La feria artesanal, que este año se celebra a partir del 1 de julio en Melilla La Vieja, lucirá mejor cara que nunca gracias a los nuevos accesos desde la Plaza de Armas.
El mercado medieval que cada año se celebra en el recinto amurallado de Melilla La Vieja tendrá este año una entrada de lujo, y es que espera que el piso del Foso del Hornabeque esté completamente restaurado y apto para el tránsito de los visitante el día 1 de julio, coincidiendo con la inauguración de la feria artesanal.
Así lo señaló el presidente del Ejecutivo melillense, Juan José Imbroda, en la cadena 'Onda Cero', al tiempo que precisó que la intención de su Gobierno es que el foso esté totalmente listo en un par de semanas para permitir la entrada de los visitantes a través de la Plaza de Armas.
Las obras que se estaban desarrollando hasta hace pocos meses para restaurar la zona del tercer recinto amurallado del caso antiguo, ocasionaron el descubrimiento de una zona pavimentada del siglo XVIII en Hornabeque, lo que hizo a la Ciudad Autónoma establecer medidas para su protección y conservación.
Así, y gracias a una inversión de 384.000 euros, la zona se conservará tal y como se concibió para que los melillenses puedan admirar la calzada en todo su esplendor. Eso sí, también se intentará compatibilizar las tareas de restauración con otras que permitan dotar la entrada a la Plaza de Armas con medios para mejorar la accesibilidad de personas discapacitadas.
Por tanto, este año el mercado medieval podrá lucir mejor rostro que nunca gracias a este detalle, pues se espera que las obras finalicen coincidiendo con su organización durante los días 1, 2 y 3 de julio.
Fin de semana mágico
El evento se ha convertido ya en un clásico que da la bienvenida al verano melillense, hermanando el ocio, la cultura y el consumo. En un recorrido que discurre por la Plaza de los Aljibes, Plaza de Estopiñán y el tramo de la calle San Miguel, los distintos puestos artesanales suelen hacer las delicias de mayores y pequeños que deciden dejarse llevar por el encanto de la feria medieval.
No faltarán los productos gastronómicos, que comprenden desde carnes típicas de la época a vino especiado o puestos de chocolate. También volverán a hacer acto de presencia los productos manufacturados, como las creaciones de vidrio, cuero y lana, todo ambientado con las características principales que presentaban estos oficios en el medievo.
Tragafuegos, brujas, artesanos y nigromantes vuelven a darse cita este año para animar el verano a los melillenses, por lo que los interesados tan sólo tienen que dejarse caer por Melilla La Vieja a partir del día 1 de julio para regresar durante unas horas a la Baja Edad Media.