Melillenses en ambos casos, se deniega la extradición del poseedor de la nacionalidad española pero no así del nacionalizado belga. A pesar de las casi 13.000 firmas que reunió Amnistía Internacional y de las 10.000 que recogió en Melilla la anterior ejecutiva de la Comisión Islámica de la ciudad, el Consejo de Ministros aprobó ayer las extradición a Marruecos del melillense con pasaporte belga, Ali Aarras, mientras denegó la del también melillense Mohamed El Bay, como el anterior detenido en Melilla en abril de 2008 bajo la acusación de presunta participación en organizaciones terroristas.
El Consejo de Ministros denegó la extradición de El Bay por considerar que aunque cuenta con la nacionalidad marroquí, también posee la nacionalidad española.
La extradición a Marruecos de Aarras, cuya familia melillense es muy conocida entre la comunidad musulmana local, se produce justamente una semana después de que su abogado, el también melillense Nayim Mohamed, denunciase que tanto su representado como Mohamed El Bay habían sido inculpados en Marruecos por un supuesto espía belga, de origen marroquí, Belliraj Abdelkader, quien, recientemente, mediante un mensaje a sus familia, había denunciado que su inculpación de los dos melillenses había sido fruto de torturas por parte de “una milicia que opera fuera de la ley”.
Tras dos años y casi ocho meses de detención preventiva, la aprobación por el Consejo de Ministros de la extradición de Aarras coincidió ayer por demás con la celebración de la Pascua del Sacrificio.
‘El Faro’ intentó contactar sin éxito con el abogado Nayim Mohamed, que junto al también letrado melillense Yamal Mohamed, han venido defendiendo que ambos melillenses fueran juzgados en todo caso en España de los presuntos delitos que le imputa Marruecos. Como último recurso y tras agotar todas las instancias judiciales en España, ambos letrados habían elevado sus demandas al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Acusaciones
En concreto, las autoridades marroquíes consideran a Aarras integrante del "Movimiento de los Muyahidines en el Magreb" desde 1982 y le relacionan con los atentados de Casablanca del 16 de mayo de 2003.
Por su parte, Mohamed El Bay está presuntamente relacionado con una red terrorista que las autoridades marroquíes desmantelaron el pasado mes de febrero con la detención de más de treinta personas que preparaban atentados en Marruecos. Según las autoridades de Rabat, El Bay era el encargado de entablar relaciones con contrabandistas de armas asentados en Centroeuropa para conseguir armamento y material explosivo.
Oposición
A la extradición de Aarras y El Bay no sólo se han opuesto la CIM y Amnistía Internacional. También lo han hecho partidos políticos locales como Coalición por Melilla y el Partido Popular, además del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el diputado del PP por Melilla, Antonio Gutiérrez. Incluso la Asamblea de Melilla, mediante acuerdo unánime de CpM, PSOE y PP del 30 de septiembre del pasado año, aprobó una moción para solicitar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que no accediese a la extradición de El Bay y Alí Aarras.
Quizás por la coincidencia con la celebración aún de la Pascua del Sacrificio, las reacciones aún no se han producido. No obstante, Coalición por Melilla, socio electoral del PSOE en las últimas elecciones generales, ya anunció en abril de este mismo año que si se aprobaba la extradición de Alí Aarras a Marruecos por parte del Gobierno español denunciaría al Gobierno de Bélgica por su “indefensión de un ciudadano con nacionalidad belga”.
Detenciones
Tanto Alí Aarras como Mohamed El Bay fueron detenidos en abril de 2008 en Melilla, lugar habitual de residencia para ambos, a instancias del juez Garzón, por su presunta adhesión a una red de terrorismo yihadista. Con anterioridad y por orden del mismo magistrado, en noviembre de 2006, ya había sido detenido por primera vez Ali Aarras, que posteriormente fue puesto en libertad bajo fianza de 24.000 euros y con la obligación de sellar a diario en el Juzgado de Guardia de nuestra ciudad, hasta que el mismo juez Garzón dictó un auto eximiéndole de cualquier imputación.
Tras la segunda detención y ante la posibilidad de que fuera extraditado a Marruecos, la Justicia española optó por denegar a Alí Aarras la libertad bajo fianza por existir riesgo de fuga, al considerase que podía escaparse para eludir el mayor rigor de las cárceles marroquíes y de la Justicia en el vecino país, que castiga incluso con pena de muerte la pertenencia a bandas terroristas.