Sólo ocho subsaharinos consiguieron entrar, cinco heridos y tres que huyeron a la carrera. l Uno de los agentes lesionados fue tirado por un inmigrante cuando estaba subido en la valla, según Delegación
La intranquilidad ha regresado a la valla de Melilla. Unos trescientos inmigrantes trataron ayer de entrar en nuestra ciudad saltando la alambrada. Sólo ocho lograron su objetivo, aunque fueron más de cien los que se encaramaron a la verja durante varias horas para intentar quedarse en nuestra ciudad. El salto “especialmente violento”, según la Delegación del Gobierno, se saldó con una decena de heridos, de los que cinco eran guardias civiles y los otros cinco inmigrantes. El de ayer fue el segundo salto consecutivo de esta semana. Además, en la madrugada del domingo al lunes se produjo un avistamiento de más de un centenar de subsaharianos acercándose al perímetro, aunque finalmente ninguno logró tocar la verja.
Pasadas las 6:25 horas de ayer, en la zona conocida como Villa Pilar, cientos de inmigrantes se acercaban a la alambrada con la intención de entrar en Melilla. Alrededor de cien lograron 'zafarse' de los agentes marroquíes y escalaron la valla gracias a la ayuda de garfios y cuerdas. Allí permanecieron encaramados varias horas.
Según la Delegación del Gobierno los inmigrantes iban provistos de piedras, palos, cuchillos, ganchos y otros “objetos contundentes” que utilizaron para superar a los gendarmes del país vecino y escalar la valla. De hecho, afirmaron que los subsaharianos incluso llegaron a rodear a un agente marroquí, al que golpearon “con ensañamiento” y agredieron con un arma blanca.
Además, la misma fuente oficial afirmó que algunos de los subsaharianos que permanecieron sobre la alambrada, con “abierta actitud de violencia y hostilidad”, rociaron su ropa con gasolina y la lanzaron contra los guardias civiles tras prenderle fuego, una práctica que hasta ahora sólo se había visto en inmigrantes que llegaban en patera a la ciudad, pero nunca en los que lo hacían a través de la valla.
Mientras los subsaharianos luchaban por mantenerse sobre la alambrada, en el lado español los agentes de la Guardia Civil trataban de “convencerlos” de que desistieran en su intento de entrar a España. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron, incluso, el coronel jefe Ambrosio Martín Villaseñor y el comandante Arturo Ortega, que fueron testigos directos de lo que ocurrió durante el asalto. Sin embargo, los inmigrantes se resistían a bajar.
Un guardia civil cayó
En este punto, algunos de los agentes del Grupo de Reserva y Seguridad decidieron, como ya han hecho en otras ocasiones, subir a la alambrada para lograr que los subsaharianos descendieran. Fue ahí, sobre la valla, cuando durante los forcejeos entre agentes e inmigrantes, un subsahariano logró tirar a uno de los guardias civiles, que, al igual que muchos de los subsaharianos, cayó desde una altura de cinco metros. El agente, uno de los cinco heridos en el asalto, tuvo que ser trasladado al Hospital Comarcal con un traumatismo craneoencefálico, aunque por la mañana ya había sido dado de alta.
Otros cuatro guardias civiles tuvieron que ser atendidos por cortes y rasguños provocados durante el asalto.
Además, cinco inmigrantes también tuvieron que ser atendidos por heridas y contusiones a consecuencia de las caídas desde el vallado y fueron trasladados al Hospital. Ellos y otros tres subsaharianos que consiguieron escapar a la carrera del cordón policial fueron los únicos que lograron su objetivo de entrar en nuestra ciudad. La Guardia Civil ha anunciado que emprenderá acciones judiciales por “atentado y resistencia a la autoridad” contra los tres últimos.
El resto de los subsaharianos, unos 140, “fueron desistiendo y admitiendo” que Marruecos se hiciera cargo de ellos, según la Delegación del Gobierno. Algunos cayeron al vacío por el agotamiento, otros descendieron por las escaleras que los agentes de la Guardia Civil habían colocado en la valla. Los últimos once inmigrantes en bajarse de la verja, lo hicieron tras más de seis horas encaramados, ellos también “desistieron y admitieron” regresar al país vecino. Tras ellos quedó una verja totalmente destrozada y algunos objetos sobre la calzada que recordaban lo que había ocurrido en el lugar. Entre los objetos recuperados por los agentes había unas curiosas zapatillas deportivas equipadas con hierros para escalar con facilidad por la malla antitrepa.
La imagen de inmigrantes subidos en la alambrada durante horas se ha vuelto habitual en los últimos meses. Las discusiones sobre si una vez que suben al rejado están ya o no en España han acompañado cada uno de estos intentos de salto, aunque en la mayoría de las ocasiones los subsaharianos, como ocurrió ayer, han sido devueltos por la Guardia Civil y entregados a los agentes marroquíes.
Arreglan la valla destrozada en el salto, con 11 inmigrantes encima
La zona de la valla donde permanecieron ayer subidos durante varias horas más de un centenar de inmigrantes quedó prácticamente destrozada. Varios operarios comenzaron ayer mismo a reparar los desperfectos de la parte de alambrada que se vino a bajo en una zona cercana al cementerio musulmán
La malla cedió en la mitad superior de un tramo de valla de aproximadamente 30 metros, en el que estaban trabajando dos operarios subidos a una grúa para reponer los soportes superiores en los que se enmarca el enrejado, que tiene seis metros de altura.
Curiosamente, los trabajos de reparación de la valla se iniciaron cuando once inmigrantes permanecían aún encaramados en lo alto de la alambrada a pocos metros, sentados en silencio y custodiados por más de una decena de patrullas de la Guardia Civil, mientras la carretera de circunvalación permanecía cortada al tráfico. Se trataba de los últimos subsaharianos que descendieron de la alambrada tras más de seis horas subidos.
Al mismo tiempo, a escasos metros de los trabajadores españoles, operarios marroquíes se afanaban en la instalación de su propia valla, de menor altura y forrada de varios rollos de concertina, que ha sido muy criticada por diferentes ONGs y algunos partidos políticos
El inmigrante que supuestamente tiró al guardia civil de la valla no ha sido identificado ni detenido
Ni la Comandancia de la Guardia Civil ni la Delegación del Gobierno pudieron confirmar a El Faro si el inmigrante que supuestamente tiró a un guardia civil de la valla, durante un forcejeo, fue identificado o si estaba previsto que se emprendiera algún tipo de acción judicial contra él. La Delegación si señaló que la Comandancia tenía previsto ejercer acciones judiciales por “atentado y resistencia a la autoridad” contra los tres subsaharianos que lograron rebasar el dispositivo policial, burlando a los agentes y escapando a la carrera hacia el interior de Melilla, aunque no precisaron si estos inmigrantes atacaron o no a los guardias civiles. Tampoco supieron decir si el subsahariano que tiró al agente de la valla era uno de estos tres o si, por el contrario, fue uno de los que”desistió y admitió que Marruecos se fuera haciendo cargo de él”, después de pasar varias horas subido a la alambrada e incluso haber utilizado la violencia contra este agente de la Guardia Civil. En cualquier caso, no ha sido detenido.