los coches se suben encima de la acera, los bordillos no sirven de mucho, no hay vigilancia ni control. La COA no puede hacer la parada en la frontera. Es el caos y el desorden. No se le puede llamar paso fronterizo porque no hay fluidez en el paso”, explican desde el SUP.
Es por ello que la remodelación y reorganización del puesto fronterizo debe ser prioritario, pues los colapsos diarios derivan en un problema de seguridad para los vehículos, los peatones y los propios funcionarios de Policía y Guardia Civil.
Presencia policial al igual que en el paso de Beni Enzar
Tanto la UFP como el SUP coincidieron ayer en reclamar a la Delegación del Gobierno y a la Ciudad Autónoma que adopten medidas urgentes en la frontera de Farhana. Especialmente en el refuerzo de los medios humanos para una mejor y efectiva regulación del tráfico. Ambas organizaciones sindicales resaltaron que en el paso fronterizo de Beni Enzar no se da esta problemática, debido a la presencia de agentes de movilidad que regulan el acceso al paso fronterizo. Por este motivo, reclaman una pareja de policías locales para regular el acceso en la frontera de Farhana, especialmente en la confluencia con la carretera de circunvalación donde se empiezan a originar los atascos.