Educación y la UGR han firmado un convenio por 13.000 euros para financiar esta investigación que permitirá prevenir la violencia de género en la población melillense.
La Consejería de Educación y la Universidad de Granada firmaron ayer un convenio de colaboración con el objetivo de financiar un nuevo proyecto de investigación en el que colaborará la Viceconsejería de la Mujer. ‘La democratización familiar como prevención de la violencia de género’ es el título de esta iniciativa que se ha implantado en varios estados de México, donde trabaja su creadora, Beatriz Elba Schmukler, y que está cosechando un gran número de éxitos. El primer paso de este proyecto es llevar a cabo un estudio en Melilla para conocer las creencias y las ideas que marcan las relaciones familiares.
Educación aportará 13.000 euros para el desarrollo de esta iniciativa que se llevará a cabo a lo largo de un año y medio. La viceconsejera de la Mujer, Fadela Mohatar, indicó que tras el estudio de las familias melillenses, se realizará un taller con el objetivo de formar a los agentes implicados en la asistencia a mujeres que son víctimas de violencia de género.
Mohatar insistió en que se trata de un proyecto novedoso y que el análisis de las creencias sobre el trabajo que desempeña cada miembro de la familia y su rol en la toma de decisiones permitirá abordar la prevención de la violencia de género, ya que se podrán analizar las acciones autoritarias y de desigualdad que hay en el núcleo familiar.
La viceconsejera de la mujer explicó que con las reformas legales y la ayuda a las mujeres víctimas de violencia machista no es suficiente y que las administraciones tienen que trabajar en la prevención de estas situaciones. Por ello, este tipo de proyectos que analizan las creencias familiares ayudará a elaborar acciones encaminadas a que en las familias melillenses no se den situaciones de desigualdad.
La creadora de este proyecto que lleva en marcha en México desde hace varios años indicó que se trabaja con las creencias que están implantadas en las familias. Así, explicó que muchas de ellas impiden a las mujeres su desarrollo, pues recae en ellas toda la responsabilidad del cuidado de los hijos y de las personas mayores y de la casa. Elba Schmukler comentó que, a través de talleres, las familias ven cómo funcionan las tomas de decisiones en sus hogares y son ellas las que analizan cómo ir modificando todas las pautas que causan una situación de desigualdad.
Programa del proyecto
Elba Schmukler indicó que la primera parte del proyecto será la investigación de las creencias e ideas implantadas en los núcleos familiares de Melilla, teniendo en cuenta la diversidad cultural en este análisis.
Los primeros en participar en este proyecto serán los alumnos del Campus, que podrán estar en equipos de debate donde se ejemplificarán y estudiarán las relaciones entre los componentes de las familias. Por ejemplo, se aportará información sobre quién y cuánto tiempo dedica a actividades de ocio, quién trabaja fuera de la casa, cómo se toman las decisiones o el reparto de responsabilidades en el hogar.
La segunda parte del proyecto es la formación de agentes que estén implicados en la ciudad en la atención de mujeres víctimas de violencia de género y en general, a quien esté interesado en este tema, ya que estas personas luego serán formadores.
A partir de ahí, se llevarán a cabo programas de democratización familiar a través de talleres destinados a las familias, que aprenderán habilidades sociales para manejar los conflictos en los hogares y para erradicar las situaciones de desigualdad que se planteen.
Primeras anécdotas: ‘Mamá recargando batería’
Beatriz Elba Schmukler es doctora en Sociología por la Universidad de Yale y es investigadora y docente del Área de Cooperación Internacional y Desarrollo del Instituto Mora de México. Fue en esta institución donde nació esta iniciativa.
Los talleres es donde las mujeres debaten sobre las situaciones de desigualdad que sufren en sus hogares. En este tipo de foros en los que se habla sobre la democratización familiar. Elba Schmukler explicó que una de las principales quejas de las mexicanas era que no tenían tiempo para descansar debido a las responsabilidades familiares. Así, comentó que una de las mujeres de este programa colgó en su dormitorio el cartel ‘mamá recargando batería’, para que sus hijos también aprendieran a respetar su tiempo de descanso. Además, se indicó que han utilizado esta frase como lema en algunas de las iniciativas de este proyecto.