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“El buen clima de colaboración”

La Delegación del Gobierno confirmó ayer sobre las 18:15 horas que la Marina Real marroquí mató en la madrugada del lunes “de un tiro” a dos jóvenes melillenses en las inmediaciones del Cabo Tres Forcas. El suceso ha consternado a la ciudad, pese a que se desconocen los detalles de las “extrañas” circunstancias en las que la patrullera marroquí mató a los dos melillenses.
Se da por hecho que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de cualquier Estado del mundo están para proteger a los ciudadanos y sucesos como éste, por motivos obvios, enervan a la opinión pública. Más aún si las muertes nos tocan de cerca.
En el caso de Melilla la consternación va más allá porque los disparos han salido de una patrullera marroquí que, según ha trascendido, dio el alto a la embarcación en la que viajaban los dos melillenses. Ambos están muertos y en la lancha no se ha encontrado nada que apunte a que los jóvenes, que aún no habían cumplido los 30 años, estaban cometiendo una ilegalidad.
Fuentes del Ministerio de Exteriores han asegurado a El Faro que España ha pedido ya información a Marruecos, a través del Consulado español en Nador, sobre la muerte de los dos melillenses.
Desde la cartera que dirige el hijo adoptivo de Melilla, José Manuel García-Margallo, confían en que las autoridades marroquíes ofrezcan en breve toda la información de la que disponen, “dado el buen clima de colaboración” que existe entre los departamentos de Seguridad de ambos países.
La Delegación del Gobierno en la ciudad dio anoche el pésame a las familias de los fallecidos y lamentó el “desgraciado suceso”.
Nos guste o no, tenemos que ser prudentes y esperar a que Rabat dé sus explicaciones y que éstas sean convincentes, porque de lo contrario, la tan halagada colaboración de Marruecos sólo convencerá a los políticos que no paran de repetirlo.
Los expertos en relaciones internacionales han comentado a El Faro que España mantiene el clima de las “excelentes” y “omnicomprensivas” relaciones con Marruecos porque le conviene, porque encaja en su política diplomática de abrir las puertas a la inversión de nuestras empresas en el país vecino, pero todo tiene un límite.
Pese a la crisis, somos un gran país. Pues entonces, que se note; porque, de momento, la ‘tierra de nadie’ sigue ocupada, tenemos empresarios españoles denunciado extorsiones en Marruecos, a nuestros policías los agreden en la frontera y ahora, para colmo de males, dos españoles han muerto en aguas marroquíes.
Dos familias de nuestra ciudad han quedado destrozadas y en este asunto no vale echar balones fuera ni quitar hierro.
Los ciudadanos necesitamos saber qué ha pasado exactamente y quién o quiénes son los responsables. Vamos a dejar que la diplomacia trabaje, pero exigimos que sea pronto y con eficacia. Tenemos dos españoles muertos y queremos saber qué ha sucedido. No nos vale por respuesta ningún argumento que apunte, ni de lejos, a que ‘estas cosas pasan’.

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