Cada 19 de octubre, se celebra el Día Internacional contra el Cáncer de Mama, un recordatorio global sobre la importancia de la prevención y el tratamiento de esta enfermedad, que según la OMS representa el 25% de los cánceres diagnosticados en mujeres.
Aunque las causas del cáncer de mama son complejas y no siempre se pueden prevenir, existen medidas que pueden reducir considerablemente el riesgo de desarrollarlo. Entre estas medidas, el ejercicio físico, especialmente el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT), ha demostrado ser una herramienta eficaz no solo para la prevención del cáncer de mama, sino también para la gestión de los efectos secundarios que surgen durante y después del tratamiento.
El impacto del HIIT en la calidad de vida de las pacientes
El HIIT (High-Intensity Interval Training) se ha ganado una reputación sólida por su capacidad para mejorar la condición cardiovascular, aumentar la fuerza muscular y promover la quema de grasa en menos tiempo que los entrenamientos tradicionales. Sin embargo, más allá de sus beneficios físicos, el HIIT ha emergido como una actividad clave en la lucha contra el cáncer de mama. Estudios recientes han revelado que este tipo de ejercicio puede reducir los problemas de salud asociados a la enfermedad, mejorar la calidad de vida y ayudar a prevenir su aparición.
Así lo remarca un informe publicado recientemente por el German Cancer Research Center, que muestra cómo el ejercicio físico, incluyendo actividades HIIT, mejora significativamente la calidad de vida de pacientes con cáncer de mama avanzado, ayudando a combatir los efectos secundarios de los tratamientos como la fatiga y la disminución de la capacidad física.
Beneficios de HIIT para pacientes con cáncer de mama
En el mismo sentido, otro estudio realizado en Japón durante 12 semanas comprobó cómo las personas involucradas mejoraban su capacidad física, con los efectos positivos que derivaban sobre la fatiga asociada al cáncer. Para ello, el equipo monitoreó a través de tecnología móvil los entrenamientos HIIT que realizaban los pacientes, comprobando cómo su capacidad aeróbica se incrementaba considerablemente.
Estas conclusiones, que soportan el crecimiento del entrenamiento HIIT entre las recomendaciones de profesionales del ámbito médico, han llevado, en los últimos años, a las principales instituciones sanitarias a poner mucho énfasis en el deporte como gran medicina contra el cáncer en general. “El ejercicio físico puede desempeñar un papel fundamental como estrategia para reducir tanto el riesgo de recurrencia del cáncer como de la aparición de otras enfermedades y contribuir de forma muy positiva a la supervivencia de las personas que han superado un cáncer”, señala la Fundación Grupo Español de Investigación de Cáncer de Mama (Geicam).
“A las pacientes de cáncer de mama y para aquellas que han superado la enfermedad, recomendamos entrenar tres veces a la semana con un entrenador certificado que pueda adaptar sus movimientos”, detalla Efthalia Tsimkas, entrenadora de la cadena Brooklyn Fitboxing donde predominan los ejercicios HIIT y de fuerza que tanto se recomiendan en estas situaciones.
Fitboxing, el perfecto aliado para reducir el riesgo de cáncer
Con todo y ello y teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS de realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana para reducir el riesgo de cáncer, el boxeo sin contacto o fitboxing aparece como una de las actividades más idóneas en esta situación.
Con sesiones de 47 minutos de duración, el fitboxing destaca por su combinación de fuerza y resistencia que tantos beneficios ofrece a sus practicantes. Este entrenamiento mezcla boxeo sin contacto y ejercicios de fuerza al ritmo de la música, para no solo ayudar a quemar calorías rápidamente, sino que también mejora la salud cardiovascular y mental, factores clave para reducir el riesgo de cáncer.
Además del boxeo sin contacto, actividades como la natación, ejercicios de resistencia, el yoga y ejercicios aeróbicos como caminar y trotar también son recomendados por su capacidad para mejorar el estado físico general y reducir los niveles de estrógeno.
Recomendaciones a la hora de hacer deporte
Por último, desde Geicam destacan una serie de recomendaciones para pacientes de cáncer a la hora de enfrentarse a una actividad deportiva:
- Realiza una actividad que te guste, sino disfrutas terminarás abandonándolo.
- Ponte objetivos realizables, no pienses en correr un maratón, pero sí puedes caminar 5 días a la semana 30 minutos, en bloques de 15 minutos.
- Inclúyelo en tu agenda: si es una actividad que planificas como cualquier otra, no acabarás haciéndolo solo si tienes ganas o si no tienes otras actividades.
- Anota los días que lo realizas en un calendario o agenda, así verás la satisfacción de haber cumplido con tu objetivo.
- Compártelo con tu familia, de esta forma, conseguirás integrarlo más fácilmente en tu vida, transmitiendo a tu entorno hábitos de vida saludables.
En resumen, los estudios científicos respaldan de manera concluyente la relación entre el ejercicio regular y la reducción del riesgo de cáncer de mama. Mantener un estilo de vida activo y saludable, combinado con otros hábitos de vida conscientes, puede marcar una diferencia significativa en la prevención de esta enfermedad devastadora.
En mi época de juventud si hacías boxeo estabas sonado hoy día tiene sus bienes el practicarlo