El consejero de Medio Ambiente afirma que la intención es crear un circuito alrededor de las murallas del IV recinto fortificado. El proyecto está “en un estado muy avanzado”. El Gobierno melillense prepara para el Parque Lobera un proyecto de renovación más ambicioso de lo que se pensaba en un principio, pues el consejero de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma, José Ángel Pérez Calabuig, afirmó ante los medios de comunicación que se está estudiando la posibilidad de remozar los alrededores de dicha zona verde. Ahondando en esta cuestión, el consejero destacó que hay zonas aledañas al parque que se encuentran en avanzado estado de deterioro y que podrían sufrir un profundo lavado de cara. Como ejemplo puso el de la zona de la Alcazaba. Además, subrayó que también existe la posibilidad de crear un circuito por las murallas del IV recinto fortificado. Así pues, el Ejecutivo de Juan José Imbroda, mostró su intención de que la rehabilitación del Parque Lobera sea tan profunda como la del Hernández. No obstante, Calabuig señaló que, pese a que el proyecto está muy avanzado, aún quedan algunos meses para poner sobre la mesa un plan definitivo. Aunque no ofreció una fecha concreta, opinó que en el plazo aproximado de dos meses habrá un estudio en firme sobre las actuaciones que se llevarán a cabo para recuperar la mejor cara de una de las zonas verdes más emblemáticas de la ciudad. Lo que sí es seguro es que gracias a esta iniciativa se recuperarán elementos del parque que se habían perdido, como su famoso templete. En la otra cara de la moneda, lo más probable es que las especies animales del Lobera, aves principalmente, sean trasladadas a la Granja Escuela, ya que en el parque sufren habitualmente actos vandálicos. Otra de las principales ideas es la de remozar el sector que actualmente ocupa el frontón, donde se instalará un ambigú y un parque infantil. Además, se mejorará la accesibilidad y la zona de paseo. También se actuará en la plaza que sirve de antesala, que mantendrá su distribución actual, aunque con un aspecto totalmente nuevo. Aunque en un principio se afirmo que que la remodelación del Lobera no alcanzaría la magnitud del Parque Hernández, parece que finalmente el Gobierno autonómico acometerá una obra de similares dimensiones. No obstante, Calabuig reseñó que las tareas serán difíciles, ya que el parque no ha sufrido ningún estudio desde hace años. Uno de los principales problemas para la ejecución de algunas de las actuaciones está en la antigüedad de las estructuras del parque. Es el caso, por ejemplo, de los muros, que han absorbido tal cantidad de agua con el paso de los años que hace que pintarlos se convierta en una ardua labor. Aunque por el momento no hay datos concretos sobre la obra, todo parece indicar que supondrá un necesario lavado de cara, el cual pasará por optimizar la mayor parte de las instalaciones actuales y en fortalecer la faceta social del recinto. Habrá que esperar hasta la redacción del proyecto definitivo para comprobarlo.