El colegio obtiene el galardon por su proyecto ‘La prevención no es un juego’.
El proyecto ‘La prevención no es un juego’, del CEIP Reyes Católicos obtiene uno de los galardones de Educación y Seguridad en el Entorno Escolar entregados el jueves por el Ministerio del Interior.
A través de este trabajo, premiado en la modalidad de Proyecto Global de Seguridad, el centro melillense ha pretendido formar a toda la comunidad educativa, de manera teórica y prácticca, para que sean capaces de desarrollar comprtamientos institivos ante situaciones cotidianas que pueden suponer peligro. Así, se trata de que aprendan a actuar en estos momentos y sepan a quien solicitar ayuda, en el caso de que se a necesario.
Metas
El equipo de atención a la diversidad del centro, formado por las profesoras María Bravo, Teresa Canto, Pilar Coveñas, Mª Carmen Hurtado, Amalia Garnica y Charo Vidal y coordinado por Noemí Marcos, se encargó de elaborar varias unidades didácticas dedicadas a siniestros que pueden suceder dentro de las aulas como un incendio o un terremoto y otras centradas en dar a conocer a los alumnos los Cuerpos de Seguridad y emergencias y sus funciones.
Para apoyar est a teoría se realizaron visitas a los acuartelamientos de la ciudad para que los alumnos conocieran de primera mano los medios con los que cuentan para afrontar cualquier tipo de siniestro y se realizaron jornadas informativas sobre educación vial en el colegio.
No obstante los alumnos no han sido los únicos que participaron activamente en el proyecto. Tanto los profesores y como el personal no docente se implicaron también en las actividades de prevención realizando extinciones de pequeños incendios en el Parque de Bomberos de la ciudad.
El objetivo de estos galardones, en los que participaron 57 centros públicos de trece comunidades y de las dos ciudades autónomas, es desarrollar una cultura social preventiva y una colaboración ciudadana activa en seguridad, para lo que se considera esencial que los alumnos mejoren su conocimiento de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Todo bajo la premisa de que la enseñanza de la autoprotección es una tarea de toda la comunidad educativa, en la que debe implicarse para mejorar la calidad de vida de los alumnos y evitar accidentes.