El presidente de Emvismesa, Juan Antonio Iglesias, declara que en algunos casos se viene a tardar entre dos y ocho meses y que incluso se puede alargar hasta el año.
El Gobierno de Melilla denunció ayer los retrasos que se producen en el abono de la Renta Básica de Emancipación (RBE), las ayudas destinadas a jóvenes que, tal y como aseguró el presidente de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (Emvismesa) y viceconsejero de Fomento, Juan Antonio Iglesias, en algunos casos se tardan en cobrar de dos a ocho meses y en otras, hasta un año.
Iglesias señaló que en 70 por ciento de los casos la mensualidad se recibe de forma regular, pero que hay un porcentaje, también elevado, que sufre retrasos en el abono de la ayuda.
Según informó, en concreto, en Melilla se han presentado 839 solicitudes, de las que 361 han sido aprobadas y 192 rechazadas.
Con estos datos, Iglesias quiso censurar la actitud del Ministerio de Vivienda y criticar los reproches lanzados el pasado jueves contra el Gobierno de la Ciudad Autónoma por parte de la portavoz del PSOE en la Comisión de Vivienda del Congreso, Ana Fuentes.
El presidente de Emvismesa arremetió contra la política socialista en materia de Vivienda y manifestó, una vez más, que desde que gobierna el PSOE, en la ciudad autónoma “no se ha puesto ni un sólo ladrillo”.
Frente a ello, indicó que el Gobierno melillense, con recursos propios, está acometiendo o tiene ya en proyecto 246 viviendas, que están generando puestos de trabajo directos e indirectos.
Asimismo, cuestionó la utilidad que la socialista dio a la Sociedad Pública de Alquiler (SPA), una sociedad que, según definió Iglesias está“quebrada” y que sólo va a servir para rentar las 136.000 viviendas embargadas por cajas de ahorro.
Por último, el responsable de Vivienda de la Ciudad Autónoma invitó al Gobierno central a empezar a construir las 600 viviendas sociales comprometidas, si es que, como dijo Fuentes, “tienen el dinero encima de la mesa”.
Cabe recordar que parte de estas viviendas se levantarán en dos terrenos aledaños al acuartelamiento Gabriel Morales, las cuales ya cuentan con un proyecto que fue aprobado por el SPE tras la participación en un concurso.
El resto de casas se edificarán en los terrenos propios del cuartel, aunque sobre este último asunto todavía no se ha concretado nada.