El tribunal rechazó igualmente un careo entre el enjuiciado y tres imputados. El Tribunal de Apelación de Salé volvió a aplazar hoy hasta el 6 de octubre la audiencia sobre el caso del melillense Ali Aarrás, entregado en diciembre por España a las autoridades marroquíes por su supuesta vinculación con una red terrorista, según informó uno de sus abogados defensores.
Además, el tribunal rechazó la petición de los abogados defensores de realizar un careo entre Aarras y tres de las personas que lo imputaron, entre las que se encuentra Abdelkader Belliraj condenado a cadena perpetua acusado de ser el cabecilla de una red terrorista compuesta por 35 individuos.
Los abogados de Aarrás afirmaron que en un primer momento Belliraj acusó a éste, pero después se retractó y aseguró no conocer al melillense.
Aarrás, de nacionalidad belga-marroquí pero nacido en Melilla, fue detenido en abril de 2008 en esta ciudad por su presunta relación con el tráfico de armas desde Bélgica a suelo marroquí con destino a la red terrorista de Belliraj.
La Audiencia Nacional española cerró en 2009 la investigación porque no había ninguna prueba, pero las autoridades marroquíes pidieron su extradición al considerar a Aarrás integrante del ‘Movimiento de los Muyahidines en el Magreb’ desde 1982 y de estar relacionado con los atentados de Casablanca del 16 de mayo de 2003.
A pesar de que el Comité de Derechos Humanos de la ONU solicitó que se frenara la extradición mientras estudiaba el caso, el Gobierno español la llevó a cabo el pasado mes de diciembre.
Después de que el 21 de abril el tribunal denegase a Aarrás la libertad condicional, el pasado 4 de agosto pospuso la audiencia por ausencia de un traductor del árabe al francés.
Varias asociaciones de derechos humanos han denunciado que durante estos meses en los que ha estado encarcelado, Aarrás ha sufrido maltrato psíquico y físico.