El Club Voleibol Melilla, representante melillense el máxima categoría del voleibol nacional la Superliga Masculina, tras su derrota en el duelo directo ante el Textil Santanderina por 1-3, se complica bastante la permanencia en la Superliga, ya que tiene la salvación a 7 puntos de distancia cuando tan solo quedan ya nueve jornadas de competición.
No obstante, el primer entrenador de este conjunto de nuestra ciudad Salim Abdelkader cree que todavía es posible mantener la categoría, pero para ello afirmó que el equipo “tiene que cambiar radicalmente”.
El técnico melillense no comprende aún cómo el Club Voleibol Melilla perdió un partido que lo tenía bien encauzado. “El primer set lo ganamos por 25-20 y en el segundo remontamos, con pelota para resolver el juego, aunque finalmente lo perdimos. El equipo no sabe jugar con presión y en el siguiente parcial pasó prácticamente lo mismo. Cuando jugamos bien somos superiores al rival, pero el equipo tiene unos bajones impresionantes, va a tirones y así no se puede jugar”.
“Si no somos capaces de ganarle a uno de los equipos que no está jugando bien en la competición aquí en casa, ya no sé qué pensar”, se lamentó Salim Abdelkader, que asegura que durante la semana “entrenamos a un nivel buenísimo, pero cuando llega el partido, al primer o segundo error, empiezan a verse malas caras y a buscar culpables, a ver si el árbitro también nos da un punto”.
De igual modo, el técnico melillense indicó que la derrota “es muy dura porque de haber ganado este partido nos habríamos situado a solo 3 puntos de la zona de la permanencia, pero no lo hemos conseguido”. Además, el equipo “está desperdiciando oportunidades, no ha estado a la altura, psicológicamente no hay manera, no sabe competir y no responde bien”.
Por otro lado, indicó que el Club Voleibol Melilla “sigue fallando en la recepción y en el saque, aunque en esta última faceta hemos estado bien, ya que Marlon Palharini aporta bastante al equipo, pero en la recepción no estamos bien”. Es una cuestión “más psicológica que otra casa, aunque luego en el bloqueo se falla en la recepción y le echamos la culpa a otro jugador porque no ha corrido a por la pelota”.
Para finalizar, reconoció que la permanencia está complicada, aunque asegura que todavía queda liga por delante. “El problema es que pierdes la fe, porque ves que no ganas y estamos desperdiciando oportunidades muy claras de recortar las diferencias. Todavía podemos mantenernos, pero el equipo tiene que cambiar radicalmente. Se ha hecho una importante inversión, nos hemos reforzado además con dos jugadores, pero el equipo sigue igual. Vitali y Barreto son dos buenos jugadores y han mejorado al plantel, pero no tenemos ese jugador líder de otros años y que en los momentos complicados tiraban para adelante”. Ahora hay que olvidar los malos resultados cosechados y centrarse en los partidos que aún restan.