El famoso “geco de Alborán” en realidad es el Saurodactylus mauritanicus, comúnmente conocido como geco magrebí. Cuando hablamos de nombres comunes para referirnos a seres vivos, estamos trasladando una parte importantísima de la cultura, además de facilitar la información para la gente no científica.
Es tan importante el nombre común como el nombre científico, de hecho a la hora de bautizar a este pequeño reptil nos estamos refiriendo a una zona geográfica muy importante para la biodiversidad, el Magreb. El Magreb comprende la zona noroeste de África y Alborán es una isla que se sitúa entre el sur de la Península Ibérica y el norte de África. El cambio de nomenclatura se propuso por la aparición, hace algunos años, de ciertos ejemplares de supuestos Saurodactylus mauritanicus en la Isla de Alborán.
Empezó a teorizarse la posibilidad de que fueran ejemplares autóctonos de allí y por lo tanto se podría barajar ese cambio de nombre. En el mes de noviembre del año 2022 se ha publicado un estudio que afirma que los ejemplares encontrados en la isla de Alborán pertenecen a la especie Saurodactylus fasciatus, gecko de Ouezzane. Si bien podría llegar a ser confundida físicamente, en cuanto a genética se sitúa como una especie diferente. De hecho esta especie, Saurodactylus fasciatus, se encuentra más al sur en El Magreb que el propio Saurodactylus mauritanicus. El geco de Ouezzane se localiza al suroeste del Rif, oeste del Atlas Medio y noroeste del Gran Atlas (MoroccoHerps.com), por lo tanto, en el estudio se teoriza acerca de que podría tratarse de una translocación de ejemplares. El propio estudio incluso marca un rango de tiempo en el que podrían haberse llevado estos ejemplares a la isla, entre los años 1992 y 1997, coincidiendo con la salida del ejército de la isla de Alborán y el auge del tráfico ilegal de barcos en el norte de África.
¿Mover especies es malo?
Sí, lo es y la translocación de especies es habitual, por desgracia. El mismo estudio cita a las dos salamanquesas que conocemos, salamanquesa común o Tarentola mauritanica y salamanquesa rosada o Hemidactylus turcicus y también a la lagartija andaluza o Podarcis vaucheri, como ejemplos de introducción de especies en la isla de Alborán, ya que un estudio molecular sitúa el origen genético de estas especies en las poblaciones del sur de la Península Ibérica. Esta acción de mover especies de un sitio a otro la tenemos muy naturalizada por ejemplo con la flora, ya que por motivos ornamentales se transloca y hasta propiciamos especies alóctonas e incluso invasoras. Con la fauna tampoco nos quedamos atrás, tenemos claros ejemplos con las cotorras o con los galápagos de Florida, ambos invasores y de fácil avistamiento en Melilla.
Esto supone una gran problemática, puesto que este desplazamiento de especies puede ir acompañado de patologías y parásitos que llegan a ser un peligro para nuestro entorno, un claro ejemplo de esto es el picudo rojo Rhynchophorus ferrugineus, originario de Asia, que actualmente supone una plaga para nuestras palmeras. Este gorgojo, de hasta 5 cm de longitud, fue introducido en nuestro país a través de la importación de palmeras ornamentales.
Conclusión
La conclusión del estudio es que se rechaza el cambio de nomenclatura para el Saurodactylus mauritanicus, por lo que debería seguir llamándose “geco magrebí”, haciendo referencia, otra vez, a la zona que habita este pequeño animal, El Magreb. Rato C, Sreelatha LB, Mateo JA, Carretero MA (2022) Alien but not that one: a molecular reassessment of the Alborán Island’s Saurodactylus Fitzinger, 1846 gecko. BioInvasions Records 11 (in press) En la guía de referencia Amphibians and Reptiles os Morocco Edition Chimaira sobre reptiles y anfibios de Marruecos se le nombra comúnmente como Geco Magrebi. Hay otra fuente de información fiable, una web publicada por profesionales que han adaptado información básica sobre ciertas especies. Se llama MoroccoHerps.com y también se refiere a este pequeño geco como geco magrebí en cuanto al nombre común. Esperemos que toda esta información sirva para corregir la confusión que ha podido haber durante este tiempo sobre la nomenclatura de este reptil.
¿Qué más podemos decir sobre este animal?
Lo más llamativo es su tamaño, los adultos miden aproximadamente unos 6 cm. La distribución en territorio español de este reptil es muy limitada, encontrándose en Melilla, Islas Chafarinas y el Peñón de Vélez. Para nosotros es muy importante contar con la presencia de este animal, porque es el único territorio no militar donde poder ver este animal. Podemos hablar de que este geco es una especie endémica y por lo tanto se suma a la lista de endemismos de Melilla. Un endemismo es una especie que sólo se encuentra en ese sitio, de manera que la única manera de poder ver una especie endémica es yendo al lugar en el que habita. Melilla cuenta con varias especies singulares, inclusive algunos endemismos, por ejemplo la culebrilla ciega o Trogonophis wiegmanni (endemismo de la zona del Magreb), y el eslizón rifeño o Chalcides colosii (endemismo rifeño). Son dos ejemplos de la riqueza que alberga este enclave geográfico y que, por desgracia, mucha gente desconoce. Otros datos a tener en cuenta relacionados con este estudio es que se había cambiado el estado de conservación de este animal, estaba clasificado como “vulnerable” y también la isla de Alborán se había clasificado como un área de conservación importante para la herpetología en España. Todo esto está basado en el descubrimiento del supuesto geco magrebí en la isla, en sus pocos ejemplares que hacían que la especie estuviera en extinción en ese área. Actualmente este estudio científico no respalda el estado de conservación de la isla, basado únicamente en la presencia del Saurodactylus fasciatus y no del geco magrebí. Lo que sugiere este hallazgo científico es que todo está en constante evolución, el aprendizaje que podemos hacer sobre herpetología cambia cada día, puesto que se va estudiando en profundidad y se van haciendo descubrimientos que resultan sorprendentes, como el del geco magrebí y la isla de Alborán. Tenemos suerte de que se investigue y de que haya personas dedicadas en su totalidad al estudio de la herpetofauna. No son animales que suelan gustar, por tema cultural casi siempre, pero tanto los reptiles como los anfibios son fauna esencial para el desarrollo de la vida, ocupan un nicho importantísimo y sin ellos no habría ecosistemas.