El Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla expone este mes cascos de oficial general para continuar con la divulgación de sus fondos.
En una nota de prensa, explican que el Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla recibió en septiembre pasado una serie de fondos procedentes del Museo Histórico Militar de Figueres, entre ellos, dos cascos de oficial general de finales del siglo XIX y principios del XX, que han pasado a formar parte de las piezas expuestas en la sala permanente del Museo Histórico Militar de Melilla.
El primero de ellos es un casco de fieltro y cuero para generales regulado por el Reglamento de Uniformidad para el Estado Mayor General del Ejército de 30 de diciembre de 1881.
Este casco, en cuestión, es de tipo salacot, de color azul turquí con visera de cuero negro barnizado y portallorón, con refuerzos y guarniciones de latón dorado al fuego. En el frontal, presenta un escudo nacional enmarcado por ramas de roble y surmontado de corona real, parcialmente sobrepuesto a la escarapela con colores nacionales. A su alrededor, dispone de una cadenilla dorada sobre terciopelo sujeta por sendos ganchos rematados con cabezas de león.
Asimismo, el interior dispone de un forro de seda marfil y una badana de cuero con un texto estampillado en letras doradas: "Justo Gómez. Peligros 14 & 16. Madrid".
El Reglamento de Uniformidad para generales de 1881 establecía el uso de este modelo de casco sin llorón para el uniforme de diario.
El segundo es un casco de gala de general perteneciente al reinado de Alfonso XIII, según el Reglamento de Uniformidad para el Estado Mayor General del Ejército de 23 de septiembre de 1908.
Es un casco niquelado con pico facetado de seis caras, en cuya base aparece la cifra “A XIII”, en referencia a Alfonso XIII.
El pico está rematado con un elegante llorón de pluma blanca. El borde, las guarniciones y los refuerzos son de latón. Tiene una placa frontal con rafagado, en cuyo centro se sitúa entre cuatro lises un escudo real ovalado bajo corona real.
El conjunto está rodeado por una cadena dorada con base de terciopelo negro sujeto por enganches laterales rematados con cabezas de león.
El interior tiene forro de seda marfil y badana de cuero marrón con inscripción en letras negras: “Joaquín Marañés. Comercio 65 Toledo”.
Ambas piezas fueron donadas por Doña María Mercedes Ortoll, viuda del general Antonio Galindo Casellas, y pertenecen al general de División Alfredo Casellas y Carrillo de Albornoz (1845-1925).
El general Alfredo Casellas
El general Alfredo Casellas, siendo coronel, estuvo al mando del Regimiento África nº 1 entre 1891 y 1893. En ese tiempo estuvo de guarnición en Melilla y fue protagonista relevante durante la Campaña de 1893-1894, en la que encontró la muerte el primer comandante general de Melilla, el general de Brigada D. Juan García-Margallo y García.
Esta campaña, que discurre entre octubre de 1893 y marzo de 1894, se origina con motivo de la construcción del fuerte de la Purísima Concepción, muy próximo al cementerio musulmán de Sidi Guariach, que provocó una fuerte oposición de los fronterizos.
Las agresiones fueron en aumento hasta que el día 27 de octubre de 1893 se produce un levantamiento general de las cábilas. Las tropas españolas deben acogerse a los fuertes exteriores y durante todo el día y toda la noche sufrirán un terrible asedio por parte de los rebeldes.
Margallo se refugia en el fuerte de Cabrerizas Altas, donde la situación es desesperada: escasean las municiones y apenas hay medicamentos para atender a los heridos; además las líneas telefónicas han sido cortadas y se encuentra incomunicado con la plaza y con otros fuertes.
En Melilla, se encontraba al mando el coronel Casellas, como más antiguo, que desconociendo lo que ocurre en el campo decidió tomar la iniciativa de organizar un convoy de socorro que saliera a primeras horas de la mañana, pues imaginaba que la situación debía ser muy grave.
Entretanto, el general Margallo ordena al capitán Juan Picasso que se traslade a la plaza para informar a Casellas de lo que sucede. A galope, bajo el fuego enemigo, marcha hacia Melilla donde llega al amanecer, cuando el convoy estaba a punto de salir.
La columna de socorro parte inmediatamente con víveres, municiones y tropas de refuerzo que, tras duros combates, consigue llegar al fuerte de Cabrerizas Altas donde el general, en un intento por apoyar la llegada del convoy, decide realizar una salida para romper el cerco, pero allí encuentra la muerte al frente de sus hombres el 28 de octubre.
Por su meritoria actuación en ese día, el coronel Casellas fue propuesto para una recompensa y se resolvió que se tendrían presentes sus servicios.
Casellas ascendió a general de Brigada el 15 de noviembre de 1893, es decir, apenas unos días después de los hechos relatados. Ostentó el mando de una Brigada y el cargo de Gobernador Militar de la provincia de Logroño, hasta que el 30 de junio de 1905 es promovido a General de División.
Tuvo una vida dedicada a la milicia: con 15 años ya era subteniente de Infantería; en 1862 fue destinado al Batallón de Cazadores de Baza y después sirvió en el Batallón Provincial de Madrid, en el de Cazadores de Cataluña, en el Provincial de Ciudad Real, en el de Cazadores de Figueras y en el de Cazadores de Chiclana.
Estuvo destinado en Cuba durante casi veinte años donde obtuvo dos Cruces al Mérito Militar con distintivo rojo y alcanzó los grados de Capitán y Comandante por méritos de guerra.
En 1889 asciende a coronel y dos años después se le confiere el mando del Regimiento de Málaga, que luego pasó a denominarse África n.º 1, de guarnición en Melilla, en octubre de 1893.
Los fondos del museo Militar de Melilla han servido para recordar la vida de este ilustre soldado y su paso por nuestra ciudad, donde tuvo, como hemos visto, una actuación destacada al mando de su Regimiento.
(Horario para visitar la exposición: De Martes a domingo, de 10:00 a 14:00 horas)