Comienzo Los melillenses no arrancaron bien el choque con un parcial de 2-10 Acierto El conjunto de Gonzalo García enseñó toda su artillería en el perímetro del equipo maño
El Melilla Baloncesto logró en la tarde de ayer su segunda victoria de la temporada. Los melillenses se impusieron al Lobe Huesca en un chique donde el equipo de Gonzalo García controló el partido desde la línea de 6,75 metros. El marcador final de 88-78, se antojó corto por los méritos del equipo local durante todo el choque.
El partido comenzó con el equipo de Gonzalo García muy perdido sobre la cancha de juego, tres errores consecutivos de los locales en ataque hicieron que los maños tomaran un primer parcial de 2-10, lo que obligó al preparador melillenses a solicitar un tiempo muerto. Tras las indicaciones técnicas el decano de la LEB dio un giro de tuerca a su juego, merced al acierto de Troy Devries en el lanzamiento. Riera sumió el peso del equipo en ataque y los melillenses fueron capaces de recortar diferencias en el electrónico.
Un triple de Devries pusieron las cosas en 13-14, a falta de tres minutos para el final del cuarto, aunque Lee le devolvió la canasta en la siguiente jugada. La entrada de Odiakosa a la cancha de juego dio más presencia a los melillenses en el juego interior que finalizaron con el marcador de 22-18.
El segundo cuarto arrancó con un Melilla Baloncesto mucho más metido en el choque justo como terminaron los primeros diez minutos. Un triple de Devries ampliaron la diferencia de los locales 27-18. En las filas mañas tan sólo Maurice y Orfila intentaban parar la avalancha de los melillenses, pero un triple de Manzano pusieron la diferencia en diez puntos 30-20. El equipo de Gonzalo García combinaba perfectamente las acciones exteriores con las interiores, que terminaron por desencajas la defensa del Lobe. El equipo visitante no fue capaz de parar los lanzamientos exteriores de los locales y la diferencia en el marcador se hizo más notable, 47-31. Herreros y Orfila sellaron el marcador al descanso en 51-38.
El tercer cuarto comenzó con un equipo aragonés dispuesto a cortar la racha local y Orfila hizo de buque insignia, bien escoltado por Maurice que mantuvieron a los visitantes con opciones. Melilla entró en una fase de indecisiones y pérdidas de balón, hasta que Odiakosa impuso sus músculos en la pintura. Devries cerró el cuarto en 72-53.
Los últimos diez minutos fueron del equipo maño, que intentó dar la sorpresa. Los melillenses bajaron su intensidad defensiva y a punto estuvieron de tener un susto. Pero con el colchón de puntos de los tres primeros cuartos el equipo de Gonzalo García supo dosificar la diferencia para mantenerse siempre por delante en el electrónico. Los esfuerzos de Orfila y Maurice sólo sirvieron para engordar la estadística personal de los dos jugadores maños. El choque se cerró con el electrónico en 88-78.