El Teatro Kursaal-Fernando Arrabal acogió este sábado el Certamen Nacional de Tunas de Económicas y Empresariales Melilla 2025, una de las actividades más destacadas del calendario cultural de la ciudad. Con una presencia de casi un centenar de personas y entrada libre hasta completar aforo, el evento reunió a agrupaciones procedentes de distintas universidades españolas, en una jornada de música, color y camaradería que se prolongó durante varias horas.
La organización corrió a cargo de la Tuna de Empresariales de Melilla, que preparó un programa minucioso para garantizar el buen desarrollo del certamen. Las actuaciones combinaron repertorios clásicos de la tradición tunantesca con composiciones más actuales, interpretadas con guitarras, bandurrias, laúdes, panderetas y mandolinas.
El público, formado por melillenses de todas las edades, respondió con satisfacción llenando el teatro y acompañando con aplausos cada interpretación. La cita demostró el poder de convocatoria de este tipo de eventos, que unen a la ciudadanía en torno a una tradición universitaria centenaria.
Tunas de toda España participaron en la cita
Nueve agrupaciones universitarias participaron en esta edición: la Tuna de Empresariales de Madrid, la Tuna de Turismo y Finanzas de Sevilla, la Tuna de Económicas de Valladolid, la Tuna de Turismo de Baleares, la Tuna de Empresariales de Jerez, la Tuna de Económicas de Murcia, la Tuna de Empresariales de Huelva, la Tuna de Económicas de Sevilla y la Tuna de Empresariales de Barcelona.
Cada tuna dispuso de un tiempo determinado para interpretar su repertorio, con piezas tradicionales y arreglos propios que mostraron la diversidad musical de cada grupo. Las actuaciones destacaron por su calidad técnica, su sentido del humor y la energía que caracteriza al espíritu tunantesco.
El jurado valoró aspectos como la afinación, la coordinación instrumental, la presentación escénica y la fidelidad al estilo clásico de las tunas. Aunque el certamen tuvo carácter competitivo, predominó el compañerismo y la buena relación entre las agrupaciones, que compartieron ensayos, encuentros y actividades durante su estancia en la ciudad.
La Tuna de Empresariales de Melilla, anfitriona del certamen
La Tuna de Empresariales de Melilla, encargada de la organización, no participó en la competición, pero sí ofreció una actuación especial al finalizar las presentaciones de las tunas concursantes. Su repertorio combinó piezas tradicionales y temas vinculados a la historia de la agrupación, recibiendo una gran ovación del público.
Además de su papel musical, los integrantes de la tuna anfitriona gestionaron la coordinación general del evento, la acogida de las delegaciones, el cronograma de actuaciones y los aspectos técnicos del desarrollo de la gala. Su implicación fue fundamental para garantizar el éxito de una convocatoria que reunió a tunos y espectadores de distintos lugares del país.
La agrupación melillense cuenta con una larga trayectoria y es una de las más activas dentro del panorama universitario español. Con su participación, contribuyó a mantener viva una tradición que combina música, historia y espíritu académico.
La Cuarentuna Universitaria de Ceuta, agrupación invitada
Fuera de concurso, la Cuarentuna Universitaria de Ceuta intervino como agrupación invitada. Formada por antiguos tunos con una dilatada trayectoria, su presencia reforzó los vínculos culturales entre las dos ciudades vecinas del norte de África.
La Cuarentuna ofreció un repertorio variado con arreglos de gran calidad y una interpretación cuidada, mostrando la vigencia de esta tradición musical también entre generaciones mayores. Su participación puso un cierre especial al certamen y sirvió de ejemplo del carácter intergeneracional que define a la tuna como expresión cultural universitaria.
Rondas y actuaciones por el centro de Melilla
El ambiente musical se extendió más allá del Kursaal. Durante la jornada previa al certamen, las tunas participantes recorrieron el centro de la ciudad con rondas y actuaciones improvisadas desde la calle O’Donnell hasta la Plaza Héroes de España, llenando de alegría y música las principales vías comerciales.
Numerosos vecinos y visitantes se detuvieron para escuchar las interpretaciones, que animaron terrazas, plazas y comercios. Estas rondas forman parte de la esencia de la tuna y permiten un contacto directo con el público, manteniendo viva una costumbre universitaria que combina arte, humor y cercanía.
Las actuaciones callejeras aportaron un componente popular al certamen, contribuyendo a que la ciudadanía viviera el evento no solo como un espectáculo teatral, sino como una celebración compartida en las calles de Melilla.
Un lleno total en el Teatro Kursaal
El Teatro Kursaal-Fernando Arrabal registró un lleno absoluto. Desde horas antes del inicio, el público aguardaba en los accesos para conseguir un asiento en una gala que superó las expectativas. La entrada gratuita hasta completar aforo facilitó una participación masiva, lo que convirtió la cita en una de las más concurridas del año.
El público disfrutó de un espectáculo variado, con actuaciones ágiles y una cuidada organización. El equipo técnico veló por la correcta sonorización y por mantener un ritmo fluido entre los grupos, lo que permitió disfrutar de una velada musical sin interrupciones.
La respuesta del público fue un reflejo del interés creciente por la música universitaria y por la capacidad de Melilla para acoger iniciativas culturales de ámbito nacional, que contribuyen a enriquecer la vida social y artística de la ciudad.
Impacto cultural y social
El certamen no solo tuvo relevancia artística, sino también un efecto positivo en la vida cultural y social de Melilla. La llegada de tunas y acompañantes generó un ambiente festivo durante todo el fin de semana, con hoteles, restaurantes y comercios que notaron un aumento en la actividad.
Además, el evento sirvió para dar visibilidad al patrimonio cultural universitario español y reforzar el intercambio entre agrupaciones de diferentes regiones. La colaboración entre instituciones, entidades y organizadores locales fue clave para ofrecer una programación que unió espectáculo, tradición y convivencia.
El certamen contribuyó así a la promoción de Melilla como una ciudad que apuesta por la cultura y que mantiene un contacto constante con las expresiones artísticas procedentes del ámbito universitario.
El Certamen Nacional de Tunas de Económicas y Empresariales Melilla 2025 finalizó con un ambiente de satisfacción general entre participantes y asistentes. La calidad de las interpretaciones, el alto nivel organizativo y la implicación del público dieron como resultado una jornada inolvidable.
La cita volvió a poner de relieve la importancia de la tuna como elemento cultural de gran valor, capaz de unir generaciones y de transmitir alegría a través de la música y la convivencia. Melilla se convirtió, durante unas horas, en punto de encuentro de la tradición universitaria española, en un evento que reflejó el compañerismo y la energía que definen a este tipo de certámenes.








