La escuadra del Melistar FS, equipo de nuestra ciudad que milita en el grupo quinto de la Segunda División B del fútbol sala español, afronta en la mañana de hoy un nuevo desplazamiento a tierras malagueñas donde se las verá a partir de la 12:00 horas al conjunto del Atlético Carranque, en un partido donde la escuadra de nuestra ciudad tiene mucho que perder y poco que ganar, ya que se miden al colista de la clasificación general que no ha saboreado las mieles del triunfo desde que comenzó la presente temporada, de ahí, que los jugadores de nuestra ciudad no se pueden ver sorprendidos en esta nueva jornada competitiva. Los melillenses afronta este encuentro con muchas ganas sobre todo por que son algunas la semanas, debido al parón navideño, que llevan sin jugar un partido y esperan desplegar su mejor versión para no verse sorprendidos por los malagueños que pondrán toda la carne en el asador para quedarse con los tres puntos en juego y seguir con remotas posibilidades de permanecer en esta categoría nacional. La única duda que tendrá el cuerpo técnico de la entidad melillense será la de Pablo Avellaneda, puesto que hasta este domingo, no se sabrá si podrá viajar junto al resto de sus compañeros debido que lleva arrastrando un fuerte proceso gripal desde hace ya unos días pero parece que no termina de recuperarse. La única noticia negativa para el Melistar durante estos pasados días ha sido la marcha definitiva por lo que resta de temporada de Sidi, por motivos personales. La expedición del Melistar viajará en la mañana de hoy a primera hora para regresar a nuestra ciudad, vía aérea, después del partido liguero en tierras malagueñas. Según aseguro el técnico de la escuadra melillense, Rafita “sobre el papel tenemos que sacar el partido para adelante con victoria, pero no tenemos que fiarnos de la clasificación que ocupa, ya que una buena mayoría de sus derrotas fueron por la mínima”. El Melistar saldrá tremendamente mentalizado desde el saque inicial para tratar de romper el partido a su favor lo antes posible y de esta forma no verse sorprendido por su rival.