El Gobierno local acude con un sentido práctico a la reunión que hoy mantendrá con los directivos de Trasmediterránea en Valencia.
Se trata de conseguir vías que mejoren el contrato de un servicio público que, lejos de atender las necesidades de los melillenses conforme a nuestras demandas y peticiones, sigue siendo cicatero en su partida económica y por tanto insuficiente para que una empresa privada, como es la adjudicataria del mismo contrato, ofrezca mucho más de lo que realmente se paga.
Las líneas marítimas con Melilla fueron catalogadas con la garantía de servicio público en tiempos del segundo Gobierno central que presidió José María Aznar. Sin embargo, el nuevo contrato adjudicado por el Estado para seguir prestando dicha garantía, no va a suponer mejoras para nuestros enlaces marítimos, sino incluso un retroceso respecto de lo que ya teníamos con el contrato vigente hasta el pasado 1 de octubre.
El Gobierno local quiere enmendarlo como pueda y no sólo hará una aproximación al modo en que hacerlo contando con el apoyo de un futuro Ejecutivo central presidio por Rajoy, para el caso de que se cumpla la próxima y previsible victoria electoral del PP. También quiere la Ciudad renovar los convenios que han permitido durante un año a miles de melillenses parados, jóvenes o mayores de 60 años, poder viajar en barco a sólo 6 euros el trayecto. Para ello, buscará hoy el acuerdo con el mejor ánimo de concordia. Y es que muchas veces hemos focalizado torpemente contra Trasmediterránea lo que deberíamos exigir al Estado en función de las expectativas creadas pero que la Administración central finalmente no cumple.