El Real decreto 954/2015, del 23 de octubre regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, pero no ha sido hasta el pasado 11 de noviembre cuando estos profesionales de la sanidad pueden dispensar medicamentos en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En nuestra ciudad todavía nos encontramos en la primera fase de esta norma. Es decir, los enfermeros y enfermeras de los centros de salud de Melilla pueden recetar medicamentos no sujetos a prescripción médica, tal y como corrobora el secretario autonómico de SATSE, Carlos García.
“Esta ley data del año 2015, pero en Melilla al depender la sanidad del Ingesa no ha sido hasta ahora cuando entró en vigor esta ley, aunque no en su totalidad. Los enfermeros pueden prescribir los medicamentos no sujetos a prescripción médica y los sujetos a prescripción médica se podrán emitir tras la publicación en el BOE de una serie de guías, hay once publicadas, pero el Ingesa tiene que protocolizar y transcribirlo en el servicio de salud”, explica García.
Por el momento, este Real decreto ha empezado a aplicarse en los cuatro centros de salud de la ciudad, pero no en el Hospital Comarcal.
Esta ley que, en Melilla, tiene efecto diez años más tarde respecto al resto de comunidades autónomas que sí tienen transferidas las competencias sanitarias, permitirá agilizar la dispensación de medicamentos a los pacientes y también aliviarles el dolor al poder recetarse antibióticos, aunque esto será en la segunda fase.
“Los enfermeros utilizan medicamentos todos los días y durante muchos años, aunque de forma un poquito irregular, ya aplicábamos las vacunas, pero ahora tenemos un soporte legal y hay que hacerlo conforme a la ley”.
Respecto a la segunda fase de la norma, Carlos García señala que “para eso se han reunido en Madrid grupos de trabajo que han elaborado once guías que establecen en qué condiciones se prescriben y qué medicamentos. Están todas redactadas en el Boletín Oficial del Estado, pero cada servicio de salud tiene que implementarlas”.
En este sentido, no hay una fecha prevista para que la segunda fase sea una realidad, ya que conlleva la instalación de un soporte informático en la ciudad.
Actualmente, los enfermeros y enfermeras en el centro de salud sólo pueden recetar la medicación registrada en el programa y que necesite el profesional para prestar cuidados, tales como curar una úlcera o administrar un analgésico. En estos casos, los enfermeros pueden prescribir el medicamento al paciente y, posteriormente, comprarlo en la farmacia.
“Esto ya funciona aunque existen algunos problemas técnicos, pero nos queda esa segunda parte que será muy ventajoso en el caso de medicamentos para las infecciones urinarias, hipertensión arterial o anticoagulantes”.
Que los enfermeros y enfermeras puedan recetar estos medicamentos será muy beneficioso para los pacientes, ya que no tendrán que solicitar una cita al médico, ni aguantar los dolores propios de estas enfermedades.
“Lo cierto es que, en este terreno, vamos con mucho retraso, pero se han dado algunos pasos y esperamos que se materialicen”.
Respecto al retraso de casi una década respecto al resto de España, Carlos García manifiesta que SATSE no se queda de brazos cruzados ante esta situación: “en todas las reuniones que mantenemos con el Ingesa les preguntamos acerca de la dispensación de medicamentos y nos responden que tienen algunos problemas técnicos, alguna excusa. Pese a ello hay personas en el Ingesa que están trabajando en agilizar estos trámites. Se ha hecho parte del trabajo, pero necesitamos que se realice por completo porque, ahora mismo las matronas que manejan todos los días medicación, tanto en los centros de salud como en el Hospital Comarcal todavía no tienen implementada esa posibilidad”.
En este caso, las gestantes tienen que regresar al médico de familia para que les prescriba la receta y regresar a la matrona, lo que “supone que la paciente tenga que dar vueltas de un especialista a otro. De lo que se trata es de trabajar de forma más eficiente y directa”.
Dicha norma funciona en su primera etapa en los centros de salud de Melilla, pero no en el hospital: “igual que la Administración exige el cumplimiento de la norma a los ciudadanos, la Administración también debe cumplirla y tener más celeridad para resolver estas cuestiones”.
El pasado 11 de noviembre se abrió el plazo de 20 días para que enfermeros y enfermeras se acrediten y obtengan la autorización para dispensar medicamentos. En Melilla hay un total de 700 profesionales inscritos y se calcula que se acrediten en torno a 40 nuevos enfermeros y enfermeras.
Como se suele decir, más vale tarde que nunca, aunque una década es demasiado tiempo en un trámite que beneficia a los pacientes.