EL mercadillo del Real ya no es lo que era. El cierre de la aduana y las dificultades para atravesar la frontera han perjudicado seriamente a los comerciantes que tradicionalmente se han reunido en esta zona para vender sus productos.
El habitual comprador marroquí es ahora más escaso que hace unos años y la ventas han caído dramáticamente. Las personas que viven de esta actividad cada vez encuentran más dificultades para salir adelante y el panorama no es nada halagüeño.
Además, algunos se quejan de la falta de una normativa que regule la actividad. Trabajadores que pagan sus impuestos por realizar la actividad se mezclan con otros ‘ilegales’, lo que supone una competencia desleal para aquellos que si cumplen con sus obligaciones.
La situación del mercadillo del Real no es más que un fiel reflejo de la situación del comercio que se vive en toda la ciudad, que languidece en casi todos los barrios de Melilla. Una situación insostenible que necesita una rápida y efectiva respuesta por parte de nuestros responsables políticos.
Muchas gracias
A las 16' 00 h. de éste día, les he mandado un comentario sobre el artículo que expone la redacción de éste diario, y son 21'45h., y no se ha publicado.
Es el segundo comentario que les he hecho a su redacción y vuelven a no publicarlos.
¡No se publica porque son articulos de la redacción y aunque se ponga el apartado de escribir comentarios!, ¿es la directriz de no publicar o cual es la causa de no llevarlo a cabo?
Desde allende los mares, sigo con interés como se desarrolla la vida en nuestra querida tierra, que para algunos colectivos es de supervivencia.
Llegan brotando los recuerdos cuando con mi madre, íbamos al Polígono a comprar, donde era un hervidero de gentes y de toda clases de mercancias e incluyendo las jaimas donde se nos arreglaban el calzados, por ser niño frecuentaba con cierta frecuencia.
Y por las tardes siendo ya un adolescente, cuando salíamos los amigos de ver alguna película en el cine Goya, visitábamos algún puesto de sardinas del rastro., y casi siempre estaban llenos, incluyendo a los soldados, y las bodegas y cantinas de los alrededores y recuerdo una Bodega "La Oficina" muy peculiar al comienzo de Garcia Cabrelles desde la plaza del polígono. En concreto lleno de vida.
Reconozco que todo cambia, pero cuando se trata de supervivencias y bienestar de nuestros ciudadanos, esos ciudadanos, han elegido a sus representantes " los politicos" que están al servicio del pueblo y no al revés, para que en la medida que puedan palien dichos problemas y que se vean los esfuerzos teniendo contactos con el pueblo y no desde la poltrona, y si no es así, esos dirigentes no sirven y el compromiso que adquirieron con sus votantes (el pueblo), ha sido un engaño.
Haciendo un inciso y cambiando de tema, hecho de menos los artículos de la periodista Tania Costas.
En sus artículos se reflejaban, zagacidad, honestidad, sinceridad y muy conocedora de los problemas de nuestra tierra, no siendo de ahí, pero como una profesional del periodismo de investigación, reflejaba en tiempo real lo que ocurría y muy documentada.
Espero y deseo que la ausencia de artículos suyos, sean por cuestiones personales y transitorias.
Le deseo todo lo mejor y que siga Usted en la brecha y defendiendo desde la trinchera del periodismo honesto y sincero, como siempre le he leído.