Un subordinado del sargento de la Guardia Civil que esta semana está siendo juzgado en Murcia por un delito de cohecho, aseguró ayer que en 2003, cuando su superior estaba destinado en la Comandancia de Melilla, éste atravesaba por dificultades económicas a causa del divorcio de su primera esposa.
El guardia civil está acusado de ayudar a cambio de 120.000 euros a dos narcotraficantes que estaban siendo investigados en 2003 en el marco de la ‘Operación Palmera’.
El testigo afirmó ante el jurado popular que esos problemas económicos del sargento procesado eran conocidos por los compañeros en la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla. Aseguró que la ex esposa del acusado le retiraba el dinero de la nómina antes de que éste pudiera acceder a él.
Explicó, además, que la relación con el teniente, al que el guardia civil acusa de incriminarle, era “buena”.
El juicio finalizará hoy con los alegatos finales de la Fiscalía y los abogados defensores. A partir de ese momento, el jurado popular se retirará a deliberar y decidirá si encuentran al guardia civil culpable o inocente de un delito de cohecho.