Los de García Tébar mereció mejor suerte ante un Real Murcia que sólo demostró orden.
De inicio el choque arrojaba aroma de una buena mañana de fútbol tal y como se presagiaba en la víspera entre dos equipos llamados a estar en lo más alto, cosa que afortunadamente ocurrió pues los más de 1600 aficionados que se acercaron al Municipal melillense salieron satisfechos del partido realizado por los azulinos ante un gran equipo como el Real Murcia al que, como después dijo Tébar en sala de prensa, el Melilla empequeñeció. Y es que el líder sólo igualó a los melillenses en la estrategia porque en cuanto a juego los unionistas fueron muy superiores a los granates, sobre todo en el primer tiempo en el que el marcador no hizo justicia a los méritos contraídos por unos y otros.
Con el reparto de puntos y los resultados que se dieron en la jornada, la UD Melilla sigue situada en sexta posición a tan sólo dos puntos del cuarto clasificado, el Cádiz CF, y el Murcia ve recortada su diferencia con el Sevilla Atlético establecida ahora en dos puntos también.
El primer acto del duelo resultó muy entretenido y bien jugado por la UD Melilla que se mostró superior en todos los aspectos al líder. Los de Tébar saltaron al césped de Álvarez Claro con las ideas muy claras y muy metidos en el partido con un juego rápido y vertical.
Así, cuando apenas habían transcurrido cinco minutos, Sergio cambió la orientación del juego hacia Chota que pasó el cuero a Guille Roldán que hizo lo propio sobre Llamas que se incorporó al ataque pero el centro chut del zaguero salió desviado.
Poco después y en un envío en largo de Dorronsoro, Chota estuvo a punto de batir a un Alberto que salió a la desesperada hasta la frontal de área pero la defensa visitante despejó el peligro.
El líder reaccionó y en la jugada siguiente una buena triangulación grana dentro del área local, acabó con disparo de Kike pero Dorronsoro despejó con el pie a córner. Dos minutos después, el mismo protagonista y a la media vuelta golpeó raso pero el meta azulino atajó sin problemas fue la última vez que el Murcia se acercó a la portería melillense en toda la primera parte.
El partido se jugaba a un ritmo muy alto e intenso y al filo del cuarto de hora, Carlos Ruiz abrió el juego a la izquierda y Sergio centró al área donde el omnipresente Chota estuvo a punto de cabecear, obligando a la defensa pimentonera a emplearse a fondo.
El Melilla seguía imprimiendo velocidad al juego y se anticipaba a las acciones de los visitantes como ocurrió en una acción de Llamas sobre un contrario, envió sobre Chota pero el disparo de este lo despejó Alberto a córner en lo que iba a ser el prólogo del primer y único tanto azulino.
Una vez más, la estrategia funcionó. Víctor Bravo sacó en corto sobre Guille que devolvió la pelota al maño quien templó al segundo vértice para que Chota rematara con la testa a la red ante la pasividad de la defensa y del portero visitante quienes reclamaron fuera de juego. Era el 1-0 y la grada estalló de júbilo.
El Murcia quedó noqueado y poco después, de nuevo a balón parado, Enguix sacó de esquina y Hans Dibi en inmejorable posición cabeceó desviado.
Al filo de la media hora Chota, muy activo e incisivo durante todo el partido, se jugó la segunda amarilla al realizar una entrada a un contrario. Los de Iñaki Alonso reclamaron la expulsión pero Álvarez Pinardo no consideró la acción merecedora de amonestación.
El partido subió por momentos de intensidad, la propia de este deporte, y el Melilla seguía gustándose. Tocando rápido y bien, arrancando los olés del respetable. El centro del campo azulino anuló por completo al granate que nada podía hacer ante la avalancha de los locales quienes desplegaron un enorme derroche físico.
Así las cosas y a falta de un minuto para el descanso Chota controló un balón algo escorado al borde del área y de espaldas a la portería, se giró y enganchó una volea que se estrelló en el larguero del marco defendido por Alberto. Pudo haber sido el 2-0 que hubiera hecho mayor justicia a lo visto pero Álvarez Pinardo decretó el descanso con victoria mínima para los de Tébar en el marcador.
El segundo tiempo se inició con el líder buscando la igualada pero los azulinos no perdían la cara al partido intentando sorprender con salidas rápidas.
El primer disparo murciano llegó en el minuto 56 cuando Albiol lanzó un libre directo que Dorronsoro atajó sin dificultad.
A renglón seguido Guille Roldán, partidazo el del cordobés, recuperó un balón en la banda, ganó metros y pasó hacia atrás sobre Az que desde el borde del área disparó raso y cruzado. El balón salió lamiendo la base del poste derecho de Alberto.
Los de Alonso reaccionaron y en la siguiente acción, como consecuencia de un saque de banda prolongado, Kike remató pero Dorronsoro en un acto felino evitó el empate.
Cuatro minutos después, en el 64, Chota en un enorme despliegue de facultades, presionó a la defensa y al portero murciano y el despeje de este a punto estuvo de convertirse en gol tras golpear en el delantero melillense.
Al minuto siguiente Víctor Bravo lo intentó de lanzamiento de falta pero el cuero salió por encima del larguero.
En el 70 de juego, se produjo una gran escapada de Guille que partió desde campo propio y llegó hasta la línea de fondo y su pase hacia atrás lo remató Carlos Ruiz rozando el larguero. Tres minutos después a punto estuvo de funcionar, de nuevo, la estrategia pero el bastetano cabeceó a las manos de Alberto.
En el minuto 75 llegó la igualada. Cañadas botó un saque de esquina y Kike cabeceó hacia atrás, el balón después de dar en la madera se introdujo en la meta local. Demasiado premio para un equipo que sólo mostró orden.
El público respondió con aplausos y gritos de ánimo para los unionistas. García Tébar dio entrada a Andrés Ramos buscando desnivelar la contienda pero no fue el caso. Aún así, Pedro en el 85 y Guille Roldán en el mismo minuto tras gran jugada de Ramos gozaron de una clara ocasión de gol pero este no llegó.
Al final reparto de puntos que no hizo justicia a lo presenciado y la afición melillense que despidió a su equipo con aplausos.